La votación se realiza a través de Internet

La Red de Recuperación de Alimentos de Rivas (RRAR) opta a los premios anuales de la Asociación Pro Derechos Humanos 2016, unos galardones que distinguen la trayectoria de personas o colectivos en el ámbito de la solidaridad, la paz y la justicia, entre otros. La candidatura de la RRAR ha obtenido hasta la fecha 1.276 votos, y el plazo para apoyarla se mantiene abierto hasta el próximo viernes 29 en la web de la Asociación Pro Derechos Humanos. La votación se realiza on line, anotando el nombre de quien la emite y un correo electrónico.

La red solidaria ripense está integrada por vecinas y vecinos que en 2012, y ante el contexto de crisis económica feroz y vulneración de derechos, decidieron organizarse para ayudar a las personas con menos recursos, víctimas de una nueva situación sobrevenida ante la pérdida de un empleo o a la continuación prolongada de falta de ingresos. Así, emprendieron un trabajo organizado para recuperar alimentos y demás productos básicos, y buscaron la colaboración voluntaria de gente que pudiera aportar tiempo y conocimientos a la causa.

Hoy, un centenar de personas colaboran con la RRAR en las campañas que organiza, tanto en supermercados de Rivas como en actividades del municipio en las que instalan puntos de recogida de víveres o productos de higiene. Además, el Ayuntamiento les cedió el pasado año una nave en la calle Crisol para el almacenamiento de los alimentos no perecederos que dona la ciudadanía ripense.

El derecho a la solidaridad constituye la base de la labor que realizan desde una óptica integradora y no caritativa, corresponsabilizando a la población en el trabajo de detectar casos de necesidad y ofrecerles la ayuda de forma discreta. "Su dedicación, trabajo desinteresado y espíritu solidario hacen a la Red de Recuperación de Alimentos merecedora del Premio Nacional de Derechos Humanos 2016", apuntan desde la organización de los galardones.

La RRAR sigue de cerca la candidatura que ocupa hasta el momento el primer puesto: un juez de control de estancia del Centro de Internamiento de Extranjería (CIE) de Madrid, cuya labor ha mejorado las condiciones de vida de las personas retenidas en estas instalaciones. Dos periodistas, una revista económica, las Brigadas Internacionales de Paz y la asociación Abuelas de Plaza de Mayo completan el resto de aspirantes a este premio nacional de derechos humanos.