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16 Ago 2021 |
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El hombre aceptó la pena para evitar ir a juicio, donde el Fiscal pedía casi dos años de cárcelA pocos días de que terminase el primer Estado de Alarma tenía lugar un suceso que, en circunstancias normales, no habría pasado de anécdota, o, como mucho, un juicio de faltas, pero sin embargo esas circunstancias especiales lo convirtió, a juicio del Fiscal, en un delito de odio por el que pedía casi dos años de cárcel. Todo ocurría el pasado 19 de junio en la terraza de un conocido bar de la calle Segovia de Alcalá, cuando el acusado, un hombre que ejercía como profesor, se sentó en una mesa y comenzó a gritar que “mataría a todos los extranjeros”. Al comprobar que había dos personas con rasgos marroquíes en una mesa cercana, se dirigió directamente a ellos gritándoles, y, tras acercarse a su mesa, la emprendió a puñetazos con uno de ellos, comenzando una pelea entre ambos que se disolvió cuando el resto de clientes les separaron. Tras la denuncia, el Fiscal consideró que existía la agravante de delito de odio además del de lesiones leves, por lo que pedía 21 meses de cárcel para el hombre. Tras alcanzar un acuerdo, se evitaba el juicio, pero el profesor aceptaba una pena de seis años de inhabilitación, siete meses de cárcel y una indemnización de 1.100 euros para el agredido.
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