19
Mar
2019
Cultura por Manoletinas Imprimir
Punto D Vista - Otra mirada
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Foto cedida por Ayuntamiento de MadridJesús Hernández Gallardo

Manuela Carmena quiere ganar las Elecciones Municipales en Madrid, es una intención lícita y loable, de eso se trata. Para ello está completando una iniciativa cargada de agresividad a la tradición, a lo que cala hondo para el sector más amplio, donde predomina el sentimiento católico. No es la primera vez que lo hace, otros años ha manifestado su postura contraria a la Semana Santa y ahora mantiene este ataque, sumando una ofensiva cargada de provocación y oportunismo. En los locales municipales se va a estrenar una obra de teatro titulada "Dios tiene vagina”.

Supongo que la representación responderá a la misma bazofia que el título, aparecen los actores desnudos, intentando simular una procesión, con costaleros; todo muy pornográfico y transgresor. Basada en la intolerancia con el Catolicismo, Carmena se envalentona y encrespa mostrando su apuesta más incisiva, impregnada en la escoria teatral del Matadero, en plena Cuaresma. Choca el maltrato al Catolicismo con el cariño y sensibilidad con la religión musulmana. No se atrevería nunca a actuar con la misma desfachatez con los musulmanes, por el miedo a la reacción virulenta de estos; todo ello nos hace pensar en la cobardía que subyace en la señora Carmena. Resulta sospechoso aplicar esta trama en plena Cuaresma, en vísperas de Elecciones, es cuando menos chirriante y chabacano. Carmena se enfrenta a una lucha encarnizada en Madrid, queriendo abanderar la tendencia de izquierdas, superando a PSOE y Podemos dentro de su misma franja progresista y derrumbando al centro-derechismo dominante tiempo atrás. Su táctica es rastrera y bochornosa, puesto que introducir en la lucha política aspectos religiosos no deja de ser una bajeza.

No obstante esta persona ha hecho siempre lo que le ha dado la gana, le ha ganado la partida al todopoderoso bolivariano Pablo Iglesias, ha flirteado con el PSOE, ha sido la jueza más a la izquierda de todo el arco jurisprudente, es decir, ha sido el centro del meollo siempre. Ahora ya, pasada de calendario, sigue dando clases de magnetismo político; todos los políticos progresistas suspiran por su compañía, estarían encantados por arrimarse a ella. Tan solo Iñigo Errejón, el eterno infante de la política, ha optado a ese “honor” de dudosa talla. Será por compensar edades al sacar la media, por darle un crochet de izquierdas a su paralelismo político con Podemos, quienes más cerca han estado de mamá Carmena.

La legislatura en la que ha estado se ha caracterizado por su inactividad e inoperancia en la ciudad de Madrid, sus escasas iniciativas a nivel de desarrollo urbanístico y tan solo se ha preocupado de adoctrinar con sus osadías culturales a todo aquel que se ha dejado llevar por esos derroteros. Ahora pues estamos en otra trama de demolición con su postura contraria a la tradición católica y será uno de sus últimos coletazos antes de los comicios próximos.

Jesús Hernández Gallardo

Funcionario del Estado

Torrejón de Ardoz