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01 Sep 2019 |
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Abandonaron a Lorca para proponer una obra creada a base de improvisacionesDespués de tres años profundizando en la obra de Federico García Lorca, Teatro Ilusión cambiaba radicalmente de registro, y además en dos vertientes distintas. Así el grupo se pasaba a la comedia y lo hacía con una obra muy especial, creada a base de improvisaciones nacidas en el taller de teatro. El origen de esta propuesta artística hay que encontrarlo en el Certamen de Teatro para Directoras de Escena del pasado, en concreto en el taller que ofreció la dramaturga Cristina Yáñez durante la programación. Yáñez enseñó a los grupos de teatro participantes una serie de técnicas que Ilusión decidió poner en marcha en una tarde en que llenaron el Salón de Actos de la Casa de la Cultura. Así, con un guión fluído en el que estaban marcadas las pautas de cada personaje, pero no sus diálogos concretos, las actrices salieron a escena, y lo hicieron para mostrar la sorprendente historia de un atraco que termina con la frase que da nombre a la obra: “Que siga la fiesta”.
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