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05
May
2025
Un robo de cable en el AVE deja tirados a casi once mil pasajeros en plena Operación Retorno PDF Imprimir E-mail
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Foto cedida por Ministerio de Transportes

El Gobierno habla de sabotaje y la oposición pide explicaciones

El domingo, un incidente significativo afectó a más de 11,000 viajeros en una treintena de trenes debido al robo de cobre, lo que resultó en la interrupción de la circulación ferroviaria entre Madrid y Andalucía. Este evento tuvo lugar en un contexto de alta demanda, ya que coincidió con el Puente del 1 de Mayo, un periodo festivo que suele generar un aumento en el número de viajeros.

Más de 11,000 personas se vieron afectadas por la situación, lo que refleja la magnitud del problema. La interrupción de los servicios ferroviarios dejó a muchos pasajeros en una situación precaria. Muchos de los viajeros se encontraron atrapados en trenes que quedaron parados en la oscuridad, sin acceso a agua ni comida. Esta situación generó incomodidad y ansiedad entre los pasajeros, quienes se vieron obligados a pasar la noche en condiciones adversas. Otros viajeros no lograron abordar los trenes y tuvieron que dormir en las estaciones, lo que contribuyó a un ambiente caótico y de desorganización.

Un incidente adicional que complicó la situación fue el enganche de un tren a la catenaria, lo que incrementó el caos en el sistema ferroviario. Este problema técnico no solo retrasó aún más la reanudación de los servicios, sino que también generó preocupaciones sobre la seguridad y la eficiencia del transporte ferroviario.

La normalización de la circulación ferroviaria comenzó a partir de las 9:30 horas del lunes, cuando los primeros trenes de la línea Madrid-Sur pudieron comenzar a operar nuevamente. Sin embargo, la recuperación total del servicio y la atención a los pasajeros afectados probablemente requirieron más tiempo y recursos.

Y tras el caos, llegó la bronca. Los políticos se enfrentaban por las causas de lo ocurrido. En concreto, el Gobierno hablaba de "sabotaje" mientras que la oposición pedía explicaciones. "Nadie está a favor de que haya ningún sabotaje. Y si eso es así, todos lo condenamos. Pero también lo que queda claro es que con este Gobierno nada funciona desde hace muchos años. Faltan reformas profundas, falta sentido de Estado y desde que está gobernando Pedro Sánchez todo es un caos. Está ocurriendo en la red ferroviaria, que nunca había funcionado tan mal. Está sucediendo en la pyme, en los temas de natalidad, en los temas de inmigración, en los temas económicos. Funciona todo mal. Todo aquello que tiene que ver directamente con el Gobierno…no digamos el apagón eléctrico, el futuro energético de España. Todo es un caos, todo va a peor y España no se merece ni su buen nombre ni su economía, que estemos en estas", resumía Ayuso.

"En el caso de las eléctricas, queremos saber la verdad. Y que deje de echarle la culpa a las energéticas cuando esto es una cuestión de una empresa estatal y es un monopolio, que deje de buscar siempre culpables. Y que piense en la España dentro de 10, 15 años, para que se emprendan las reformas necesarias. España tiene muchísimos problemas larvados desde hace largo tiempo y ahora todos los días, uno tras otro, van apareciendo", explicaba.

Carlos Díaz-Pache, portavoz del PP en la Asamblea, criticó al ministro de Transporte y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, por "escudarse tras un sabotaje" para evitar dar respuestas concretas sobre el problema. Díaz-Pache argumentó que la situación actual es el resultado de siete años de gestión socialista, que ha llevado a apagones, averías continuadas, falta de inversión y corrupción.

El portavoz del PP enfatizó que, bajo el liderazgo de Pedro Sánchez, "nada funciona" y que la imagen de España en el exterior es "desoladora", comparándola con la de un "país tercermundista". Además, subrayó que la falta de inversión ha provocado retrasos en el servicio y que, independientemente de si se trata de un sabotaje, el gobierno debería haber ofrecido soluciones inmediatas a los pasajeros afectados, como agua, comida o transporte alternativo.

Díaz-Pache también criticó la falta de responsabilidad del presidente Sánchez, quien, según él, nunca asume la culpa de los problemas, y mencionó ejemplos de cómo el gobierno atribuye las fallas a otras entidades, como las comunidades autónomas o las operadoras privadas. Expresó su preocupación por que la reputación de la alta velocidad en España, anteriormente considerada ejemplar, se vea afectada negativamente, similar a la percepción de los servicios de Cercanías.

Mar Espinar, portavoz del PSOE en la Asamblea, defendió la idea de que el incidente fue un "sabotaje intencionado" y exigió a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad, que se retractara de sus declaraciones, las cuales consideró como la propagación de "bulos". Ayuso había afirmado que los apagones y averías reflejan una "calamidad diaria" en España, lo que, según Espinar, es una política de "carroña" que se alegra de los males ajenos. Espinar también destacó que las líneas afectadas ya habían reanudado su actividad y criticó a Ayuso por no contribuir en la solución del problema.

Manuela Bergerot, portavoz de Más Madrid, se alineó con la necesidad de investigar a fondo el incidente, pero también criticó la reacción del PP, sugiriendo que parecen alegrarse de las dificultades que enfrentan los españoles si eso les permite atacar al gobierno. Bergerot afirmó que el PP se ha convertido en "el mejor amigo del caos".

Isabel Pérez Moñino, representante de Vox, expresó desconfianza hacia el gobierno, calificándolo de "mentiroso y criminal". Esta postura refleja una falta de fe en la capacidad del gobierno para manejar la situación adecuadamente.

 

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, expresó su preocupación y crítica sobre la situación del transporte ferroviario en España, específicamente en relación con la línea de Alta Velocidad (AVE) que conecta Madrid con Sevilla. Su declaración se produjo tras incidentes que generaron problemas significativos en esta línea durante el fin de semana, lo que llevó a Almeida a afirmar que el país está proyectando una "imagen tercermundista".

Almeida argumentó que la situación actual de las estaciones de tren, en particular la estación de Atocha, es inaceptable. Describió la estación como "hacinada de personas", lo que sugiere un evidente desbordamiento y falta de capacidad para manejar la afluencia de pasajeros. Esta imagen, según él, es incompatible con el estatus de Madrid como una gran capital europea.

El alcalde dirigió sus críticas hacia el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Más Madrid, acusándolos de no ofrecer ninguna respuesta o disculpa a las personas que quedaron atrapadas en los trenes afectados por los problemas. Almeida enfatizó que estos partidos no han mostrado empatía ni han reconocido la situación crítica que enfrentaron los pasajeros.

Almeida también destacó que viajar en tren en España se ha convertido en un "riesgo", y responsabilizó al Gobierno de Pedro Sánchez por esta situación. Su crítica se centró en la falta de acción y respuestas adecuadas por parte del Gobierno ante los problemas recurrentes en el sistema ferroviario.

El alcalde mencionó que los problemas ferroviarios se están convirtiendo en algo habitual en Madrid, sugiriendo que la frecuencia de estos incidentes está aumentando. Esto implica una falta de mejora en la infraestructura y en la gestión del transporte público.

Almeida también dirigió su descontento hacia el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, quien había afirmado que el sistema ferroviario español estaba en su "mejor momento". Almeida consideró que tales declaraciones son desconectadas de la realidad que viven los usuarios del tren, quienes enfrentan problemas como robos de cobre y fallos en la infraestructura, como la caída de catenarias.

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible se ha desplazado a Manzaneque (Toledo) para conocer sobre el terreno la dinámica y condición de los cortes de cable sufridos en la tarde ayer en la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla y tratar de extraer alguna conclusión.

"Aparte de la investigación que, lógicamente, está llevando a cabo la Guardia Civil, yo quería pisar el terreno y conocer de primera mano cómo habían sucedido los hechos", ha asegurado el ministro.

El ministro ha dado cuenta de los daños registrados en la alambrada para llegar a la zona de las vías y los puntos vandalizados para acceder al cobre, fundamental para prestar servicio en toda la línea ya que sensoriza las vías y permite saber dónde está el tren. En concreto, se vandalizaron cinco o seis cajas de seguridad que contienen 5 o 6 metros de cable de cobre con una sección muy fina, lo que implica que tienen poco valor en el mercado.

"El móvil económico es difícil de entender. Solamente hay dos hipótesis, una la económica y la otra la de hacer daño. No podemos descartar al cien por cien ninguna de las dos, pero es evidente que la hipótesis que es más posible es la voluntad deliberada de causar un daño en esta vía", ha asegurado el ministro durante la visita.

En este punto, ha recordado que se están finalizando los trabajos de modernización y renovación integral de la línea, en los que se han invertido 700 millones de euros.

Las diligencias previas han detectado cinco cortes de cable en la línea que une Madrid, Sevilla y Málaga en un radio de 12 km, que responden a una acción coordinada y deliberada. Tres de los cortes se han registrado en el municipio de los Yébenes y dos en Manzaneque, en la provincia de Toledo.

Se han sustraído unos 150 metros de cable en ambas vías, que puede tener un valor muy reducido. Apenas 300 euros. Así, el rédito económico que se puede obtener de la cantidad de cobre sustraído es mínimo frente al enorme daño que se ha causado. Se han causado fuertes estragos. Renfe y Adif han trabajado en condiciones muy complejas para resolver la incidencia y recuperar la normalidad en las circulaciones.

 

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