En la región la diferencia se sitúa en un 64,2% en las dos últimas semanas

Además de los animales, que han pasado a ocupar espacios hasta ahora vedados para ellos, quien más está sufriendo los efectos del confinamiento es la Naturaleza, que vuelve a respirar al detectarse un muy significativo recorte en la contaminación detectada. Y al frente de esa caída se sitúa una de las ciudades más contaminadas de Madrid, como es Torrejón, que recorta sus datos de calidad del aire un 82,5%, según los datos del Observatorio de la Calidad del Aire.

En la Zona Este también recorta considerablemente su contaminación Alcalá, que alcanza un 60% menos de lo registrado hasta el pasado 14 de marzo. Algete, con un 70,8%; Aranjuez, con un 44,4%; Arganda, con un 36%; Coslada, con un 61,4%; Orusco de Tajuña con un 50%; Rivas, con un 76,5%; y Villarejo de Salvanés, con un 68,4% también vuelven a respirar gracias al confinamiento. En total, el recorte de la contaminación en la región madrileña se sitúa en un 64,2%.

La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Algete ha hecho públicas las cifras del Observatorio de la Calidad del Aire de los últimos días. En ellos ha que destacar que desde mediados de marzo hasta hoy se ha reducido un 70,8% el dióxido de nitrógeno en el aire de Algete, teniendo en cuenta siempre la situación extraordinaria de confinamiento por la pandemia de Covid-19. Esta reducción es junto con la de Colmenar Viejo, Rivas-Vaciamadrid y San Martín de Valdeiglesias las más importantes de la Comunidad de Madrid.

Los datos de la estación de medición de la calidad del aire instalada en el Parque Europa de Algete, al igual que los de la inmensa mayoría de las ciudades españolas y europeas, muestran una caída de la contaminación del aire, debido fundamentalmente a la reducción del tráfico. Así, mientras que en los 74 primeros días del año (hasta el 14 de abril), la media de Dióxido de Nitrógeno (NO2) era de 24 microgramos por metro cúbico (24 μg/m3), desde el 15 de marzo al 1 de abril la media de Dióxido de Nitrógeno ha descendido hasta los 7 microgramos por metro cúbico.

Este es uno de los efectos indirectos positivos de esta pandemia inédita. Las restricciones a la actividad económica y al tráfico aéreo, terrestre y marítimo, así como el cierre de industrias y el confinamiento poblacional ha permitido una sorprendente caída de la contaminación ambiental y de las emisiones de gases con efecto invernadero que, a la vista de los datos arrojados por el Observatorio de la Calidad del Aire, también son evidentes en Algete.

El Observatorio de Calidad del Aire es una ASOCIACIÓN de expertos al amparo de la Ley Orgánica 1/2002, registrada en el Ministerio del Interior con nº: 608436, de fecha 28 de septiembre de 2.015.

La finalidad del Observatorio de la Calidad del Aire es la comunicación a los ciudadanos del estado de calidad del aire que respiran, exponiendo información independiente, objetiva y homogénea sobre los datos emitidos por las Comunidades Autónomas, los Ayuntamientos de Madrid, Valladolid y Zaragoza y el Gobierno de España a través del Ministerio para la Transición Ecológica y de la Agencia Estatal de Meteorología.

El Observatorio de Calidad del Aire transforma los datos en el Índice de Calidad del Aire (ICA) de fácil usabilidad por el público.​​​​​​​ El ÍNDICE DE CALIDAD DEL AIRE es el nivel de contaminación existente en una zona, basado en los datos de las estaciones de vigilancia de la calidad del aire. BOE 28.3.19/Orden TEC/351/2019, de 18 de marzo, por la que se aprueba el Índice Nacional de Calidad del Aire.

El Observatorio de Calidad del Aire estudia la evolución de la contaminación por medio de la plataforma de análisis de datos aireas, remitiendo información a las administraciones públicas y a los medios de comunicación.

El Observatorio de Calidad del Aire reúne socios expertos en calidad del aire que se organizan mediante los estatutos de la asociación y que toman las decisiones de acuerdo a la mayoría de los votos de las asambleas generales.

El Observatorio de Calidad del Aire se financia mediante la aportación de los propios socios y mediante las subvenciones de las administraciones públicas y de las entidades privadas.

Observamos la influencia que tiene la reducción del tráfico para llegar a tener un aire con la salubridad suficiente. Lo hacemos en una ciudad grande, como es Madrid, más una comunidad autónoma con 23 estaciones situadas en 23 municipios distintos, desde el más poblado, Móstoles (209.184 hab), hasta El Atazar (89 hab). En la Comunidad podemos visualizar Leganes por tener mayores valores de NO2 y mayores valores de partículas. En la ciudad de Madrid podemos visualizar la estación Farolillo (mayor NO2) y Castellana (mayores PM10 y PM2,5).

ESTACIÓN: FAROLILLO NO2: Pasamos de un valor del contaminante de 55 a 25 (µgr.m-3), reduciéndose un 54,5%, llegando a un valor del ICA de BUENO.

CASTELLANA PM10, PM2,5: pasamos de valores de los contaminantes de 25/15 a 11/7 (µgr.m-3), reduciéndose un 55%, llegando a un valor del ICA de MUY BUENO.

Finalmente y como conclusión podemos empezar a pensar si queremos tener un mundo como el actual, respirando un aire contaminado o si queremos respirar un aire saludable, para nosotros y para nuestra familia.  Si decidimos que nuestra decisión es respirar aire sano y viendo lo ocurrido estos días, no nos queda más remedio que imaginar  que necesitamos cambiar nuestra forma de movilidad, cambiando los sistemas privados a los transportes públicos, sobre todo los trenes y metros, que llevan mucha población con poco coste.

También podemos concluir que cuanta más parte de las ciudades sean cerradas al tráfico, mayor será la posibilidad de reducir la contaminación por ello. Por lado contrario, cuanto más se mantengan abiertas las calles y zonas, mayores dificultades encontraremos para reducirlo. Ecologistas en Acción se solidariza con todas las personas que están padeciendo la pandemia y sus consecuencias, así como con los servicios públicos esenciales que están enfrentando la emergencia sanitaria y social.

El informe elaborado por Ecologistas en Acción analiza los datos oficiales de dióxido de nitrógeno (NO2) recogidos en 125 estaciones de medición, repartidas entre 24 ciudades del Estado español durante el mes de marzo de 2020 y de los diez años anteriores. Presenta, por lo tanto, una foto fija de la calidad del aire urbano en el último mes, antes y después de la declaración del estado de alarma y las medidas de confinamiento.

Entre sus principales conclusiones, destacan:

· Desde la declaración del estado de alarma el pasado 14 de marzo se ha producido una reducción drástica de los niveles de contaminación atmosférica por dióxido de nitrógeno (NO2) en las principales ciudades españolas, reducción que se ha cuantificado en un 55 % de los niveles de contaminación habituales en estas fechas, durante la última década.

· La mejora de la calidad del aire está siendo general, tanto en los centros de las ciudades como en las periferias urbanas, al igual que son generales las medidas de limitación de la circulación adoptadas. Si bien persiste una cierta diferencia entre la contaminación registrada, mayor en las estaciones orientadas al tráfico que en las de fondo urbano.

· Los niveles de NO2 registrados durante el estado de alarma son los más bajos para la segunda quincena del mes de marzo de la última década, en todas las ciudades analizadas. Se mantienen además muy por debajo del valor límite y la guía anual de la OMS, cuando en las estaciones de tráfico dicho umbral se supera frecuentemente, en el mes de marzo.

· Territorialmente se aprecia una menor reducción de la contaminación en las ciudades de la cornisa cantábrica, debida quizás a factores meteorológicos no identificados. En cambio, las ciudades del litoral mediterráneo son las que más han rebajado los niveles de NO2, hasta concentraciones en ocasiones propias de estaciones rurales de fondo.

· Las precipitaciones y la inestabilidad atmosférica predominantes durante el mes de marzo también han contribuido de manera importante a mejorar la calidad general del aire.

· El dióxido de nitrógeno (NO2) es el contaminante típico emitido por los tubos de escape de los automóviles (además de por las calderas industriales y domésticas) por lo que su evolución está directamente ligada a las emisiones del tráfico motorizado, siendo ésta su principal fuente en las ciudades y el principal factor que influye en la calidad del aire urbano.

·  El NO2 provoca cada año en España alrededor de 7.000 muertes prematuras, según el Instituto de Salud Carlos III y la Agencia Europea de Medio Ambiente. Es un gas irritante que agrava las enfermedades respiratorias y merma la resistencia a las infecciones, por lo que su drástica reducción es una buena noticia, en el contexto de emergencia sanitaria actual.

· Aunque no son objeto del informe, las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5) y el ozono también han disminuido de forma notable en la segunda quincena de marzo. La drástica reducción de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), principal contaminante precursor del ozono, puede haber contribuido a esta circunstancia, junto al tiempo inestable y lluvioso.

· La crisis de la enfermedad COVID-19 demuestra que la reducción estructural del tráfico motorizado y los cambios en las pautas de movilidad son la mejor herramienta para rebajar la contaminación del aire en las ciudades. Sin olvidar que esto se ha producido en el marco de una situación extrema, en absoluto deseable, que está originando muertes y graves problemas a muchísimas personas.

En definitiva, esta dramática situación creada por la pandemia del coronavirus viene a corroborar algo en lo que viene insistiendo Ecologistas en Acción y toda la comunidad científica: que la reducción del tráfico motorizado en las ciudades tiene claros efectos en la disminución de la contaminación, algo que a su vez supone una importante mejora de la salud pública.

Una vez se salga de esta dura crisis, del confinamiento y las limitaciones a la circulación de las personas, esta constatación debería marcar las políticas de movilidad urbana, implantando zonas de bajas emisiones ambiciosas, recuperando el transporte público y potenciando la bicicleta y el tránsito peatonal, como medios de transporte alternativos al vehículo a motor privado.