04
Oct
2021
La Patrona de Torrejón volvió a las calles en una procesión vespertina Imprimir
TorreNews - Sociedad Torrejón
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Fuegos artificiales al atardecer despidieron la primera procesión de la nueva era

Como si se tratase de una metáfora de lo vivido en el último año y medio, la Virgen del Rosario no tuvo fácil volver a las calles de Torrejón, pero, como los torrejoneros que intentan retomar su vida anterior, se creció ante las adversidades para completar una procesión vespertina con final espectacular: la naturaleza, la devoción y la tecnología se aliaron para que la llegada de la Patrona a la iglesia y la habitual salva de fuegos artificiales, coincidiesen con el atardecer para dejar una estampa única e imposible de olvidar.

Pero el retorno de la Virgen del Rosario a las calles comenzaba dos horas antes, cuando la amenaza de lluvia que había pendido sobre la Procesión se disipaba al salir un Sol otoñal que no quiso perderse la primera Procesión de la nueva era. Así, a las seis y media la comitiva habitual de la Procesión más grande de la Hermandad del Rosario tomaba posiciones en la puerta del sol de la parroquia de San Juan Evangelista.

La Banda Municipal de Música, protagonistas también de la Ofrenda, volvía a las calles para acompañar el viaje de la Patrona, al igual que una larga fila de manolas y penitentes. Los Caballeros y Damas, en lugar de como anderos, formaban como “refuerzos” dispuestos a tomar el relevo para conducir a la Patrona de Torrejón.

Y es que la gran diferencia de esta primera Procesión con respecto a las anteriores, además de la mascarilla, fue que la Virgen del Rosario no circuló sobre los hombros de los Hermanos, sino en carroza. Y precisamente la carroza fue protagonista del segundo gran problema a solucionar para que la Patrona se reencontrase con sus fieles. Las ruedas, mucho más altas que los hombros de los anderos, hicieron ganar varios centímetros al paso, lo que provocó serios problemas al llegar a los árboles de la Plaza Mayor. Pero a grandes males, grandes remedios: los organizadores decidieron cambiar el recorrido sobre la marcha cruzando por el lateral la Plaza, y levantando el segundo gran aplauso de la tarde.

Segundo, porque el primero se había producido en la misma puerta de la iglesia, cuando la Virgen del Rosario la cruzaba para dar inicio a su primera Procesión desde aquella Procesión de las Candelas de 2020 con que la Hermandad comenzaba a preparar un 300 aniversario que pretendían celebrar por todo lo alto. Tras cruzar la calle Hospital, y esta vez sin parar para celebrar la tradicional subasta de cintas y Rosario, la comitiva comenzaba un viaje de casi dos horas.

Con bastante mayor velocidad que cuando va a hombros, y pasando entre calles llenas de vecinos, la Patrona completó un largo recorrido que la llevó hasta la misma Avenida de la Constitución antes de volver por la calle Pesquera.

Y justo al final de la calle la tradición volvía a hacerse presente: una gran cascada de fuegos artificiales recibía a la Patrona en su llegada a la Plaza. Sin embargo, el gran momento iba a producirse en la entrada de la calle Hospital. La Virgen del Rosario se paraba al inicio para recibir la salva de fuegos artificiales con que termina esta Procesión desde hace ya varios años, aunque con dos diferencias importantes: los fuegos, al ser de día, tiñeron de colores el cielo de Torrejón; y el atardecer acompañó como fondo el momento.

Sin levantás ni bailes, la Patrona giraba sobre su carroza para encarar la puerta de entrada, siendo despedida por el Himno de España y los aplausos de los fieles, antes de entrar en una iglesia abarrotada que despidió la primera procesión después de año y medio con la tradicional Salve.