Está situado en el patio del Colegio Dulcinea

El pasado lunes se celebró el Día Mundial del Hábitat, que fue declarado de forma oficial por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 17 de diciembre de 1985. A partir de esa fecha, todos los primeros lunes de octubre se conmemora esta efemérides presidida por un lema en defensa del hábitat urbano y natural. En 2016 la ONU quiere reivindicar la importancia del acceso a la vivienda digna a través del lema “Vivienda en el centro”, otorgando a este derecho fundamental toda la relevancia que representa situándolo en el centro de los objetivos a alcanzar.

En este contexto Alcalá de Henares ha querido reivindicar uno de los símbolos que han constituido desde siempre una parte fundamental de los espacios habitados por el ser humano, los árboles como hogares primigenios de las personas. Para ello se ha contado con la participación de estudiantes de 6º de Primaria del CEIP Dulcinea que, junto con profesorado y dirección del centro, han plantado este ejemplar de origen japonés en el patio del colegio.

El ejemplar plantado hoy es uno de los más bellos de la familia de las leguminosas, a la que pertenece. Se trata de un árbol caducifolio de porte redondeado, que puede alcanzar los 20 metros de altura. De crecimiento rápido al principio éste se ralentiza con el paso del tiempo, llegando a vivir unos 120-160 años.

Además de colaborar en su siembra, los alumnos del CEIP Dulcinea han bautizado al árbol con el nombre de “Sexto” ya que han sido las chicas y chicos pertenecientes a este curso los autores de la siembra. La dirección del colegio ha manifestado su intención de continuar con esta iniciativa plantando un árbol por cada promoción que finalice el ciclo de Educación Primaria.

Nuestra ciudad cuenta con más de más de 60.000 árboles en zonas verdes (sin contar el Parque de los Cerros de Alcalá). Los  árboles ocupan un lugar muy importante dentro del universo del reino vegetal y están presentes en todas las culturas. Los bosques sostienen y protegen la existencia de todos los seres vivos, proporcionan el oxígeno necesario para la vida y salvaguardan la biodiversidad del planeta actuando como defensa natural contra el cambio climático.

La presencia de estas plantas en los medios urbanos mejora notablemente la calidad de vida de sus habitantes. Generan oxígeno, absorben dióxido de carbono y retienen los polvos y partículas presentes en el ambiente.

Además, reducen el molesto ruido que se produce en la mayoría de las grandes ciudades por tráfico, sirenas, obras, etc., todos ellos atenuados por los follajes de los árboles que actúan como barreras naturales y aislantes acústicos, retrasando e incluso deteniendo las ondas sonoras.