Estaban infiltrados dentro de una ONG que ayudaba a los represaliados iraníes a instalarse en España

Agentes de la Policía Nacional han detenido a tres personas en Madrid y Santander por su posible implicación una red iraní de espionaje a disidentes del régimen. Infiltrados en una ONG española, a la que acuden represaliados por el país asiático a solicitar asilo, comunicaban a los servicios secretos iraníes las identidades de estas personas que huyeron de su país a causa de motivos ideológicos. Uno de estos peticionarios fue detenido, supuestamente de forma ilegal, en la embajada de Irán en Madrid por uno de los trabajadores, que ha sido arrestado.

Los tres detenidos son considerados integrantes de una red de espionaje controlada presuntamente por los servicios de inteligencia iraníes desde la sede de su propia embajada en Madrid. Se les acusa de vulnerar la confidencialidad sobre datos e informaciones de nacionales iraníes solicitantes del derecho de asilo en España. El objetivo de esta red era monitorizar, perseguir e incluso amenazar a compatriotas residentes en España  considerados disidentes del régimen teocrático iraní.

Los investigadores han destapado las actividades de espionaje llevadas a cabo en una ONG de Torrelavega (Cantabria). Una ciudadana española, asesora jurídica de esta organización no gubernamental, recomendaba a los solicitantes de asilo la intervención durante el proceso de un intérprete en concreto. Este traductor supestamente ponía en conocimiento de los servicios secretos iraníes operativos en la embajada en Madrid, información personal sobre las solicitudes de asilo de ciudadanos iraníes que se tramitaban a través de esta ONG. Este proceso de divulgación de datos vulnera la obligación de confidencialidad que sobre los mismos, y por motivos de seguridad personal, recoge la Ley 12/2009 de 30 de octubre reguladora del derecho de asilo y la protección subsidiaria.

Finalmente, tal y como se ha podido constatar en el transcurso de la operación policial, los disidentes solicitantes de asilo en España y sus familias en nuestro país y especialmente en el de origen, eran sometidos a amenazas de todo tipo por parte presumiblemente de los servicios secretos iraníes, habiéndose constatado incluso la posibilidad de un delito de detención ilegal en el interior de la embajada de Irán en Madrid.

La operación, que permanece abierta, ha sido dirigida y coordinada por el Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid y desarrollada por agentes de la Comisaría General de Información. Se salda por el momento con el arresto en Santander de la asesora jurídica de la ONG y en Madrid del intérprete y de un trabajador de la embajada iraní.