Aprobación de Presupuestos, cumplimiento del Plan de Ajuste e informe del Tribunal de Cuentas, asuntos con que se encontrará el nuevo primer edil

El verano, a priori, es un periodo de reducción de la intensidad informativa: los políticos se van de vacaciones, los vecinos también y las ciudades entran en una especie de letargo del que despiertan en septiembre. Sin embargo, este año no será así: los seis municipios grandes de la Zona Este tienen asuntos muy serios entre manos que harán que este verano sea muy caliente.

Alcalá se enfrenta, dentro de unos días, a la elección de su alcalde, un gestor del que, de momento, se desconoce su apellido, aunque sí se sabe su nombre: Javier. Bello o Rodríguez llegarán a una localidad en la que no hay ni un minuto que perder para llevar a cabo las medidas que deberían haberse puesto en marcha hace unos meses y que la situación de inmovilismo del Gobierno ha demorado en el tiempo.

Y es que la localidad tiene muchos asuntos calientes sobre la mesa, aunque todos se resumen en uno: la delicada situación económica del Consistorio. Así, este verano se hablará de Presupuestos, que, tras la votación de investidura, deberían ponerse en marcha para cumplir con los plazos del Plan de Ajuste, pues de lo contrario la localidad comprobaría como se congelarían las transferencias del resto de Administraciones, poniendo al Ayuntamiento en una situación límite en la que no estaría garantizado ni el pago de las nóminas.

Pero si el cumplimiento del Plan de Ajuste es indispensable, y con él, el desbloqueo de la situación institucional, no lo es menos lo que pueda suceder cuando el Tribunal de Cuentas haga públicos los resultados de su auditoría, algo que se producirá, previsiblemente, en unos meses.