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11
Ago
2012
España iguala sus previsiones con quince medallas PDF Imprimir E-mail
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Las chicas de sincronizada se conformaron con el bronce. Foto cedida por COESincronizada y taekwondo suben el medallero, mientras que Vela y Baloncesto aseguran metal

Gran jornada la de ayer en Londres: España conseguía asegurar cuatro medallas, una plata, un bronce y dos sin color, con lo que iguala las previsiones hechas con anterioridad al comienzo de los Juegos. Y es que, a pesar del desastre del atletismo y la sequía de los primeros días, la segunda semana está siendo muy fructífera en Londres.

La primera medalla del día llegaba a la hora de la siesta. Las chicas de sincronizada se colgaban un bronce a cambio de cortarse el pelo. Y es que la espectacular coreografía transformó al equipo en peces por lo que tuvieron que renunciar a sus melenas. El premio, mucho menor de lo esperado, aunque, por primera vez, la realización mostró el backstage de las votaciones: si bien el reglamento establece que cada juez emite su voto por separado y de forma independiente, las imágenes de televisión mostraron a la jueza china influyendo de manera descarada en la votación del resto de jueces. Como resultado, lo esperado después de los votos del jueves: España tercera y las chinas un punto por encima en la valoración.

Pero lo que importa, y es la clave, es que España ha sabido mantener el nivel a pesar de haber perdido a su gran estrella Gemma Mengual. El equipo español no se ha bajado del cajón que a ocupó en Sidney, aunque algunas juezas lo hayan intentado por todos los medios. Así, este bronce eleva a cuatro el número de medallas conseguidas por la sincronizada, dos de ellas, una plata y un bronce, en estos Juegos.

La otra medalla que subía al marcador en la jornada de ayer llegaba, otra vez, desde el tatami de Taekwondo. Tras derrotar al Campeón del Mundo, al Campeón Europeo y al Campeón Olímpico, Nicolás García se colaba en la final. Una final con mucho morbo en la que la actitud marrullera de su rival argentino le acabó dando el oro. García intentó jugar lo más limpio posible, mientras su rival no hacía más que lanzar patadas a diestro y siniestro, lo que le valió una amonestación, y una más que posible segunda que le hubiera hecho perder el combate, pero que el árbitro no se atrevió a enseñarle.

La plata de Nicolás es la tercera que se trae la delegación de Taekwondo de los Juegos, un espectacular hat-trick que sólo había conseguido Corea en la historia del taekwondo olímpico. Los tres españoles se colgaron medalla, y elevan el total histórico a cuatro medallas.

Junto a estas dos, que subieron al medallero, España se aseguraba ayer dos medallas más, aunque habrá que esperar para descubrir el color. Las Xiquitas Team de Match Race conseguían meterse en la final de la categoría de una forma rocambolesca: las reglas establecían que pasaba de ronda el que ganase tres de cinco regatas, pero el viento estuvo caprichoso. Tras perder la primera regata, y ganar la segunda, las españolas comprobaban como se les escapaba la final, pues sin viento para disputar la regata pasaría a la final el que más regatas hubiese ganado en las rondas previas. Por suerte, y cinco minutos antes de la hora límite, el viento volvió a soplar pudiendo disputarse una última regata que metió en la final al equipo español. Hoy se jugarán la final con el equipo australiano.

Y la otra también segura llega desde el Baloncesto. La ÑBA tuvo algún problema para imponerse a una Rusia correosa. Una primera parte desastrosa en la que los rusos llegaron a estar catorce arriba, dio lugar a una segunda mitad en que los españoles remontaron demostrando por qué son los favoritos para llevarse el oro. Ahora el último escollo es de los duros: el Dream Team estadounidense mañana a las cuatro de la tarde, y con un premio muy suculento, el oro olímpico.

Y en cuanto a los demás, los tres últimos participantes de piragüismo conseguían el pase a la final, lo que demuestra el altísimo nivel que tiene este deporte en España: dos diplomas y un bronce en aguas bravas, y, al menos, una plata y cuatro diplomas en aguas tranquilas. Simplemente impresionante. Saul Craviotto, Alfonso Benavides y Teresa Portela buscarán entrar hoy en la historia olímpica en las últimas finales del piragüismo, tras clasificarse ayer  en dos rondas eliminatorias en que, curiosamente, los tres se comportaron igual: ganaron su serie y quedaron segundos en su semifinal.

Sin salir del agua, Kiko Hervás terminaba en el puesto 23 de la prueba de aguas abiertas, mientras que el equipo de waterpolo daba un paso de gigante para conseguir el quinto puesto de la clasificación, tras derrotar, por la mínima a Estados Unidos. También en el agua, ayer se celebraba la medal race del 470, una carrera en la que las españolas estuvieron a muy alto nivel, terminando cuartas. Sin embargo, los puntos acumulados en regatas anteriores les impidieron pasar del décimo puesto.

En rítmica, Carolina Rodríguez completaba su ronda de clasificación tras las dos últimas rotaciones, y lo hacía en el puesto 14, lejos de poder entrar en la final de hoy. El equipo, sin embargo, consiguió puntuar en quinta posición, por lo que entran en la final, se aseguran diploma, y lucharán por el bronce mañana.

El último español con participación ayer era Igor Bychkov, que, tras meterse en la final de pértiga conseguía un hito en su carrera: puntuaba por primera vez en la final de un campeonato, pues hasta ayer siempre había hecho nulos en sus pruebas internacionales. Igor, además, estuvo a punto de hacer historia, pues a pesar de que su marca está en 5.60, casi consigue saltar 5.65. Al final el español de origen ucraniano quedó en el puesto número doce.

Pero no sólo de españoles vive Londres, ayer destacaron cinco nacionalidades: Australia, Francia, Austria, Sudáfrica y Brasil, todos ellos por asuntos completamente diferentes. Un australiano se convertía en uno de los protagonistas de la pista de atletismo muy a su pesar. Y es que George Avery, plata en triple salto en Londres 48, pidió a sus familiares que esparcieran sus cenizas por el foso, algo que se cumplía ayer en un momento muy emotivo. La familia de Avery, que falleció hace unos años, se trasladó a Londres desde Sidney para cumplir la última voluntad del atleta.

Francia también fue noticia, al descubrirse el dopaje de una de sus estrellas. El atleta Hassan Hirt, que compitió en la prueba de los 5.000, dio positivo por EPO en un control realizado hace unos días, por lo que se decidió suspenderle cautelarmente y expulsarle de la Delegación Francesa. Seguro que los guiñoles ya están preparando algo al respecto.

Y siguiendo con los dopajes, la desposesión de Tyler Hamilton del oro en la contrarreloj de Atenas tiene una curiosa consecuencia: al moverse todos los puestos, el español Igor González de Galdeano se convierte en octavo, y por tanto, consigue diploma. Mayor alegría será la que se puede llevar hoy Jesús Ángel García Bragado, que puede convertirse en bronce en Pekin al desposeer de su medalla al italiano que ganó los 50 km marcha. Bragado puede hoy conseguir algo al alcance de muy pocos: sumar dos medallas a su medallero personal en el mismo día, pues disputa los 50 km marcha de Londres esta misma mañana.

Estos juegos pueden pasar a la historia negra de Austria si no consiguen una medalla en los dos próximos días, y es que el país se encuentra fuera del medallero a 48 horas del cierre de los Juegos, algo que no sucedía desde Tokio 64. La situación, que está provocando una fuerte polémica en el país, intentaba ser minimizada por el Presidente del Comité Olímpico Austriaco, que destacaba los cuartos puestos conseguidos en natación y vela.

Sudáfrica volvió a estar en el centro de la información gracias a la que ya es estrella indiscutible de estos Juegos. Oscar Pistorius se despedía de los Olímpicos con su participación en el relevo 4x400, en el que su equipo llegaba último, pero acompañado por una enorme ovación del público británico. Pistorius volverá dentro de quince días como la estrella de los Paralímpicos.

Y por último, Brasil. La delegación encargada de presentar Rio 2016 llegaba a Londres con su alcalde a la cabeza, un alcalde que no dudaba en mentir descaradamente a los periodistas desplazados: “la mayor parte de los edificios ya están en construcción y estarán terminados en 2015”, afirmaba sin el menor rubor. Lo cierto es que en Río no hay ni terrenos para construir esos edificios, por lo que ahora se intentará una propuesta arriesgada, pero que podría abaratar mucho el coste de los Juegos: trasladar los edificios construidos en Londres a Río de Janeiro, en especial el Basket Arena. La idea, de triunfar, permitiría llevar el espíritu olímpico a países de todo el mundo, pues la inversión se limitaría a seguridad e infraestructuras, ya que el resto, los edificios, los pondría el COI.

Pero el alcalde,  no obstante, sí dio alguna pista un poco más seria de cuál es el proyecto que pueden albergar: “no habrá estadios de noventa mil personas, sino de sesenta mil como mucho, un número más adecuado a la importancia del deporte en Brasil”. Es decir, unos juegos prefabricados, muy pequeños y potencialmente inseguros. Brasil tiene mucho camino que recorrer durante los próximos cuatro años.

Un camino que, la tradición manda, comienza mañana con la presentación oficial de ocho minutos de la nueva sede durante la ceremonia de clausura. En su segmento, según han anunciado habrá, como no, samba y capoeira. Y hablando de la clausura, a menos de 48 horas de su celebración Londres no sabe cuánta gente podrá verla en el estadio.  Y es que los organizadores no son capaces de predecir cuantas localidades habrá que eliminar para montar el escenario, algo que no se podrá hacer hasta el cierre de las pruebas de atletismo esta tarde.

Así Londres volverá a mostrar al mundo que a chapuceros no les gana nadie poniendo a la venta las entradas pocas horas antes del inicio, con las evidentes colas en las taquillas, y con la posibilidad, muy factible, de que las gradas se queden medio vacías.

Y es que por no estar, no estará ni la Reina de Inglaterra. La Casa Real ha decidido alejarse de la imagen que están transmitiendo los Juegos de Reino Unido, y lo harán enviando una muy exigua representación: la princesa Ana, la Duquesa de Cambridge y el Príncipe Enrique.

Y es que las cosas no han salido en absoluto como estaba previsto: caos organizativo, sedes medio vacías, las ventas de los comercios por los suelos, escándalos varios, y, para colmo, el apagado del pebetero. Si al COI le queda algo de dignidad, no puede concederles el título de “mejores juegos de la historia”, algo que ya empezaba a insinuar un alto cargo del COI el pasado jueves. Preguntado por la tradicional fórmula afirmaba que “los Juegos de Londres tendrán un lugar destacado en la historia del olimpismo”.

Londres ha perdido la oportunidad de resarcirse de las dos ocasiones en que organizó los Juegos antes, y lo ha hecho por todo lo alto: destrozando la imagen labrada durante casi doscientos años. Ya nadie puede hablar de puntualidad británica sin partirse de risa, después de comprobar como todas las pruebas comenzaban con, al menos, media hora de retraso.  El Londres actual dista mucho de ser victoriano, y eso lo han puesto de manifiesto ante el mundo entero.

Y para terminar, una noticia que también involucra a Brasil: un conocido hechicero mexicano ha creado una barrera para proteger a sus jugadores de posibles hechizos de magia brasileña. La razón es que esta tarde se enfrentan los dos partidos en la final de fútbol, una final que, según el brujo, ya está escrita: ganará México por dos goles a uno.

En el medallero, Estados Unidos sigue poniendo tierra de por medio, y ya suma 94 medallas, frente a las 81 de China. Además, los americanos ya sacan cuatro oros a los asiáticos. España, con las dos nuevas medallas, se mantiene en el puesto 23 con trece preseas: dos oros, ocho platas y tres bronces. Y a falta de que Austria puntúe, ya son 82 los países que no se van de vacío.

En cuanto a la jornada de hoy, con suerte podrían caer hasta cinco medallas. García Bragado, Benjamín Sánchez y Mikel Odriozola tomarán la salida de una de las pruebas más duras del calendario atlético, los 50 kilómetros marcha; por la tarde les tocará a las chicas, Beatriz Pascual, María Vasco, y María José Povés, en los 20 km marcha.  Ruth Beitia completa el programa atlético.

Fuera del estadio, tres españoles se jugarán medallas en piragüismo. Saul Craviotto, Alfonso Benavides y Teresa Portela quieren convertirse en los sucesores de David Cal. Además, las chicas del balonmano femenino buscarán el bronce en un partido complicado, y el Match Race de vela, con medalla segura, quiere ser de oro derrotando a Australia. La participación española la completan los chicos del hockey que se juegan el quinto puesto.

 

 

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