06
Oct
2018
La Virgen del Rosario estrenó manto torrejonero en su Ofrenda Floral Imprimir
TorreNews - Sociedad Torrejón
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Por primera vez tras doce años, la Patrona salió bajo palio en la apertura de las Fiestas

Era su puesta de largo ante los torrejoneros tras la restauración a la que había sido sometida, y la Virgen del Rosario la aprovechó con creces. Así, los Caballeros y Damas de la Hermandad celebraron una Ofrenda Floral de cinco horas y media cargada de sorpresas. Y es que, por primera vez tras doce años, la Virgen abandonaba la parroquia de San Juan Evangelista bajo palio.

La imagen, que enseguida fue blanco de las miradas de sus vecinos, se instaló en su lugar habitual de la Plaza, y lo hizo minutos antes de que se desvelase el secreto mejor guardado: el color del manto que iba a ser protagonista de los tres días siguientes. Y aquí de nuevo volvió la sorpresa, pues la Virgen del Rosario escogía un manto típicamente torrejonero para reinar sobre su pueblo.

Así, las flores moradas y amarillas fueron, muy lentamente, llenando la estructura de madera que representa el manto mientras por delante de la Patrona pasaban autoridades y vecinos. Y en este momento se produjo otro de los cambios más importantes de la tarde, pues en lugar de comenzar por las autoridades civiles, la Hermandad decidió utilizar el protocolo tradicional, con las autoridades militares y religiosas abriendo el desfile.

Precisamente en el momento en que los que pasaban por delante de la Virgen eran los propios Caballeros y Damas de la Virgen se producía el acto que solía abrir la Ofrenda hasta el año pasado: el traspaso de la banda de Caballero de Honor, un título escogido por los propios Hermanos, y que en este 2018 recaía sobre Antonio Blasco “por su entrega con el grupo de anderos de la Virgen”, tal y como explicaba la Hermandad. Blasco sucede en el cargo a Marcelino Díaz Mayordomo, que recibió la distinción el año pasado.

Tras el protocolo continuaba la Ofrenda, y lo hacía con los partidos politicos, casas regionales y asociaciones con representación en la localidad, que precedieron a los vecinos. Eso sí, por aquello de que la imagen de la Virgen era nueva, no fueron pocos los que quisieron una foto con la imagen, lo que ralentizó de forma considerable el desfile. Y, conforme los Caballeros fueron, con los arneses enganchados a la estructura de madera, rellenando de flores el bastidor, se desvelaba otra de las sorpresas de la Ofrenda, pues la corona que luce la imagen en su espalda llevaba claveles de color rojo que fueron entregados por los miembros de la Junta Directiva de la Hermandad.

Así, y mientras los vecinos escuchaban las canciones de la Rondalla de Torrejón y el grupo de gaiteros “Lume de Biqueira”, los Caballeros y Damas fueron colocando las flores para componer el espectacular manto de flores, una tarea en la que participaron hasta los Hermanos más jóvenes. Así, a eso de las once y media de la noche, los Hermanos daban por concluída la Ofrenda, colocando entorno al manto una gran bandera de España y los ramos dejados por las asociaciones.

Sin embargo, la noche aún no había terminado pues todavía quedaba devolver la imagen de la Virgen al interior de la iglesia. Y esto, que históricamente ha sido una procesión “semiclandestina” celebrada mientras continúa el concierto al otro lado de la Plaza, congregaba mucho más público del habitual, al coincidir con el final del recital de Rosario.

De tal forma, los Caballeros y Damas se llevaron en andas, y acompañados por el repique de las campanas de la iglesia, a su Patrona en un corto recorrido no exento de dificultades, y es que, la altura del Palio obligó a los anderos a agacharse en dos momentos del recorrido para permitir que la Virgen cruzase por entre las ramas de los árboles. Estas maniobras de los Hermanos fueron recibidos por su numeroso público con aplausos y “vivas” a la Virgen. Con cada vez más público en torno a ellos, los Caballeros llegaban a medianoche hasta la Puerta del Sol, donde tuvieron que volver a agacharse para dejar entrar el palio que acompañaba a la Patrona torrejonera en la primera noche de las Fiestas en su honor.