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04
Ago
2012
Cuatro diplomas en otra jornada en blanco en Londres PDF Imprimir E-mail
Otras Noticias - Internacional
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Marta Domínguez estará en la final de los 3.000. Foto cedida por COEMarta Domínguez, que se clasificó para la final de 3.000 obstáculos, única alegría

Los defensores de la delegación española en estos Juegos afirmaban que la pésima imagen dada durante los primeros días, con cuatro jornadas en blanco, no era síntoma de nada. Según ellos, el sorprendente parecido entre los resultados españoles y los de Seúl 88 se debían a la casualidad, y la cosa mejoraría en los días siguientes, pero conforme avanzan las jornadas todo empieza a quedar meridianamente claro: el deporte español ha vuelto a los niveles de 1988.

Y la razón hay que buscarla en una decisión política: el gobierno de Rodríguez Zapatero decidía recortar el Plan de ADO desde 51 millones de euros a solo cinco, sin duda para destinar el dinero a otro tipo de proyectos, y los resultados ya están sobre la mesa. La consecución de un campeón olímpico, como casi todo en esta sociedad, es cuestión de dinero y de inversión, algo que pareció entenderse a la perfección en 1988 de cara a los Juegos de Barcelona, y que situó el deporte español en la élite mundial, pero que al anterior gobierno pareció no importarle demasiado a pesar de que el Ministro de Deportes era el mismo Presidente del Gobierno.

España tiene campeones del mundo y de Europa en una enorme variedad de disciplinas, olímpicas y no olímpicas, y eso se debe a la proyección nacional y al estímulo del deporte que crea la generación ADO. Las estrellas deportivas son referentes para los jóvenes mucho más interesantes que otros elementos que pueblan las televisiones, y la inversión en ellos es una inversión de futuro, una inversión que a la larga sale muy rentable: cada vez que suena el himno de un país en una ceremonia de entrega de medallas, el público potencial que lo está viendo es de cerca de dos mil millones de personas, personas que descubren, conocen o se interesan por ese país en cuestión, y que, tal vez, lo elijan a la hora de invertir o de visitarlo.

Pero además, y es probable que esa sea la verdadera eliminación del Plan ADO, crea sentimiento nacional: durante esta semana hemos visto a una catalana y a una vasca ganando medallas en nombre de España, convirtiéndose en orgullo para toda la nación, y demostrando que el hecho diferencial solo interesa a unos pocos, curiosamente aquellos que se niegan a rebajarse el sueldo o a recortar embajadas, pero no tienen ningún problema en cerrar hospitales o residencias de ancianos.

Y es que la reducción del Plan ADO puede dejar el marcador español por debajo de las diez medallas, sobre todo debido al descalabro del atletismo, que, curiosamente, es el deporte más castigado por el recorte. Así se da la circunstancia de que las tres únicas opciones reales de medalla en la pista de atletismo no tienen su fuente principal de financiación en la subvención sino en el patrocinio. Es muy significativo que las únicas que pueden subirse al pódium sean Marta Domínguez, Nuria Fernández y Ruth Beitia. Detrás de esos recortes en la financiación, además, puede encontrarse la extraña actitud de la Federación de Atletismo en estos juegos durante el caso Mullera.

Precisamente Marta Domínguez fue la única nota positiva de un día bastante gris. Después de una temporada muy complicada, la atleta llegaba tras un mes de baja por lesión y sin referencias reales de sus competidoras. Marta apretó los dientes como sabe hacer y se metió en la final sin gastar excesivas fuerzas. La medallista, además, continuó con su veto a los medios de comunicación negándose a hacer declaraciones tras la prueba, actitud que mantiene después del calvario que ha vivido tras involucrarla en la Operación Galgo.

Marta estará en la final y luchará por medalla, pero otras tres disciplinas consiguieron diploma en la jornada de ayer. Las triatletas hicieron un trabajo espectacular, especialmente Ainhoa Murúa, que se alzaba con el séptimo mejor puesto de la prueba en su primera final olímpica. Murúa supo coger la escapada correcta en el tramo de ciclismo, y no se separó del grupo de cabeza en la carrera a pie, si bien el altísimo nivel de las ganadoras, dejaron descolgada a la española, que consigue el mejor resultado del Triatlón español en su historia. Las otras dos españolas, también bien: Marina Daimlancourt terminó en el puesto24 y Zuriñe Rodríguez, veinte puestos más atrás.

El segundo diploma llegaba también de una disciplina con poca historia en el medallero. Fátima Gálvez demostraba por qué es la primera del ranking mundial en tiro al plato en categoría foso, y lo hacía metiéndose en su primera final olímpica en la que solo pudo ser quinta. Gálvez estuvo a punto de quedarse fuera, teniendo que desempatar con otras dos tiradoras, entre ellas la campeona olímpica, para jugarse el sexto puesto en la ronda final. Y esta prueba, además, deja una de las noticias del día: una tiradora italiana batió el record del mundo dejándolo en un lugar difícil de alcanzar: rompió 99 de los cien platos, fallando solo en uno.

Otro diploma se conseguía en las calles de Londres: uno de los integrantes del equipo masculino de 20 km marcha, Miguel Ángel López, conseguía el quinto mejor puesto en la prueba trayéndose un diploma para una prueba en la que España ya conoce las medallas: Paquillo Fernández consiguió una plata, y Daniel Plaza un oro, hace ya veinte años. Miguel Ángel estuvo en el grupo de cabeza durante toda la prueba, aunque el ritmo del ganador, un chino que batió el record del mundo, no era posible de alcanzar.

El cuarto diploma, por el contrario, tiene un gusto muy amargo. El dúo de tenis masculino perdía el partido por el bronce terminando la competición  en cuarta posición, mejor marca del tenis en estos juegos, y que es la peor desde los Juegos de Seul. Y es que el tenis fue uno de los grandes protagonistas de la jornada:  Serena Williams destrozó a Sharapova en un partido rápido por el oro, mientras que los Bryan derrotaban a los franceses en el partido de dobles.

En otra pista, la de ciclismo, también un poco de todo: Hodei Mazquiarán  entraba en la repesca de la prueba de velocidad, después de romper el sillín en la primera fase, pero no era capaz de meterse en octavos, mientras que Eloy Teruel terminaba en novena posición la primera jornada del ómnium, una suerte de heptatlón de seis pruebas en la pista de ciclismo que debuta en estos juegos. Teruel consiguió terminar tercero tras la prueba de velocidad, coto privado del equipo español que ha sido eliminado del programa olímpico, pero terminaba en el puesto 14 de vuelta rápida. La prueba de eliminación tampoco fue mal: Teruel terminó en el puesto 17 y se sitúa en el 13 de la clasificación global, a la espera de lo que suceda hoy.

Y volviendo al atletismo, mal para la delegación española: en la otra semifinal de 3.000 obstáculos la compañera de Marta Domínguez, Diana Martín se quedaba fuera; Ángel David García se iba a la calle en la primera fase de la misma posta en que se clasificó Usain Bolt  de los 100 metros;  y Ayad Lamdassem El Mouhcin terminaba penúltimo el 10.000.

En deportes de grupo la peor parte se la llevó el voley playa femenino, que se iba a la calle tras perder con las campeonas del mundo, y el balonmano femenino, que, aunque no jugó, perdió una integrante por lesión: Carmen Martín no puede seguir en el juego, y será sustituida por Marta López. Sin embargo los chicos sí tuvieron buenas noticias, al conseguir ganar su último partido de la primera fase y meterse en cuartos de final.

En baloncesto tampoco fueron bien las cosas: la selección perdió con Rusia por tres puntos, y deberá hacer cálculos para evitar a Estados Unidos en la siguiente fase. Y es que la derrota deja a España en segunda posición, y obligada a perder su próximo partido con Brasil si quieren evitar a los yankees, aunque deberán hacerlo con bastante más cuidado que las polémicas badmintonistas asiáticas.

Quienes también sacarán la calculadora son los chicos de waterpolo, que, a pesar de ganar con contundencia a Grecia, son segundos de grupo, por culpa de la miopía del árbitro del partido contra Croacia. Por cierto, sobre este partido hubo novedades ayer: el árbitro ha sido apartado de la competición, aunque no por anular el gol, sino por no hacer caso a su juez de línea. En cualquier caso, el evidente error arbitral condena a España a la segunda plaza. Y de nuevo el arbitraje del waterpolo volvió a ser motivo de polémica: a los griegos les concedieron el doble de superioridades que a los españoles.

Sin embargo éste no es el único escándalo arbitral de la jornada. De nuevo en boxeo se vivió otro momento surrealista: el árbitro dio por ganador a un indio frente a un estadounidense, pero, tras una reclamación, cambió el resultado. La razón, este boxeador es la última oportunidad de los americanos de conseguir una medalla en una de las disciplinas más vistas en el país.

Y al margen de la competición, la villa olímpica sigue dando de qué hablar: los militares, reclutados de urgencia para hacer bulto en las pruebas en las que el público no llenaba las gradas denunciaban la situación en que están viviendo: hacinados, durmiendo al aire libre y en barracones, y sin poder asistir a las competiciones, pues, una vez llenas las gradas, no les dan entrada. Además explicaban a que era debido el desastre organizativo de los primeros días: la empresa contratada para llevar la seguridad en el recinto renunció a hacerlo al comprobar que no podría con ello.

Además, los medios chinos comienzan a criticar la obsesión de su gobierno por alcanzar el oro, y lo hacían explicando lo que sucede en las ciudades cuando un atleta natal se queda con la plata: “los vecinos, congregados para ver la prueba, dejan solos a los padres si el deportista no consigue el oro”. La decisión de los medios de denunciarlo crea una brecha en el sistema chino por la que, tal vez, comience a entrar la luz de la libertad. Y es que China está en el disparadero mundial debido a lo que está sucediendo en los juegos: Ye Siwen y las jugadoras de bádminton han abierto una caja de Pandora que el gobierno intentará cerrar de la única forma que sabe, pero esta vez, con el foco internacional sobre ellos.

Por otra parte, Uruguay ha planteado una queja formal por lo sucedido en el partido de fútbol ante Gran Bretaña: el público inglés, demostrando la tradicional flema británica, no dudó en abuchear y silbar el himno nacional del país, lo que sentó fatal tanto a jugadores, como al resto de la Federación, que han exigido una disculpa. Y es que hace muy poco a favor del mantenimiento de las relaciones internacionales el silbar himnos nacionales, salvo cuando los que lo hacen son también ciudadanos del mismo país, a los que les importa muy poco la repercusión internacional y sobre la economía que pueda tener la decisión.

Y para terminar, dos noticias curiosas: el campeón mundial de los cien metros lisos era expulsado de los juegos, y la razón no es ni dopaje, ni amaño de partidos, ni estar liado con un neonazi, sino por algo mucho más prosaico: Kim Collins prefirió pasar la noche con su mujer a pasarla dentro de la villa olímpica, algo prohibido por el reglamento de los Juegos. Collins anunciaba, tras la decisión, que no volverá a representar a su país: “he sido tratado peor que los que están en la cárcel, ya que ellos por lo menos, reciben las visitas de sus mujeres", afirmaba el atleta que no competirá esta noche con Husain Bolt por el título de campeón de la velocidad. La prueba reina del atletismo, con permiso, por supuesto, del maratón, podría quedar muy deslucida si se cumplen las previsiones de lluvia.

Y la sirenita española tendrá serios problemas para traerse sus dos medallas de plata a casa.  Mireia Belmonte, según explicaba ayer, perdió en la piscina las llaves del cajón donde había guardado su primera plata, con lo que tendrá que romperlo si quiere recuperarla, o traerse el cajón entero.

En el medallero todo apunta a que lo sucedido el viernes, con el vuelco no va a ser flor de un día: Estados Unidos sigue por delante con una medalla más que China, medalla que, además, es de oro, gracias a la impresionante despedida de Michael Phelps. La pregunta es qué sucederá hoy sin piscina. Lo que sí sabemos es que la ausencia de medallas le cuesta caro a España: baja al puesto 36, empatada con Colombia, de un total de 58 selecciones que ya tienen metal.

Y hoy, nuevas opciones de medalla, aunque remotas: prueba de maratón femenino, con tres españolas, Alessandra Aguilar, Elena Espeso y Vanessa Veiga; en tiro, otros tres españoles, Pablo Carrera en pistola, y Alberto Fernández Jesús Serrano en tiro al plato; Eloy Teruel luchará  por el diploma en las tres últimas pruebas del ómnium: persecución, scratch y contrarreloj; y en vela se disputa la medal race de la clase Finn con un español entre los diez mejores. Rafa Trujillo intentará hacer la regata de su vida para escalar posiciones.

 

 

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