El público rompió en aplausos en el momento de la primera levantá después de más de dos años

Al igual que ocurrió en Madrid y en Alcalá, los torrejoneros también se volcaron con la primera procesión de la Semana Santa de la localidad. Así, y bajo un sol de justicia, abarrotaron las calles para acompañar a la Borriquita en su regreso.

Y es que la talla más querida regresaba a las calles después de tres años, pues no procesionaba desde la Semana Santa de 2019, y fue un regreso muy especial que quedaba simbolizado en el momento de la primera "levantá", en que el público rompió en aplausos.

Una levantá también especial, pues por motivos técnicos la Hermandad de la Virgen del Rosario decidió trasladar ese momento, que generalmente se produce en el interior de la iglesia, a la mismísima puerta del Sol de la parroquia de San Juan Evangelista.

Así el público que llenaba la calle Hospital pudo ver en directo el momento en que los Caballeros de la Virgen del Rosario cogían las andas tras un lapso de dos años y dos meses. Y es que hay que remontarse hasta febrero de 2020 para encontrar una procesión en que las imágenes hayan ido a hombros en la localidad.

Pero la normalidad parece haber vuelto a la Semana Santa de Torrejón, que vivió una procesión muy parecida a la de 2019, aunque con la presencia de mascarillas.

Lo que hace 3 años comenzaba como una procesión menor, se convertía en este 2022 en todo un acontecimiento, pues la Procesión de Ramos, desde el centro de la Plaza hasta la Iglesia, pasaba a ser un desfile Solemne que abría una mañana cargada.

Tras la bendición de los Ramos, y tras recorrer el espacio hasta la puerta del Sol, se producía un momento cargado de simbolismo que también se repitió en la Semana Santa de Madrid.

A la llegada de los Ramos a la puerta de la Iglesia, esta permanecía cerrada, abriéndose en el momento en que la procesión llegaba a sus puertas, para simbolizar el comienzo de una muy esperada Semana Santa.

A las 11:30 h, y tras terminar esta primera procesión, la Iglesia acogía la celebración de la Misa Solemne del Domingo de Ramos, una misa que terminaba 45 minutos después cuando los Caballeros y Damas de la Virgen del Rosario cogían la talla de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.

En carroza trasladaban la imagen hasta la misma puerta del Sol de la parroquia de San Juan Evangelista, y allí mismo retiraban las ruedas y las cambiaban por las andas. El toque de campana indicaba la primera levantá, y con ella el comienzo de una procesión muy especial para todos.

Y tal vez por aquello de que era especial, nadie se la quiso perder. Ni siquiera el sol que enseguida hizo acto de presencia para complicar el traslado de la Borriquita por las calles del centro.

El intenso calor primaveral obligó a hacer "chicotás" algo más cortas de lo habitual, alargando un desfile que, como marca la tradición estuvo acompañado por la banda de música de la BRIPAC.

Precisamente los paracas eran protagonistas de uno de los grandes momentos de la mañana, pues a su llegada ante la sede de la Hermandad de la Virgen del Rosario comenzaban a entonar "la muerte no es el final" acompañando con sus voces el paso de la Borriquita por la zona.

Casi dos horas después de su salida la imagen regresaba a la Iglesia, y lo hacía con una última levantá a pulso que se producía entre los acordes del himno de España y el aplauso del público, y que servia para despedir la primera procesión de la Semana Santa 2022.