Según explican, hay tratamientos durante todo el año

Desde hace unos días, por RRSS y demás canales de comunicación digital, el Ayuntamiento ha recibido numerosas peticiones de información sobre el control de la plaga de la Oruga Procesionaria, la cual remitimos a continuación:

El tratamiento contra la procesionaria se hace de una manera integral en cuatro fases, estas fases se han aplicado en el municipio de San Fernando de Henares durante el periodo comprendido entre Junio 2018 hasta día de hoy:

- Primera Fase: Captura de polillas adultas mediante trampas de feromonas. Durante el verano de 2018 se colocaron dentro de una bombonas situadas en distintos puntos del municipio varias capsulas de feromonas. Este atrayente hormonal busca la captura de machos adultos que eviten la fecundación de los huevos puestos por la hembras en los brotes nuevos de los pinos.

- Segunda Fase: Tratamiento con endoterapia: este tratamiento consiste en inyectar al árbol una materia activa (abamectina) y que el propio árbol, a través de su savia, lo traslade a todos los puntos del árbol. De esta manera las mariposas de la procesionaria y los primeros estadios larvarios, al alimentarse del árbol, se mueren. De esta manera se disminuye la población y por tanto la influencia de la plaga. Durante el otoño de 2018 se han tratado numerosos pinos como por ejemplo los de las calles del Paseo de los Pinos, Abogados de Atocha, Cementerio, etc. Este tratamiento es complementario al del año 2017, puesto que en este año se trataron la totalidad de los pinos del municipio y este año se ha procedido a una repetición del tratamiento en aquellos elementos más problemáticos. Los tratamientos de endoterapia suelen ser bianuales pero en el municipio se ha optado por una repetición localizada de algunos elementos.

- Tercera Fase (fase actual): Eliminación de nidos de procesionaria manualmente. Este proceso consiste en la revisión de los pinos mediante observaciones terrestres, en los lugares en los que se localiza los nidos de procesionaria, se procede a su eliminación vía mecánica, es decir, usando los medios que disponemos como la cesta elevadora, los andamios, etc., y con las herramientas de poda se eliminan los nidos que se van identificando.

- Cuarta Fase. Captura mediante trampas de los gusanos de procesionaria. En algunos puntos del municipio se han colocado en los pinos unas trampas consistentes en un aro de plástico y con terminación en una bolsa, en la cual las orugas adultas de procesionaria, en su proceso de descenso, se quedan atrapadas en esta trampa. Este proceso se realiza para que las orugas no completen el último proceso de conversión a polilla que realiza en el suelo en terrenos blandos. Esta fase es la más difícil de controlar puesto que los nidos de procesionaria están diseminados por todas partes y solo se colocan las trampas en unos pequeños puntos del núcleo poblacional de pinos.

Por último recordar que esta plaga es una de las más difíciles de controlar, muestra de ello son las numerosas fases de control a las que se someten, mientras que en otras plagas solo se hacen un par de aplicaciones con producto en esta tenemos que acometer hasta cuatro fases en un periodo muy largo de tiempo.

Además al ser una plaga endémica de la geografía española y sobre todo de la comunidad de Madrid, es muy difícil de controlar y acotar puesto que puede aparecer en árboles particulares, árboles anexos a zonas ajardinadas o árboles de otros municipios, por lo que se puede diseminar fácilmente por la zona.

Este año está siendo bastante propicio para que esta plaga se propague, las temperaturas suaves del invierno y las elevadas temperaturas de estos últimos días de la estación está provocando que se regeneren muy rápidamente, prueba de ello es que en nuestro proceso de eliminación de bolsas de orugas estamos observando cómo en puntos en los que hemos eliminado esta bolsa en unos pocos días se nos vuelve a provocar una nueva.

Si más, acabar diciendo que esta plaga no es mortal para el árbol, solo produce pequeñas defoliaciones en los puntos donde aparece la bolsa, debido a la alimentación que requieren las orugas para realizar las fases de pupación. Lo único “molesto” de esta plaga son las orugas cuando bajan a realizar el cambio a polilla, puesto que esta oruga posee pelos urticantes que en muchos casos pueden producir picaduras o escozor.