Félix Bolaños visitó la ciudad francesa

El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha viajado a Montauban (Francia) para participar en los actos de homenaje a Manuel Azaña con motivo del 82º aniversario de su muerte.

El ministro se ha desplazado hasta el cementerio de esta localidad acompañado del secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, y del embajador de España en Francia, Victorio Redondo, para depositar una corona de flores, en nombre del Gobierno, en la tumba donde reposan los restos de Manuel Azaña.

Allí se ha dirigido a los presentes para señalar al que fue presidente de la Segunda República como "un gran español y un gran europeo -antes incluso de que existiese la Unión Europea-. Siempre lúcido y cabal, partidario de la fuerza de la razón frente a la razón de la fuerza".

Durante su intervención ha reafirmado también el compromiso del Gobierno para que España nunca vuelva a abandonar a las víctimas y a sus familias.

"Todas las historias serán contadas, ningún nombre será olvidado. La dignidad, la igualdad y la libertad que el golpe de Estado, la guerra y la dictadura trataron de eliminar son los valores que defendió Manuel Azaña y que inspiran la España de hoy", ha destacado.

El ministro ha intervenido también en las jornadas organizadas por la asociación "Presencia de Manuel Azaña", que trabaja para la preservación de la memoria de quien fue presidente de la Segunda República y de la historia de los refugiados españoles.

Bolaños ha subrayado la importancia de la nueva Ley de Memoria Democrática. "Puede que llegue tarde, pero es un esfuerzo por reconocer a las personas que defendieron los valores democráticos y la libertad".

El ministro ha explicado que "como Manuel Azaña, muchas de esas personas que sufrieron la represión y el exilio simbolizaban lo mejor de España".

"Todos perdieron mucho, muchísimo: su puesto de trabajo, sus posesiones, sus amistades, su familia … pero, pasado el tiempo, la realidad es que vencieron. La España de hoy existe porque ellos la mantuvieron viva, y se parece mucho a la que ellos defendieron".

Respecto al exilio, el responsable de Presidencia ha asegurado que "no fue más que la salida de la mejor España, como consecuencia de la dictadura", y ha explicado que hubo incluso mujeres españolas que tuvieron que salir de España entonces y perdieron la nacionalidad por casarse con extranjeros.

"La Ley de Memoria Democrática salda también esa deuda facilitando, a través de los consulados, el reconocimiento de la nacionalidad española a los hijos e hijas, nietos y nietas de aquellos exiliados, que son tan españoles como quienes hemos nacido y vivimos hoy en nuestro país".

Ha desgranado también otros aspectos de la nueva norma, con la que "cumplimos con un deber moral inexcusable. Recordar, reparar y dignificar a las víctimas es un signo de la calidad de cualquier democracia. Y por eso, desde la entrada en vigor de la ley el pasado 21 de octubre, España es un país más decente".