08
Ene
2024
Aranjuez, Daganzo. Mejorada, Alcalá y Pezuela, protagonistas de la crónica negra de 2023 Imprimir
Zona Este - Noticias Zona Este
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Foto cedida por 112

El año terminó con doce homicidios menos que los registrados en 2022

Como al final de cada año, toca hacer balance de los sucesos, y los más impactantes tienen que ver con asesinatos y homicidios, unos sucesos que conmocionaron distintas localidades de la Zona Este durante 2023, y que, en su mayor caso, ya han sido resueltos. Así Alcalá, Pezuela de las Torres, Aranjuez, Daganzo y Mejorada forman parte de la crónica negra del año que acaba de terminar, un año que, a nivel general, deja 35 homicidios en la Comunidad de Madrid, 12 menos de los registrados en 2022, y una de las cifras más bajas de los últimos años. De ellos, cinco se produjeron en la Zona Este.

La crónica negra de la Zona Este comenzaba el 11 de enero, cuando la policía detenía a un hombre de nacionalidad rumana de 63 años por matar a golpes a otro de 68 en una infravivienda de Aranjuez. Todo sucedía a eso de las ocho y cuarto de la tarde, cuando, por motivos desconocidos, los dos hombres de origen rumano que vivían en el área recreativa Rancho Grande comenzaban una pelea que terminaba de la peor forma posible, pues uno de los contendientes, un hombre de 68 años, fallecía por un traumatismo craneoencefálico severo, mientras que el otro, un hombre de 63 años, presentaba heridas leves en las manos. Tras comprobar las heridas de su compañero, el presunto agresor llamaba al 112, que sólo podía confirmar la muerte.

En febrero era en Pezuela de las Torres donde se producía el asesinato de una madame de un club de alterne de la localidad. El pasado día seis de febrero, sobre las 16:20 horas, tenía entrada una llamada en la Central Operativa en Servicio de la Guardia Civil de Madrid, alertando de una reyerta en un club de alterne de la mencionada localidad.

Las patrullas de Seguridad Ciudadana de Carabaña y Campo Real que acudieron al aviso intentaron reanimar, sin éxito, a una mujer dominicana de 44 años que presentaba varias heridas de arma blanca, hasta la llegada de los servicios sanitarios al lugar, y recopilaron los datos de los testigos presenciales de los hechos. La investigación determinó desde el primer momento que la víctima y la presunta agresora habían tenido diversas disputas entre ellas, llegando la primera, responsable del local de alterne, a despedir a la segunda de ellas.

El día seis, día en el que acontecen los hechos, al local de alterne llegó un varón encapuchado, que accedió al interior del mismo junto a la principal encausada y que supuestamente, junto a esta, apuñaló en reiteradas ocasiones a la víctima. Este individuo resultó ser familiar de la agresora, quién supuestamente acudió hasta Pezuela de las Torres para agredir a la mujer fallecida.

Tras la agresión huyeron en un vehículo estacionado en el exterior del local de alterne, cuyo conductor ha resultado ser un conocido de la mujer detenida y que era quién la trasladaba desde Parla para trabajar en el club de alterne de Pezuela de las Torres. Los ahora detenidos, para eludir la acción de la Guardia Civil, permanecieron ocultos en domicilios del sur de la Comunidad de Madrid, cambiaron repetidas veces de terminal móvil y ocultaron el vehículo en un garaje particular.

A mediados del pasado mes de marzo, fue detenida la mujer de 43 años cuando se disponía a coger un vuelo que la llevara hasta Colombia, su país de origen. El familiar de esta mujer, un varón de 25 años, era detenido en la estación ferroviaria de Chamartín y el tercer individuo, un varón de 57 años, fue detenido en Parla en el mes de junio.

También en junio, pero en Daganzo, era detenido un chico de 23 años por asesinar a cuchilladas a su madre y herir a su padre. Todo sucedía a eso de las 1:50 de la madrugada del 28 de junio, cuando el 112 recibía la primera llamada para acercarse a la calle El Gallardo Español. Al llegar al chalet, se encontraban a la mujer, de 56 años, ya fallecida con ocho heridas de arma blanca en el tronco y la espalda.

Además, el padre, de 63 años, presentaba una herida de arma blanca en el abdomen, por lo que era trasladado al Hospital de Torrejón, donde ingresaba en estado leve y con una fuerte crisis de ansiedad. El hijo era trasladado al Gregorio Marañón con heridas de arma blanca en ambas manos, e ingresaba en estado leve hasta ser detenido.

El presunto asesino es un chico de 23 años llamado Lucas que podría presentar una enfermedad mental, y que llevaba tiempo en tratamiento médico. De hecho, tras el crimen ingresaba en la Unidad de Psiquiatría del Gregorio Marañón con un brote psicótico que puede ser el causante del terrible desenlace. Por otra parte, el padre de Lucas, herido en el abdomen de una puñalada, y que fue el primero en alertar a los vecinos de lo que estaba ocurriendo, abandonaba el Hospital de Torrejón con el alta médica al día siguiente tras ser curado de la herida superficial que presentaba.

Según la investigación, Lucas padecía esquizofrenia por lo que estaba en tratamiento. Además, contaban, tras ser detenido fue sometido a un test de drogas que dio positivo en cannabis.

El 3 de julio se producía otro crimen en Alcalá, donde Maricarmen, una mujer de 53 años fallecía tras mantener una discusión con un joven de 25 en un piso de la calle Batanes. Sin embargo lo que podría parecer un homicidio no está tan claro, pues la mujer no presentaba signos de violencia ni heridas de ningún tipo.

Todo sucedía algo después de la una de la madrugada, cuando el joven llamaba al 091 avisando de que una amiga con la que acababa de mantener una discusión no presentaba signos de vida. Rápidamente una UVI se desplazaba hasta el lugar, donde confirmaban el fallecimiento de la mujer. Tras inspeccionar el cadáver y tomar declaración al joven, le detenían acusado de homicidio.

Según la investigación, la muerte de Maricarmen no tuvo ninguna relación con la violencia de género, siendo la principal hipótesis el crimen accidental. Los vecinos relataban que Alejandro, el presunto autor, estaba conviviendo con ella, pues ambos trabajaban en el mismo restaurante y solía pasar noches en su piso. También contaban los vecinos que las discusiones entre ambos eran muy habituales produciéndose una con gritos en la noche de autos, aunque dos horas antes de avisar a los servicios de emergencia.

La crónica negra del año terminaba el 28 de diciembre en Mejorada, donde un hombre mataba con una escopeta de caza a su sobrino tras discutir con su madre. La Guardia Civil, que había centrado la búsqueda en las provincias de Guadalajara y Toledo, trabaja con la hipótesis de un conflicto familiar.

De tal forma, Javier y la madre de Sergio habrían tenido una fuerte discusión, durante la que la hermana de la víctima habría recibido un empujón por el que denunció al hombre. Ya por la tarde, y, según la Guardia Civil, en venganza por lo ocurrido, el hombre habría esperado a su sobrino en la casa en la que vivían los dos, y sin mediar palabra le habría disparado al entrar en la vivienda, tras lo cual inició una huida que terminaba con su entrega dos días después en una comisaría de Tarragona.