Con 34 alertas, ha sido el verano más caluroso de los últimos ocho

La Comunidad de Madrid mantuvo activada la alerta por calor, en este verano, durante 34 días, el máximo de jornadas en situación de alerta desde 2004, año en que se implantó el Plan de Vigilancia y Prevención de los Efectos del Calor, y cuya temporada 2012 se inició el uno de junio y finalizaba ayer 15 de septiembre. En los últimos ocho años, el registro más alto de alertas se produjo en 2006, con 28 días, y el pasado año, la Comunidad alertó durante 21 días.

En total, la región madrileña permaneció este verano en alerta roja por calor, es decir, en máximo riesgo durante un total de 18 días (de los que 15 corresponden al mes de agosto), mientras que en 16 jornadas se mantuvo el nivel de precaución. El Plan de Prevención va dirigido a prevenir los problemas de salud que pueden causar las altas temperaturas.

El incremento de las activaciones de alerta se ha visto acompañado, asimismo, por el aumento de los ciudadanos que se han informado a través de la página web de la Consejería de Sanidad www.madrid.org/calorysalud. En total, se han enviado 23.000 correos electrónicos informando de la situación de calor y consejos preventivos, lo que supone un 43 % más de mensajes con respecto al año pasado.

El Plan de Alerta y Prevención de los efectos sobre la salud de las Olas de calor contempló durante esta temporada diversos canales para mantener informados sobre las altas temperaturas a los profesionales sanitarios, a los servicios sociales y a la población en general interesada con objeto de que los madrileños estén prevenidos y adopten, en su caso medidas de precaución.

Entre los canales, se mantuvo la página web, desde la que se difunde un Boletín de Temperaturas, informando mediante iconos en forma de sol del nivel de riesgo junto con la predicción de la situación de calor de los cinco días siguientes. En función de estos parámetros, se define el nivel cero o nivel verde como situación de normalidad. El nivel I, amarillo o nivel de precaución, y por último el nivel II, nivel rojo o de alto riesgo.

El Plan de prevención se dirige a la población más vulnerable a los efectos del calor, que son los ancianos y personas con enfermedades cardiovasculares o respiratorias. En este grupo se incluye a los mayores de 80 años, ancianos que viven solos, con escaso apoyo socio-familiar, enfermos o con situación socio-económica desfavorecida. También por su vulnerabilidad, se dirige a la protección de los menores.