28
Ago
2017
Cumplir la Ley y el supremo interés del menor Imprimir
Punto D Vista - Otra mirada
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José Vicente Carbonell

Eso es lo sucedido el 28 de agosto de 2017, en la provincia de Granada, Una madre entrega a unos hijos menores, tras haberlos detraído de lo establecido en resolución judicial. El derecho publico, en este caso el ejercicio de la tutela efectiva de parte del Estado respecto de los miembros de una familia, se impone al “derecho púbico”; cada vez mas implantado. Dicho aberrante concepto de “derecho púbico” vendría a consistir en hacer lo que me dictan “aquellas, sean las partes”, hacer lo que me da la gana, echarle un pulso al estado de derecho; o demostrar que soy o “el mas machote” o la mas “hembrota” que hay; y que soy capaz de hacerme una “afoto” en la puertas de los juzgados al mas puro estilo del realismo cinematográfico; vaya a darse su “ pose de gloria”, al menos eso impresiona.

Poco me interesa que se monten estos sainetes que alimentan contenidos del cotilleo televisivo con opinadores “de fortuna”, becarios “de alcachofa” en la calle, y “todólogos y todólogas” que hacen mas un ejercicio de ventriluoqia, que irrigan su conocimiento jurídico, su sentido humano y cívico, o formulan preguntas que ayuden a explicar las razones y consecuencias del hecho noticiado. ¡ Que dirán en el resto de Europa y resto del mundo de nosotros!.

Sin embargo, hoy con la cooperación forzada de “Juana”, hemos dado síntomas, de que aquí se cumple la ley, y en España, las resoluciones judiciales, tienen fuerza de ley. Los niños han sido entregados; digo yo que la entrega podría haber sido mas hogareña, pero ……, en fin “no pidamos peras al olmo”.

Ha tenido que transcurrir un mes, algo asi, desde que se dictó el auto judicial que establecía con quien debían ir los menores hasta que, comenzamos a dar cumplimiento a lo establecido por un juez.

Afortunadamente, digo asi porque es un “MARRON”, y además desconozco los hechos en profundidad y persigo la prudencia, digo afortunadamernte, no soy el Juez o Jueza que deba ponderar entre la presunta intencionalidad de parte de Juana , de “proteger”, y el evidente y continuado desafio al estado de derecho, al cual apela, según dice, en interés de los menores. Como niño maltratado, escondido......... que fui, Juana, ¡ para ti una peineta! . Un niño es y ha de ser LIBRE y asi debe crecer, como tu quisieras para ti, si volvieras a ser niña……...

Entiendo que en general es mucho, y que en particular, tratándose de una resolución que afecta directamente a unas personas natural e inevitablemente vulnerables, son una falta de………… digamos eufemisticamente “de vergüenza torera” por eso de estar en el país que ocupa la mayoría de la mundialmente reconocible “ piel de toro”, junto a nuestros “vecinos atlánticos”, los lusos, y los trasnochados colonos del pedrusco de Gibraltar, o los vecinos de cierto camino de los posibles, a la Galia: los andorranos.

La cuestión que me preocupa sobre el resto, como creo que su naturaleza no solo requiere, sino que exije, es EL SUPREMO INTERÉS DEL MENOR, como principio de actuación en todo aquello que les ataña a estos seres humanos; no políticamente relevantes, en el trapicheo políticamente bastardo, es decir como no votantes.

¿Qué sucede cuando por voluntad, por grado de capacidad o por otra causa ( y haberlas hailas), los progenitores no pueden hacer efectivo la facultad y la obligación de proteger a los hijos menores?. La norma dice que es el ministerio publico, junto con el conjunto de los poderes públicos, quien vela por los menores, pero al menos, a mis ojos, puedo dar fe de ello, que viene a ser mas bien de todo lo contrario. Apoyo, que no “acodo”, mi afirmación en abundante documentacion que lo evidencia, obrante en gran parte en mi poder, pero no únicamente.

Vivimos un momento histórico en España paralelamente a promulgar una legislación que ampara a las victimas de violencia, establece una discriminación en función de sexo, no solo de la persona victima sino de la persona agresora, asemejándonos al “delito de autor” de la época nazi. En el caso que atañe a la infancia semeja mucho mas injusto, respecto de la consideración de la victima como tal: si la madre es quien agrede o presuntamente agrede, la victima menor tiene un status diferente al caso en el cual el agresor o presunto agresor de un menor es un varon o el padre.

¿Y como explicar que los derechos de un niño quedan supeditados al sexo del inhumano agresor o agresora? . La primera razón de tipo ontica u onotologica, que se me viene a la mente , es que ello no tiene razón de ser, y considerando EL SUPREMO INTERES DEL MENOR, mejor dicho desconsiderando dicho INTERÉS, lo calificaría de un agravio absolutamiente ing¡humanno, digno de la máxima reprobación, también en lo penal, alla donde se tipifican los crímenes de lesa hmanidad, o los crímenes mas abominables.

La segunda razón que se me viene, es de tipo instrumental- negativa, algún grupo, de presión político ( y cuando se presiona politicamente es como muñir una ubre a una vaca, ya se sabe aquello que se persigue…), digo algún grupo depresión política quiere imperar por encima del “SUPREMO INTERES DEL MENOR”.

Viene al pelo el chascarrillo: “me da lo mismo, Juana que su hermana”………….. Por cierto, dicho sea a colación, me infunde una profunda lastima la tal “Juana”, lo cual nada le enturbia el tufillo a los calificativos de listilla, prepotente, y plañidera de cuarta división que me evoca. Me da pena, la tal Juana, porque no es que le vea ni bien apoyada, empezando por el padre siguiendo por la “malcarada legionaria del régimen púbico”, etc, etc, etc, porque sino es que estuvo trastornada mentalmente desde un inicio, sus gestos denotan, su histrionismo, y la insoportable presión psíquica que debe estar sufriendo, la hace una victima de si misma y de su entorno. Lo cortés, en este caso lo humano, no quita lo valiente. Me parece que es bien cruel la figura de quien a golpe de palmaditas, te acompaña a lo que se convertirá en tu foso,

Dicho lo anterior, no se me despisten. ¿Qué hay de lo nuestro? Y lo nuestro, indubitadamente, es y debe ser el SUPREMO INTERÉS DE LOS MENORES, y luego lo que venga.

Señoras, señores, creo que nuestros sistemas de derecho, y de protección de los menores, adolece de algunas deficiencias, adolece de independencia, adolece de celeridad, diría mas, de la inmediatez que todos deseamos para los prójimos, y no es tolerable, no es admisible, es indigno tanto para la sociedad, como para los políticos y las administraciones y en concreto para la Fiscalia, y de su mano el conjunto de las administraciones publicas y la sociedad civil, que no se actue, a tenor actualizado del aformismo romano “ como un buen padre de familia”.

Por ultimo quiero manifestar contundentemente que considero cualquier maltrato infantil, un tipo de terrorismo, y créanme que me repele la idea de pensar que alguien me aplauda esa idea pensando en lo beneficios económicos que comportara: me da asco, nauseas, arcadas……

El maltrato infantil, y de ello doy fe, es tipo un terrorismo tal que hace que la victima haga todo lo que pueda por sobrevivir a él, y permítanme que aquí ponga unos puntos suspensivos…….A quien no lo entienda, le alabo su dicha, a quien no lo compadezca, le digo mirándole a los ojos: careces de ALMA……..

Por consiguiente, les suplico y les invito a tomar en la mano, en el corazón, y como instrumento la palabra, el SUPREMO INTERÉS DEL MENOR, por cierto que anda muy cerca del respeto a la vida, a lo que fuimos y a lo que serán.

Por cierto, les recuerdo que el derecho, o parte de ella, se perfecciona con su cumplimiento. Pues eso: por tantos NIÑOS Y NIÑAS QUE LO MERECEN y por nuestro honor y humanidad.

P.D. no he entrado en otras cuestiones de familia atenientes al caso concreto comentado, porque quedan fuera de la jurisdiccion española, y así como por tener la costumbre de no hablar de lo que desconozco ampliamente. Además, creo que con desear y pretender mejorar las cosas en España, ya tenemos suficiente labor. No aspiro a ser todólogo de “Anarosa” y clones. ¡Que le vamos a hacer! .