Se enfrentaba a once años de cárcel por abusar de un familiar menor de edad y con discapacidad

Este sábado el nombre de Torrejón volvía a saltar a los medios, y lo hacía por una historia sorprendente, rocambolesca y casi surrealista: un hombre era detenido en el barrio de la Zarzuela tras pasar cuatro años en busca y captura después de fugarse para no cumplir una pena de once años de cárcel impuesta tras abusar de un familiar menor de trece años. Lo más sorprendente del suceso es que en esos cuatro años no se movió del piso en que vivía con su familia.

La historia comienza en 2017, cuando, tras la condena, el hombre “desaparece” dejando de tener ninguna posesión a su nombre y dejando perpleja a la Policía. Para hacer más creíble la “huida”, su mujer llegó a divorciarse por poderes, mientras que él no se asomaba a la ventana por riesgo a ser reconocido. Tan sólo salió una vez en estos cuatro años, cuando tuvo que ser ingresado por coronavirus, pero aún en ese caso consiguió mantener la coartada, pues se hizo pasar por su hermano.

Tras no encontrar ningún tipo de rastro del hombre, la Policía volvió al principio de la investigación, estrechando el cerco sobre el piso familiar. Y es aquí donde el prófugo comete el error que será clave para su detención: ninguno de los miembros de su familia utilizaba llave para entrar, lo que significaba que siempre había alguien dentro de la casa.

Según informaba la Dirección General de la Policía, el hombre fue arrestado en 2016 por abusar de un niño de 13 años con el que mantenía vínculos familiares y que presentaba un retraso madurativo del 38%, si bien estaba siendo sometido a un estudio para determinar si padecía algún déficit de mayor gravedad. Por estos abusos que cometió de forma reiterada, el hombre fue condenado a once años de cárcel, aunque eludió a la justicia y ha estado fugado cuatro años, una fuga que terminaba con la detención del hombre hace unos días.