17
Dic
2017
La otra Capital Europea de la Navidad recibe dos millones de visitantes cada año y reparte sus actividades por toda la ciudad Imprimir
TorreNews - Sociedad Torrejón
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Foto cedida por Village de NoelLieja lleva 32 años siendo el principal polo turístico de Bélgica en periodo navideño

No sólo Torrejón ha conseguido para este 2018 el título de Capital Europea de la Navidad, si no que comparte el título con la ciudad belga de Lieja, una ciudad que hace unos días agradecía el premio y anunciaba que acudirá a recogerlo el próximo miércoles a la Puerta del Sol de Madrid. Lieja también explicaba que “Cité de Nöel” es un proyecto puesto en marcha hace 18 años para hacer aún más grande “Le Village de Nöel”, un gran poblado navideño instalado en el corazón de la ciudad y que, con doscientos puestos, es el mercado navideño más grande del mundo.

Y es que el poblado dista mucho de ser un mercado al uso, ya que los puestos están instalados en “minicasas” que componen un pueblo en el que no faltan ni el Ayuntamiento (con alcalde y concejales encargados de velar por el buen funcionamiento del pueblo), ni la iglesia (con un portal de marionetas animatrónicas que realizan un espectáculo cada cierto tiempo) ni la oficina de Correos, y además organizados en calles, plazas y boulevares. “Le Village de Nöel”, creado hace 32 años, también tiene una noria gigante, una pista de trineos y uno de los principales atractivos de este mercado por el que pasan dos millones de personas cada año: una exposición de bolas de Navidad que cada año aumenta y que representa personajes, costumbres y escenas de la vida en Lieja.

Este mercado fue el origen de la Navidad en Lieja, pero enseguida se vio acompañado por otras actividades. Así, por ejemplo, desde hace ya 19 años la localidad instala una gran pista de hielo en una de las zonas más comerciales. Con 500 metros cuadrados, y capacidad para 250 patinadores, la pista organiza conciertos y espectáculos para animar a los que se acerquen.

Y, al igual que Torrejón, Lieja tiene su circo, en concreto el Festival de Circo Europeo, uno de los más prestigiosos del año que reúne, desde hace 27 años, a los mejores artistas del continente, además de una representación en vivo de “La Bella y la Bestia” con cuarenta actores. El Festival cuenta con un jurado muy especial, ya que el propio público vota tras cada uno de los espectáculos que se organizan para elegir a los mejores. El Festival de Circo, así, termina con una gran gala de entrega de premios en que se desvela quienes se llevan el oro, la plata y el bronce. Pero además la pista vive una noche muy especial en pleno 31 de diciembre, ya que se organiza una función durante el cambio de año, una función en la que el fuego es protagonista (por cierto, al igual que en el resto de la ciudad, que recibe el nuevo año con un espectáculo de fuegos artificiales).

La última propuesta en sumarse al programa de la “Cité de Nöel”, hace ya nueve años, fue el Festival de Esculturas de Hielo, una cita que reúne bajo una carpa de más de mil metros cuadrados, y a una temperatura de seis grados bajo cero, a los mejores escultores sobre hielo del mundo. Y además el Festival es temático, con nuevas figuras cada año, y en esta ocasión está dedicado al 25 aniversario de Disneyland París.

Diez años cumple ya el que es uno de los grandes atractivos de la Navidad en Bélgica, “La Navidad en la Catedral”, un espectáculo de luz y sonido que convierte en lienzo las paredes interiores de la Catedral de San Pablo, la principal iglesia de la ciudad. A través de videomapping e iluminaciones, se va contando una historia que dura unos quince minutos y por la que ya han pasado más de 50.000 personas.

Y en los días previos a fin de año toda la ciudad se convierte en galería de arte, ya que se celebra el Festival de Árboles de Navidad, un clásico que ya suma su 13ª edición y que llena todos los rincones con la luz y el color de los árboles más originales. La idea de este Festival es original y se convierte en otro de los atractivos de la Navidad liejense: los artistas locales realizan obras que permanecen en las calles de la localidad durante unos días en las que el diseño, el arte y la luz son protagonistas, y de entre ellos los visitantes eligen la mejor.

Y por si fuera poco, la localidad organiza cruceros fluviales por el río Mosa que atraviesa la ciudad todos los fines de semana de la Navidad, cruceros que permiten ver uno de los mercadillos más grandes de Europa, además del más antiguo de Bélgica, el mercado de La Batte, a orillas del río. Además de estos grandes eventos, la Navidad de Lieja reparte por toda la ciudad conciertos, exposiciones y espectáculos callejeros que convierten la localidad de casi doscientos mil habitantes en una más que justa ganadora del título de Capital Europea de la Navidad.