Con fuerzas alemanas, francesas y griegas

Izquierda Unida ha constatado las “muchas coincidencias” programáticas e ideológicas que le une a la formación alemana Die Linke y va a estudiar la posibilidad de plasmarlas, también junto al Front de Gauche (Frente de Izquierda) francés y la Syriza griega, en un programa conjunto a las elecciones al Parlamento Europeo que tendrán lugar a mediados de 2014.

Esta es una de las principales conclusiones a las que se ha llegado en la reunión mantenida en el Congreso de los Diputados entre el coordinador federal de IU, Cayo Lara, y el secretario Ejecutivo de Política Internacional y eurodiputado de IU, Willy Meyer, con Oskar Lafontaine, ex líder de Die Linke y actual presidente de su Comisión Internacional.

Tras el encuentro, que duró cerca de una hora y que fue calificado por los participantes como “positivo”, sus tres protagonistas coincidieron en destacar los “efectos perniciosos” que está provocando la gestión europea conservadora de la crisis económica y la total necesidad de plantear “alternativas de izquierdas frente al golpe de Estado de la troika”, tal y como resumieron Meyer y Lafontaine.

Este análisis compartido de la gravedad de la crisis económica y política que sufre la mayor parte de los países europeos es uno de los motivos que lleva a Izquierda Unida a convocar y preparar desde hoy una Conferencia Internacional sobre Europa –en la estarán representadas Die Linke, el Front de Gauche y Syriza, entre otras formaciones- para el próximo mes de junio.

Cayo Lara señaló en declaraciones a los medios de comunicación que “la crisis es global y las políticas neoliberales necesitan una alternativa global”, por lo que resulta imprescindible construir un “programa europeo de mínimos” de cara a las elecciones al Parlamento Europeo de 2014.

Willy Meyer, por su parte, manifestó que los resultados de los recientes comicios italianos son un “ejemplo claro de cómo el golpe de la troika está desmembrando a las sociedades”.

En la misma línea, Oskar Lafontaine reclamó un “cambio completo” de las políticas europeas y ha advertido de que Italia “ha votado contra las políticas de austeridad”. Abogó por pasar de la austeridad a la inversión productiva, reclamó una reforma urgente del Banco Central Europeo (BCE) y acabar con el “dumping salarial alemán”, hecho que señaló como una de las principales causas de la crisis en su país y en Europa.

El dirigente de la izquierda alternativa alemana se mostró convencido de que hay que cambiar el sistema de financiación de los Estados, de modo que puedan financiarse “de forma directa” y con menor coste por el BCE.

Lafontaine ha defendido también la necesidad de introducir reformas fiscales importantes ya que “hay que reducir la deuda de los Estados, pero no a través de los recortes”. En su opinión, deben aumentarse los ingresos públicos y a ello contribuiría esa reforma fiscal progresiva que debe ir dirigida principalmente sobre “las fortunas y grandes patrimonios. Los ricos tienen que pagar más impuestos”.