Asociaciones de toda España se reunieron junto a la Estación de Cercanías

El pasado sábado todas las miradas estaban pendientes de Torrejón, y no fue por sus Fiestas sino por otro asunto mucho más polémico, y es que unas doscientas personas se congregaron en la Plaza España para expresar su dolor y condena por la muerte de Abderrahim, un joven marroquí de 35 años, quien falleció tras un incidente con un policía municipal de Madrid. La familia de Abderrahim estuvo presente en la manifestación, clamando justicia entre lágrimas y gritos.

Los asistentes, muchos de los cuales conocían a Abderrahim, compartieron sus impresiones sobre el joven, describiéndolo como "un buen chaval". Algunos argumentaron que la violencia utilizada por el policía no era necesaria, sugiriendo que con una simple técnica de control, como doblarle un brazo, se podría haber evitado la tragedia. La concentración comenzó de manera espontánea, sin un guion preestablecido, lo que permitió que los asistentes se expresaran libremente.

Un momento emotivo ocurrió cuando un grupo de familiares de Abderrahim irrumpió en la protesta, sosteniendo su retrato y pidiendo justicia. La madre y la hermana del fallecido lloraban desconsoladas, mientras el hermano, visiblemente afectado, clamaba por su hermano perdido. Este momento conmovedor llevó a la multitud a ofrecer su apoyo a la familia, lo que fue agradecido por el padre de Abderrahim.

Akkouh Mimou, el padre de Abderrahim, compartió que su hijo había estado recibiendo tratamiento psiquiátrico y había tenido problemas con las drogas y el robo en el pasado. Sin embargo, enfatizó que esto no justificaba la violencia que se usó en su muerte, reiterando que la policía debería haberlo detenido y llevado ante un juez, en lugar de asesinarlo.

La concentración en Torrejón culminó con la lectura de un comunicado que exigía responsabilidades por lo que se describió como un "brutal asesinato" y un llamado a una gran asamblea para organizar acciones futuras. Al finalizar, el hermano de Abderrahim permaneció en la plaza, llorando sobre el retrato de su hermano, mientras otros se acercaban para consolarlo, reflejando el profundo dolor y la indignación que ha generado este trágico suceso en la comunidad.