17
Mar
2021
Se rompió la foto Imprimir
Punto D Vista - Otra mirada
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Foto cedida por PodemosJesús Hernández Gallardo

No sé qué pretende el tal Pablo Iglesias en la actualidad. Se borra del Gobierno, donde no ha hecho más que enturbiar el Consejo de Ministros y hacer que las fuerzas de seguridad del Estado blinden su palacete de Galapagar, para evitar repulsas de gentes rebotadas. Además, como el que no quiere la cosa, se permite el lujo de dejarle un mensaje, una post data al Presidente sobre cómo tiene que dejar organizado el organigrama ministerial en el futuro. Dice que se va a presentar a las Elecciones a la Comunidad de Madrid por Podemos y, ni corto ni perezoso, invita a Errejón de Mas Madrid a unirse con él y su partido, para aliarse ambos.

No sé dónde querrá ir a parar, eso de no salir de protagonista en los más encopetados escaparates mediáticos le duele especialmente, le corroe la sangre y se le desmorona la coleta. Se llevará en el mismo lote a Irene, o quizá no. Preparará su vestuario de enfrentamiento, de guerrillero de ultraizquierda, que aparente ser un chico integrado eternamente en la manifestación, en la protesta que pueda aparecer por el horizonte, sin darse cuenta que él ha estado de Vicepresidente, de responsable. Incluirá en ese lote, dejarse media barba de cuatro pelos y apañará al vocerío, la clá menguada, que aún le queda y le sigue a todos los lugares, sin pensar nunca qué toca defender.

Se revestirá igualmente de pancartas de contenido revolucionario extremo y alentará las redes sociales rozando el insulto a todo lo que pueda representar la derecha, incluso al PSOE, si llega el caso. No se acordará nunca de su periplo gubernamental, porque no era realmente su lugar más identificativo o adecuado. Lo suyo es el panfleto, el megáfono y el follón. Regresa a esa vida reivindicativa y constante sin un norte que centre sus quejosas consignas.

Respirarán tranquilos muchos ministros que encuentran vacío su viscoso y repelente sillón. Pedro Sánchez, el Presidente, se ha despedido con toda su ironía, "le ha dado las gracias por su labor en las residencias de ancianos", todo un gesto de malévolo, el que se merece, haciendo ver que nunca se ha preocupado por ello, aun siendo realmente parte de su cometido o función ministerial. Los ciudadanos de Madrid y provincia hemos de armarnos de paciencia para seguir recibiendo agresivos discursos, ácidos ataques y nominaciones constantes a la Guerra Civil Española, que es la salsa en la que él se desenvuelve para resaltar y fundamentar el comunismo tosco, con base bolivariana que lleva cargado en su mochila revolucionaria.

El vecindario de Vallecas, quienes tiempo atrás, eran sus sufridos oyentes de soflamas y reiterativos eslóganes de rancio sonido de altavoz, soportarán de nuevo la tontuna del alborotado mitin eternamente repetido. Han roto la foto de los Picapiedra, ha sido una derivada, quizá la novena o décima, de esa injerencia ocurrida en Murcia no hace ni una semana. Una acción parida en despachos de Moncloa con gente de Ciudadanos que ha herido el orgullo y la histeria republicana de Pablo, han aparecido los celos insuperables, esos sentimientos latentes en gente inútil como él que no tolera que se anteponga otro partido que difumine su estrellato mediático.

Errejón tiene memoria y se acuerda de los malos momentos que tuvo que soportar del rodillo podemita, el desplazamiento que sufrió cuando Pablo Iglesias lo relegó a funciones de vertedero político. Por esta razón y por tener Mas Madrid 20 diputados, es por lo que le ha mandado a la cloaca en la que navega Podemos con 7 diputados en la Asamblea de Madrid.

Son reveses que va recibiendo como resultado de su siembra, esa torpeza relevante que le ha hecho rotar por un montón de puestos y derivas fruto de su talante, ese que demuestra en cada escenario mediático al que concurre. Se trata de una estrella amortizada, se le han apagado los brillos por méritos propios.

 

Jesús Hernández Gallardo

Funcionario del Estado

Torrejón de Ardoz