Si no consigue la investidura, volverá a votarse el viernes

Tras el periodo de interinidad de dos meses después de las elecciones del 23 de julio, hoy comienza a discernirse la nueva Legislatura en España, y es que hoy el Congreso vive la primera de las dos sesiones del Debate de Investidura del candidato propuesto por el Rey. Así Núñez Feijóo buscará hacer valederos sus 172 votos a favor, los de su partido, VOX, UPN y Coalición Canaria, frente al resto del hemiciclo.

Y no lo tiene fácil, pues si todo el resto vota en contra su candidatura será desechada iniciándose el calendario para las próximas elecciones. Así, para ser investido en primera votación, el popular necesita 176 votos, los que sólo se podrían conseguir con un voto afirmativo del PNV, que lleva semanas jugando al despiste; o con los votos de alguna Federación del PSOE, implosionado tras las críticas de Felipe González y Alfonso Guerra.

Si Feijóo no consigue esa mayoría absoluta este miércoles, los Diputados volverán a verse las caras el viernes, 48 horas después, para volver a votar, y esta vez el popular sólo necesita la mayoría simple, es decir más síes que noes. Y aquí el abanico se abre, pues para tumbar su candidatura es indispensable que absolutamente todo el resto del hemiciclo vote en contra. Con la abstención de PNV, Junts o parte del PSOE, Feijóo sería investido Presidente del Gobierno.

Si, como parece lo más probable, ninguno de estos escenarios se da, se activaría el calendario de la repetición electoral. Es decir, desde el momento de esa segunda votación, los políticos tendrían dos meses para investir a un Presidente del Gobierno, tras lo cual, y si no lo consiguen, se disolverían las Cámaras para volver a las urnas el próximo 14 de enero.

La Sesión de Investidura se celebrará en el Congreso de los Diputados los próximos 26 y 27 de septiembre, con el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, como candidato a la Presidencia del Gobierno tras ser propuesto por S.M. el Rey a través de la presidenta de la Cámara Baja.

El debate de investidura, previsto en el artículo 99 de la Constitución y regulado en los artículos 170 a 172 del Reglamento del Congreso de los Diputados, comenzará a las 12:00 horas con la intervención del candidato a presidente del Gobierno para exponer, sin límite de tiempo, ante la Cámara el programa del Gobierno que pretende formar y solicitar al Congreso la confianza para hacerlo.

Finalizada la intervención de Núñez Feijóo, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, suspenderá la sesión, que se reanudará con la intervención de los representantes de los grupos parlamentarios, en orden de mayor a menor durante un máximo de 30 minutos. El grupo al que pertenece el candidato tomará la palabra en último lugar. Núñez Feijóo les podrá responder uno por uno o de forma agrupada. La segunda intervención de los grupos parlamentarios será, de acuerdo con los tiempos reglamentarios, de 10 minutos.

Una vez acabado el debate se procederá a la primera votación, el 27 de septiembre. La votación es pública por llamamiento, es decir, se nombra a los diputados uno a uno, por orden alfabético a partir de una letra elegida al azar, para que en voz alta digan "sí", "no" o "abstención" a la investidura. En esta primera votación, el candidato necesita el apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara, es decir, 176 diputados, para ser elegido presidente del Gobierno. Si la obtiene, la presidenta del Congreso lo trasladará así a S.M. el Rey para que se nombrado presidente del Ejecutivo.

Si no la obtiene, se realizará una nueva votación pasadas 48 horas. En este segundo debate, que tendría lugar, en su caso, el 29 de septiembre, el candidato tendrá diez minutos para pedir el respaldo de la Cámara, y los representantes de los grupos parlamentarios dispondrán de cinco minutos. En esta votación, el candidato será investido presidente si obtiene mayoría simple, más votos a favor que en contra.

En caso de que Núñez Feijóo no obtuviera la confianza de la Cámara podrían tramitarse sucesivas propuestas siguiendo el mismo procedimiento: el Rey, tras consultar a los representantes de las formaciones con escaño en el Congreso, propondría candidato a través de Francina Armengol. Si en dos meses desde la primera votación de investidura no se hubiera investido presidente del Gobierno, el Rey disolvería ambas Cámaras y convocaría nuevas elecciones con el refrendo de la presidenta del Congreso.