Arganda es una de las localidades con mayor índice de temperaturas elevadas durante los meses de julio y agosto, por lo que es necesario tener en cuenta unos cuidados personales para prevenir los efectos nocivos que puede tener una inadecuada exposición al sol: insolación, quemaduras o cáncer de piel. Los efectos directos que produce el calor en el organismo son diversos, por lo que es necesario tenerlos en cuenta para saber combatirlos.

El de mayor gravedad  es el golpe de calor, que se caracteriza por una elevada temperatura corporal de 40º o más, que afecta al sistema nervioso central y causa secuelas importantes e incluso la muerte, si no hay un tratamiento inmediato. Sus síntomas principales son: calor, sequedad y piel roja, pulso rápido, dolor intenso de cabeza, confusión y pérdida de conciencia.

Algunas personas tienen más riesgo como los ancianos, las personas que padezcan alguna enfermedad o estén medicadas, aquellas que tengan facultades mentales disminuidas, niños menores de 4 años o personas que padezcan sobrepeso. Ante un caso de golpe de calor se debe llamar a urgencias y, mientras se espera, permanecer en una habitación a oscuras y refrescar el cuerpo con paños húmedos. Otros efectos producidos por el calor de menor gravedad, pero importantes, son: el estrés por calor que puede causar molestias y tensión psicológica, y el agotamiento por calor debido a la pérdida de agua y sales, que produce intensa sed, debilidad y dolor de cabeza.

La elección de la crema solar es muy importante, por lo que hay que tener en cuenta sus características. Es importante fijarnos a quién va dirigida (niños o adultos) y las características de la piel, ojos y cabello de cada persona. Es necesario saber para qué zona de aplicación es y para qué tipo de piel. Siempre hay que tener presente que el factor de protección a las radiaciones ultravioleta deberá ser mayor cuanto más claros sean nuestros ojos, cabello y color de piel.

A la hora de tomar el sol hay que adoptar una serie de medidas entre las que se incluyen: evitar largas exposiciones en las horas de mayor radiación (entre las 12:00 y las 16:00 horas), utilizar sombrero para proteger la cabeza, tener cuidado con el uso de colonias y desodorantes ya que pueden producir manchas, usar factores de protección más altos en zonas de playa o de montaña, y aplicar la crema en cantidad generosa sobre la piel media hora antes de exponerse al sol, sin olvidar la aplicación en días nublados. Además, en el caso de los más pequeños, la protección y los cuidados son esenciales, por lo que no es recomendable exponer a los menores de 3 años al sol, por lo que es aconsejable utilizar protectores solares de altos índices, incluso en la sombra, y darles de beber agua con frecuencia.

Combatir las temperaturas elevadas de estos meses de verano es fácil si se sabe cómo protegerse. Entre las recomendaciones se encuentran: bajar las persianas de las ventanas, usar ropa ligera, evitar hacer deporte o esfuerzos cuando haga mucho calor o en las horas centrales del día, permanecer en sitios refrigerados, no salir a la calle en las horas más calurosas y prestar atención a la conservación de alimentos vulnerables. Además, es importante tener en cuenta el aseo personal, la hidratación y beber dos litros de agua al día. Existen ciertos consejos para incentivar la ingesta de agua, como tener el líquido siempre a mano, sobre todo en días muy calurosos. Otra medida para mantener la hidratación es evitar las bebidas con cafeína, muy azucaradas o alcohólicas, sustituyéndolas siempre por agua.