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02
Ene
2012
El día de los Inocentes. Los niños: algo serio y divertido. PDF Imprimir E-mail
Punto D Vista - Otra mirada
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Por José Vicente Carbonell

El día de los inocentes recuerda a una barbarie infanticida de manos del poder establecido en Judea, al ver amenazado su poder con la el nacimiento de Jesús en Belén. Es decir el poder político “se pasa a cuchillo” a los hombres y mujeres del mañana, por mantener su statu quo, privilegios y su recaudación, ante la posibilidad que llegue alguien y les ponga en evidencia.

Pese a las ratificaciones del Gobierno de España de los tratados sobre derechos del menor, de las atribuciones de competencias estatutarias de parte de las 17 comunidades autónomas, de figuras y figurines institucionales de “defensa del menor”, de la existencia de una fiscalía especializada en la protección del menor, conozco muy de cerca menores que suplican protección, menores que piden a sus mayores ir ante “la jueza”, menores que se ven absolutamente desamparados cuando le han contado a alguna de sus profes, sus problemas y estas se las han negado, supongo por no corresponder a lo políticamente correcto, “a la moda”. Conozco a menores, que son considerados y tratados res beli, entre progenitores, y me temo que entre agregados ciudadanos diversos, susceptibles, eso sí de manejar parte del la hacienda pública. Conozco y compadezco con menores que hayan oídos sordos a sus súplicas a sus cartas, ojos ciegos a sus ojeras, a sus miedos, a sus abrazos demandando el cariño que no hallan donde de natura debieran tenerlo a raudales. Conozco a menores que necesitan manos diligentes, pero antes manos calientes, tiernas acogedoras, mimosas, divertidas y a la vez firmes; transmitiéndoles AMOR.

Pero el AMOR no se crea en la persona por voluntad, se recrea con voluntad. Ninguna persona que no se haya sentido bien amado en su familia, puede luego reproducir AMOR hacia sus hijos; porque el AMOR, no es un concepto artificial del ser humano, sino una cualidad innata del SER, con mayúsculas, del SER transcendente, que te vincula, que te une, que te sujeta y no te ata, que te aúna a los demás sin alienarte, todo lo contrario, reafirmándote en tu esencia creadora.

Una persona no amada, como diría el castizo “tie mas peligro que una caja bombas”, o podemos también decir que “está fuera de madre”. Un infante sin AMOR es un desgraciado y un “desgraciador” en potencia, y siempre se pretende desgraciar al más débil, y los niños lo son.

No me fuí, ni un ápice, de la alusión al día de los inocentes : Una sociedad que no cuida a sus viejos, es una desagradecida, pero más fuera de su cabal y natural desarrollo anda una sociedad, y en concreto una instancia política democrática, que permite reflejar en su Código Civil que prevalecerá el interés del menor, pero luego permite que el niño sea material fungible en la disolución de una familia, que no eleva al niño al plano que le corresponde, de un plano de mayor protección, niños con diferente naturaleza su saber, pero no de menor saber en las cosas básicas que ocupan al ser humano : respirar, comer y AMAR Y SER AMADO como ejercicio de equilibrio sublime con lo que se es, con su entorno, y con su futuro, temporal y esencial.

Más allá de la broma, “la colleja”, la pedorreta, que de lugar a las risas compartidas en el día de los inocentes, que sienten más que controlan, que comparten más que dominan, que dan y toman, mas que se apropian del control de lo ajeno y común, para someterlo a sus particulares caprichos; tengamos presente que hay muchos INOCENTES que nos necesitan, que necesitan de nuestra robustez para que llegado el momento de conocer la ausencia de bondad, los abismos de la nada, donde nada es ni existe, y de las oquedades de los fantasmas antropomórficos; que sepan estos niños, que siempre hay un regazo, dos brazos, una espalda donde subirse “a caballito”, una barriga donde dejarse caer de “culete”, y unas “personas que mandan mucho” – como dice mi hija-, incluidos, jueces, fiscales, maestros y también mis colegas los y las trabajadores sociales; que ni han olvidado lo que fueron, y que quieren para los que les tendrán que cuidar y juzgar de viejos, lo mismo que ellos tuvieron o hubiesen deseado tener : Calor y Amor.

En el día de los Santos Inocentes, 28 de diciembre de 2011.

 

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