Con una misa solemne que terminó con un improvisado besamanos

A pesar de la lluvia, la Hermandad del Rosario no tenía problemas en salir a la calle este martes, y es que el motivo lo merecía, ya que se cumplían trece años de la Coronación de la Patrona de Torrejón.

Así, a eso de las siete de la tarde, ocupaban los bancos de la parroquia de San Juan Evangelista para celebrar una misa solemne cantada por el Coro de la Hermandad. Y no estuvieron solos, pues una buena parte del tejido religioso, y alguno de los candidatos a la alcaldía, no quisieron perderse la ocasión de celebrar el Aniversario.

Una ceremonia que terminaba, como marca la tradición, con el rezo de la Salve y un improvisado besamanos a la Virgen del Rosario, que no abandonó su peana, pero si fue girada para poder ser observada por todos los que llenaban la iglesia de la Plaza.