Este incremento del volumen de concesión se puso de manifiesto sobre todo en el segundo trimestre de este año, fundamentalmente durante los meses de mayo y junio, en los que se distribuyeron un total de 2.000 millones de euros.

Estos préstamos se destinaron a financiar los proyectos de inversión y necesidades de liquidez de más de 64.000 empresas y autónomos españoles, con una cuantía media de 64.950,94 de euros. Destaca el dato de que  un 46,23% de los préstamos concedidos a pymes correspondió a operaciones por cuantía inferior a  20.000 euros.

Del total de las operaciones formalizadas, 3.883 millones de euros se distribuyeron a través de la Línea ICO-Empresas y Emprendedores, destinada a financiar inversiones en España y necesidades de liquidez.

Asimismo, se concedieron préstamos a través de las Líneas ICO-Internacional e ICO-Exportadores a corto plazo por un importe de casi 250 millones de euros para financiar la expansión exterior de las empresas españolas. Esta cifra representa un incremento del 57% respecto al volumen de financiación concedida con los mismos fines en el mismo periodo del pasado año.

Todo ello pone de manifiesto el compromiso del Instituto con la internacionalización de las pymes españolas, así como  que la demanda exterior está creciendo de una manera constante. A través de estas dos líneas para la internacionalización, más de 1.500 empresas obtuvieron financiación tanto para inversión como para liquidez.

En conjunto, esta actividad de financiación ha permitido que el ICO siga incrementando su peso en las entidades financieras españolas. Hasta mayo, último dato disponible, el importe del crédito concedido por el ICO supuso el 11,4% del total del crédito a empresas con plazo superior a un año concedido en España.

En cuanto al pasivo, el ICO ha emitido hasta el 30 de junio en los mercados internacionales de capitales un total de 6.292 millones de euros para financiar su actividad. Hay que subrayar que el ICO se financia en los mercados de capitales puesto que no depende de los Presupuestos Generales del Estado. En este sentido cabe destacar el importante componente global en su financiación, dado que 52% de la base inversora ha sido de carácter internacional. Esto pone de manifiesto la confianza que dichos inversores  depositan en el ICO y la positiva evolución de la economía española.

El ICO obtuvo un beneficio después de impuestos de  34,3 millones de euros en el primer semestre de 2013, lo que supone el doble que el mismo periodo del año pasado. Este beneficio es consecuencia de la reducción de costes derivada de la política de austeridad implantada en la Institución, con la que se ha logrado una considerable reducción de gastos de explotación y una mejora de la eficiencia, que ha pasado de un 8,14% en junio del año 2012 a un 5,38% en junio de este año.

Durante este periodo los principales indicadores mantuvieron una tendencia positiva. El índice de solvencia correspondiente a este primer semestre se elevó al 17,28%, frente al  11,94% del pasado año. Por otra parte, la morosidad  se  situó en un 5,53%,  manteniéndose muy por debajo de la media del sector.

El ICO ha definido para 2013 dos grandes ejes de actuación: potenciar tanto la financiación de inversiones y liquidez de las empresas, como  impulsar su internacionalización.

En línea con estos objetivos, el Instituto ha diseñado y puesto en marcha por primera vez un catálogo integral de productos para la internacionalización, con el fin de cubrir todas las necesidades que puedan requerir las empresas a nivel internacional. Desde inversión, liquidez,  capital o cuasi capital y garantías.
Así, se contemplan tres líneas básicas dentro del programa internacional: la financiación de inversiones que realicen las empresas en el exterior, la financiación de exportaciones a corto y a largo plazo y un programa de garantías para empresas que acudan a licitaciones o adjudicaciones internacionales.