La alcaldesa participó en los actos de celebración del patrón de la capital

Trabajo y también “un empujoncito para Madrid 2020”. Son las dos peticiones que Ana Botella, alcaldesa de Madrid, le ha hecho al patrón de la ciudad, cuando a primeras horas de la mañana visitaba la ermita.

La alcaldesa ha iniciado así la apretada agenda del día cumpliendo la tradición: ir a la ermita, besar las reliquias del patrón y beber un vaso de agua del manantial de la ermita, saludando a los madrileños más madrugadores que ya estaban por la pradera.

Aunque las cifras económicas “van mejorando”, Ana Botella reconocía que queda aún tiempo para que “llegue a los vecinos de Madrid y de toda España esa mejoría. Pero lo conseguiremos si lo hacemos con ilusión, con esfuerzo y sabiendo que tenemos que trabajar mucho para salir de la crisis”. La alcaldesa quiso reconocer “la solidaridad de las familias españolas, que están siendo el auténtico sostén de la crisis”.

Tras su paso por la Pradera, la alcaldesa de Madrid ha cumplido con otro de los actos tradicionales de las fiestas de San Isidro: el izado de la enseña nacional en la plaza de Colón. Acompañada por el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, distintos miembros del Gobierno y de la Corporación municipal, la alcaldesa ha presidido el acto en el que una decena de guardias civiles han portado la gran bandera, de casi 300 metros cuadrados de superficie.

Después del izado, un escuadrón de gastadores, la escuadrilla de honores con tres secciones y la unidad de música de la Guardia Civil, han desfilado por la plaza. Posteriormente, Botella ha acudido a la Colegiata de San Isidro para asistir a la misa solemne oficiada por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, en honor del patrón madrileño.

La mañana continuaba con otro acto protocolario. Ana Botella ha entregado en la Galería de Cristal de Cibeles, las Medallas de Oro de Madrid, un reconocimiento que, en sus palabras, es para aquellos que “desde Madrid, han trabajado ejemplarmente por el bien de nuestra Nación y de todos sus ciudadanos”.

Las Cortes Constituyentes de 1978, la Organización Nacional de Ciegos y la galerista Soledad Lorenzo han sido los galardonados este año. En el año en el que la Constitución celebra su 35 aniversario, el Ayuntamiento ha querido destacar a quienes participaron su aprobación y mostraron su voluntad “de romper con la inercia de una Historia en la que las Constituciones habían sido promulgadas por media España contra la otra media”.

Creada en 1938, la Organización Nacional de Ciegos cumple 75 años “ilusión y trabajo inagotable por la integración de las personas con discapacidad”. En este tiempo se ha convertido en “un referente en todo el mundo a la hora de proporcionar los mejores servicios especializados a sus más de 71.000 afiliados, de los cuales cerca de 10.000 son madrileños”.

Soledad Lorenzo, santanderina de nacimiento, en 1986 abrió en el número 5 de la calle Orfila, la galería que lleva su nombre. Allí, como recordó la alcaldesa, protagonizó “una de las aventuras artísticas y empresariales más extraordinarias del galerismo español e internacional”. En sus paredes han colgado obra desde Tàpies o Palazuelo hasta Barceló, Broto, Pérez-Villalta o Sicilia. “Ha sido, además, una embajada del arte español en las grandes ferias internacionales” y una pieza clave “del esplendor de las artes plásticas en el Madrid de las últimas tres décadas”.

Además, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, acudía a la Pradera de San Isidro, donde ha cumplido con la tradición de beber de la Fuente del Santo, al que ha rogado 'salud, trabajo y mucha esperanza a todos los madrileños', además de pedir que 'vuelva el empleo y la prosperidad, que es lo que queremos y para lo que estamos trabajando'.