Llevarán una moción al próximo Pleno

En los últimos meses, diversos medios de comunicación han destacado avances significativos y aprobaciones clave para el desarrollo de la ambiciosa "Nueva Centralidad del Este". Este proyecto, con una extensión de 5,5 millones de metros cuadrados, abarcará zonas estratégicas como San Blas-Canillejas, Barajas, Vicálvaro y, por supuesto, el propio municipio de Coslada. Sin embargo, a pesar de las potenciales oportunidades que presenta para la mejora de la calidad de vida de los cosladeños, el Ayuntamiento de Coslada ha permanecido en un preocupante letargo, ignorando la importancia de liderar iniciativas que aseguren la participación activa del municipio en la planificación de su destino, tal y como denuncia el PP de la localidad en un comunicado.

Ante esta realidad, el Partido Popular de Coslada ha presentado una moción que busca despertar al gobierno municipal de su pasividad y garantizar que la ciudad no quede rezagada en las decisiones cruciales que afectarán su futuro. La propuesta incluye medidas clave, entre las cuales destaca la urgencia de negociar y consensuar una solución definitiva a la rotonda de la M-45 antes de la finalización de las obras, así como abordar con seriedad el problema del tráfico rodado y estudiar un modelo integral de movilidad para el municipio. Además de proporcionar información puntual a todos los partidos políticos de la corporación sobre noticias relevantes que impacten en la vida de los ciudadanos.

Paco Becerra, portavoz del Grupo Municipal Popular, expresó su profunda preocupación por la falta de información y participación del gobierno municipal en estas decisiones trascendentales. "La 'Nueva Centralidad del Este' es una oportunidad y un desafío para Coslada. No podemos permitirnos el lujo de quedarnos rezagados".

La "Nueva Centralidad del Este" representa no solo un proyecto de desarrollo urbano, sino también una oportunidad para revitalizar y mejorar la posición de Coslada en la región. Con esta moción, el PP de Coslada busca catalizar un cambio hacia un liderazgo más proactivo y participativo, donde los intereses de los ciudadanos estén en el centro de las decisiones cruciales.