Aprovechó que las alarmas no funcionaban para llevarse más de dos mil joyas

El 28 de abril, durante un apagón nacional en España, se llevó a cabo un robo significativo en un centro comercial ubicado en San Sebastián de los Reyes, Madrid. Este evento dejó inoperativos los sistemas de seguridad del establecimiento, lo que facilitó la ejecución del delito.

El robo fue perpetrado por un único individuo que mostró una planificación meticulosa. Este sujeto logró acceder al techo del centro comercial y, una vez dentro, comenzó a realizar cortes en la tela asfáltica y a hacer butrones en las placas de pladur. Su objetivo era localizar una pasarela interna que conecta los diferentes establecimientos del centro comercial.

Una vez que el ladrón se introdujo en el establecimiento, comenzó a abrir las cristaleras y a hacerse con las joyas expuestas, incluyendo una valiosa colección de oro y diamantes. En total, se estima que el ladrón sustrajo aproximadamente 2.200 piezas de joyería, cuyo valor supera el millón de euros.

Después de llevar a cabo el robo, el autor huyó del lugar utilizando un coche de segunda mano que había adquirido meses antes del incidente. Al día siguiente, se trasladó al extranjero, donde se deshizo del vehículo utilizado en el delito. El sospechoso contaba con múltiples identidades y realizaba frecuentes viajes a otros países europeos con el fin de evadir a las autoridades policiales y a la justicia. Esta estrategia le permitió permanecer en la clandestinidad durante un tiempo considerable.

Finalmente, el 22 de octubre, la Policía Nacional logró localizar y detener al sospechoso en territorio nacional. Fue arrestado como presunto responsable de un delito de robo con fuerza y posteriormente fue enviado a prisión provisional por la autoridad judicial. En el momento de su arresto, las autoridades incautaron casi 3.000 euros en efectivo que el sospechoso llevaba consigo y que no pudo justificar su origen. Además, se descubrió que llevaba colgando del cuello una de las joyas que había sido sustraída del establecimiento comercial, lo que sirvió como evidencia adicional en su contra.