Firma un nuevo convenio con Ecohispánica sobre la gestión de la planta piloto de tratamiento de basura

Los responsables de la empresa municipal de servicios de limpieza, jardinería y recogida de basura de Rivas, Rivamadrid, firmaron el pasado viernes 10 de mayo, a las 12.00 hrs, en su sede (C/ Mariano Fortuny, 2) una modificación del convenio que ya tenía con la empresa Ecohispánica para la gestión de la planta piloto de I+D+i.

Los cambios en las condiciones del convenio que firmaron en 2010 las dos empresas se resumen en que Ecohispánica abonará a Rivamadrid  el 3% anual de los beneficios totales y el  35% de los beneficios de los proyectos concretos que se desarrollen por la participación de Rivamadrid. Además, Ecohispánica dedicará un 10% adicional de los beneficios anuales de los proyectos en los participe Rivamadrid a I+D+i para proyectos medioambientales.

“Mientras la inversión en I+D+i por las administraciones públicas ha descendido en toda España, desde Rivas hemos mantenido la apuesta por la investigación y el desarrollo en el ámbito del medio ambiente y el crecimiento sostenible”, apunta Fausto Fernández, consejero delegado de Rivamadrid.

El acuerdo tiene una vigencia de tres años contados desde la firma del presente pudiendo prorrogarse un año más, de acuerdo mutuo. Además, se ha eliminado la cláusula en la que se decía que se podría construir una planta de tratamiento en el término de Rivas Vaciamadrid, una decisión tomada por el Gobierno ripense que se hizo pública el pasado mes de abril, en el Pleno Municipal.

Hay que recordar que la tecnología que se está experimentando en la planta piloto de Rivamadrid ofrece un método innovador en el tratamiento de las basuras domésticas con el que, si extendiera, podría hacer innecesaria la existencia de los actuales vertederos. El sistema que ofrece Ecohispánica, emplea vapor de agua para la esterilización y tratamiento de los residuos y consigue un aprovechamiento de los residuos sólidos urbanos muy superior al que consiguen los sistemas actuales. Este proyecto aspira a acabar con las emisiones de CO2 y con los malos olores que producen incineradoras como la de Valdemingómez, una planta de tratamiento de residuos contra cuya instalación se manifestaron, en los años 90, el Gobierno municipal ripense y su ciudadanía.