“Un ángel demasiado humano” resume sus 80 años de sacerdocio

Mensajeros de la Paz, en colaboración con Lau Producciones, ha presentado en el Teatro Campoamor de Oviedo la película documental Un ángel demasiado humano. La producción resume la obra social del Padre Ángel García (Mieres, 1937), fundador y presidente de la ONG Mensajeros de la Paz. El acto ha llenado el patio de butacas del Campoamor, siendo una prueba del reconocimiento del que disfruta el sacerdote asturiano en su tierra. Convertido, además, en un referente incluso en el plano internacional, la candidatura del Padre Ángel ha sido propuesta para el Premio Nobel de la Paz de 2017.

Precedidas por la música de la Real Banda de Gaiteros de la Ciudad de Oviedo, las palabras del Padre Ángel se han llevado la mayor parte de los aplausos del acto. “Llego a vosotros un poco achacado y ochenteado, pero sigo soñando y metiéndome en la carne de mis hermanos”, ha declarado, tácitamente emocionado y citando al Papa Francisco.

Antes de la intervención del Padre Ángel, el presidente de la Fundación Cruz de los Ángeles, Serafín Abilio, ha destacado la admiración que La Rebollada, su pueblo, profesa al P. Ángel, quien creó los primeros hogares funcionales de la Cruz de los Ángeles, para niños huérfanos.

Por su parte, las creadoras de la producción, Celia Benito y Elena Alonso, han deseado que el Padre Ángel “siga cumpliendo años y sueños” como los que muestra el documental, que contribuyen a crear una sociedad mejor. Luis Fernández, director comercial de la RTPA, ha hecho público que próximamente emitirán dos capítulos que conforman una serie sobre el fundador de Mensajeros, también desarrollada en colaboración con Lau Producciones. Y, por último, el alcalde de Oviedo, Francisco Wenceslao López Martínez, ha dado paso a la proyección del estreno declarando que él se crio en un barrio de los más pobres de Oviedo, donde conoció a un joven Padre Ángel, que le impulsó “a formarme para trabajar también por los demás”.

Un ángel demasiado humano acerca al espectador la sensibilidad, la peculiaridad y la valentía de un Padre Ángel que no hace ascos a la realidad de la pobreza, el hambre, los conflictos, las enfermedades… tratando de sonreír mientras construye un mundo que duela menos. Un hombre dispuesto a compartir sus causas solidarias con los más poderosos (“puedo ser incómodo, pero no adversario”, confiesa en una de las escenas del documental) con tal de trabajar apasionadamente por las personas y sus derechos.