“Reconciliación” será presentado dentro de unos días
El Rey emérito de España, Don Juan Carlos, expresa en su libro de memorias titulado "Reconciliación", escrito junto a Laurence Debray, su profunda nostalgia por España y su deseo de regresar del exilio en Abu Dabi, donde reside desde hace cinco años. En este contexto, reflexiona sobre su vida, su papel en la historia de España y las relaciones familiares que han marcado su existencia.
Don Juan Carlos revela que su exilio, inicialmente pensado como temporal, se ha prolongado por un lustro. Se siente atrapado en una situación donde su libertad está condicionada por las decisiones de su hijo, Felipe VI, y el actual Gobierno de Pedro Sánchez. Expresa su amargura al afirmar que, a pesar de haber contribuido a la instauración de la democracia en España, nunca ha podido disfrutar de esa libertad.
En sus memorias, el Rey emérito menciona que desde su nacimiento no ha sido dueño de su destino. Relata su primer viaje a España y su relación con Francisco Franco, a quien describe con un tono casi paternal. A pesar de su papel histórico, siente que su vida ha estado marcada por las exigencias de la Casa Real y del trono, lo que le ha llevado a una profunda resignación.
Don Juan explica que su exilio fue una decisión tomada para no perjudicar a la Corona ni a su hijo, ante la presión mediática y relacionada con acusaciones infundadas. Acepta que su hijo no estaba al tanto de su destino en el momento de su partida y reconoce que su situación actual es dolorosa, marcada por un sentimiento de abandono.
El Rey emérito expresa su tristeza por la falta de contacto con ciertos miembros de su familia, incluyendo a su hijo y a su nieta, la Princesa Leonor. A pesar de su aislamiento, se aferra a la esperanza de un futuro reconciliado con su familia.
Don Juan Carlos comparte su consejo para la Princesa de Asturias, instándola a ser segura de sí misma y a cumplir con su deber con bondad y respeto hacia la Constitución. Manifiesta su preocupación por su futuro y su deseo de regresar a España.
El Rey emérito aborda el tema de su muerte y funeral, expresando que no tiene conocimiento de planes específicos y que todo depende del Gobierno. Reconoce la tradición de los funerales en el Monasterio del Escorial, aunque no le agrada la idea de ser tratado de esa manera. Mientras aguarda su destino, Don Juan Carlos anhela tener una jubilación tranquila y restaurar la relación con su hijo, además de regresar a su país.
Don Juan Carlos lamenta que su hijo Felipe VI le haya “dado la espalda por deber”, aunque comprende su posición. También expresa su descontento por la falta de visitas de la Reina Sofía y menciona que la llegada de la Reina Letizia ha complicado las relaciones familiares.
El Rey emérito reflexiona sobre su relación con Franco, reconociendo que su ascenso al trono fue gracias a él. Aprecia la inteligencia y el sentido político del dictador, y recuerda su última conversación, donde Franco le pidió mantener la unidad del país, lo que le otorgó libertad para implementar reformas democráticas.
Don Juan Carlos justifica la publicación de sus memorias como un intento de recuperar el control sobre su narrativa personal, ante lo que considera mentiras y exageraciones sobre su vida. Desea contar su historia de manera sincera y abierta.
El Rey emérito admite que su relación con Corina Larssen fue un error que tuvo un impacto negativo en su reinado y en su vida familiar, lo que finalmente lo llevó a abandonar España. Reconoce que esta situación afectó su reputación y que fue una debilidad personal, aunque asegura que nunca comprometió su deber como rey. |