El de Torrejón pudo cortar una oreja de no haber fallado con el estoque

La tarde en Las Ventas prometía mucho, con tres jóvenes novilleros que ya sabían lo que era torear en el Coso madrileño, pero los novillos no les permitieron lucirse. Un desastre absoluto del que solo escapó Gonzalo Caballero, que se llevó dos ovaciones y estuvo a punto de cortar una oreja a su primer animal.

Y es que Caballero fue el único en la Plaza que demostró que quiere ser torero: una preciosa faena a su primer animal, del que sacó auténtico oro, terminó con aviso después de fallar con el estoque, lo que hizo que el de Torrejón no pudiese pasear una oreja en su segunda visita a Las Ventas. El segundo del lote fue aún peor: Caballero comenzó por todo lo alto, pero el animal enseguida se paró por completo impidiendo al novillero salir del Coso con otra cosa que un aplauso.

Y es que, si Caballero lo tuvo difícil, sus dos compañeros salieron aun peor: Adrián de Torres tuvo el mismo premio en sus dos novillos: silencio tras aviso, mientras que Sergio Flores cosechó dos silencios del exigente público madrileño.