El alcalde y dos concejales, ausentes por estar en cuarentena

En medio de una crisis sanitaria, dos semanas después de vivir la mayor nevada de los últimos cincuenta años, durante una ola de frio polar que ha dejado las temperaturas más bajas que se recuerdan, y a la espera de que una borrasca deje precipitaciones que aceleren el deshielo y puedan provocar inundaciones, Alcalá celebra esta tarde su Pleno Ordinario del mes de enero. Y es que, a pesar de las calamidades, los concejales se reúnen esta tarde en el Salón de Plenos, aunque no estarán todos, ya que el alcalde y dos concejales se encuentran en cuarentena tras haber estado en contacto con cuatro positivos en el comité de crisis que gestionó el temporal de nieve.

Con semejante panorama, lo de menos es el Orden del Día, y eso que viene cargado. Así el Pleno aprobará, a través de una declaración institucional, la petición para que el Gobierno declare la ciudad zona catastrófica, y para que la Comunidad habilite un fondo especial de ayuda a los Ayuntamientos afectados. Además, los concejales declararán de especial interés las obras de la nueva sede de la AECC, lo que supondrá una bonificación en el ICIO.

En la parte de mociones, UP-IU solicitará la creación de una empresa pública que gestione la energía; y que se busque una solución para acabar con los vertidos al Camarmilla; VOX pedirá que se publiquen los datos de ingresos de los grupos municipales en la web municipal, y que se planten árboles en los alcorques vacíos de la ciudad.

El PP, por su parte, llevará una petición para que se mejore el servicio de la Oficina de Empleo; y Cs pedirá que se convierta en museo el Patio de Fonseca del Palacio Arzobispal, y que se instalen semáforos inteligentes.