La Policía les localizó intentando entrar por una ventana que habían roto con una piedra

Agentes de la Policía Local de Coslada han procedido en las últimas horas a detener a dos individuos como presuntos autores de un intento de robo en una iglesia de la ciudad.

Los hechos se precipitaron después de que una residente en las inmediaciones de la parroquia de San Pedro y San Pablo, en la zona del Casco, alertara a la Policía Local tras observar que dos individuos trataban de acceder a la iglesia. Lo intentaban a través de una ventana que previamente habían fracturado golpeándola con piedras. Además, ambos sujetos hicieron uso de una valla de obra que se encontraba en las inmediaciones a modo de escalera con intención de acceder al interior del recinto.

Hasta el lugar se desplazaron agentes de la Policía Local quienes, después de recopilar todos los datos, localizaron a ambos varones junto a la propia iglesia. En un primer momento los implicados negaron los hechos, pero finalmente y gracias a la misma colaboración ciudadana, reconocieron que trataban de acceder al templo.

A continuación, los individuos resultaron detenidos como presuntos autores de un delito de robo con fuerza con escalamiento en grado de tentativa y posteriormente trasladados a las dependencias de la Policía Nacional de Coslada. Cabe destacar que uno de los detenidos tenía un amplio historial de antecedentes por robos con fuerza, con violencia, hurtos, etc.

En el contexto de la seguridad ciudadana, desde Policía Local también informan de otra intervención llevada a cabo por este cuerpo en la Avenida de la Constitución.

En la misma, los funcionarios identificaron a un varón implicado en un accidente de tráfico, que ante la presencia policial, intentó abandonar el lugar siendo interceptado por una patrulla. Al preguntarle por lo sucedido, la actitud nerviosa y poco colaborativa del sujeto hizo sospechar a los agentes que pudiera ocultar algo, por lo que estos requirieron al varón para que les mostrase lo que llevaba entre sus pertenencias así como en la mochila que portaba.

A medida que el tiempo transcurría el comportamiento del hombre se fue volviendo más agresivo hacia los agentes, principalmente cuando estos le ocuparon entre sus pertenencias dos teléfonos móviles de prepago escondidos en un calcetín. En el registro de la mochila, los funcionarios también hallaron oculto en otro calcetín doce ganzúas y diecinueve espadines de distintas marcas de cerraduras, además de varios trozos de plástico de radiografías, normalmente utilizados para anular el resbalón de las puertas, un bote con numerosas láminas de plástico utilizadas como testigos para marcar puertas y otras herramientas destinadas para la apertura.

Tras consultar los servicios informáticos, los agentes tuvieron conocimiento de que el varón tenía vigente varias reseñas policiales por encontrarse implicado en robos con violencia, robos con fuerza e incluso por atentado contra agente de la autoridad, entre otros delitos, motivo por el cual, los funcionarios confirmaron sus sospechas llegando a la conclusión de que esta persona era susceptible de dedicarse al robo en interior de viviendas, motivo por el cual, procedieron a su fehaciente identificación, incautación y depósito de los útiles ocupados y traslado de la información a los grupos de investigación de Policía Nacional.