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25
Sep
2018
Comienza el derribo de las chabolas de “El Gallinero” PDF Imprimir E-mail
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Foto cedida por CAMLos 85 vecinos serán realojados por el Ayuntamiento de Madrid hasta que la Comunidad compre las viviendas donde vivan definitivamente

La consejera de Transportes, Vivienda e Infraestructuras, Rosalía Gonzalo, ha asistido al comienzo de los trabajos de desmantelamiento del núcleo chabolista de ‘El Gallinero’. El derribo de este asentamiento y el realojo de las 85 personas que hasta ahora vivían en él se va a desarrollar gracias al convenio de colaboración suscrito entre la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital.

Esta actuación estará financiada al 50 % entre ambas administraciones e incluye también el acompañamiento social de estas familias para facilitar su proceso de integración en sus nuevos lugares de residencia y la limpieza y restauración de la zona, en la que se sitúa desde hace más de una década uno de los últimos núcleos chabolistas de la capital. Para ello, la Comunidad de Madrid ya ha aprobado un gasto de 1.960.000 euros.

El núcleo chabolista Francisco Álvarez, más conocido como ‘El Gallinero’, está situado en el distrito de Villa de Vallecas, a la altura del kilómetro 12 de la A-3. Sus orígenes se remontan a 2006, año en el que se detectó el asentamiento de alrededor de 16 familias procedentes de los campamentos de Canteros, que fueron instalándose en las ruinas de un antiguo gallinero.

La mayor parte de las 85 personas que habitan en la actualidad este asentamiento, la mitad de ellas menores, son de origen rumano y mantienen estrechos lazos con su país de origen, al que muchos viajan frecuentemente. Además, la mayoría de sus miembros comparten características como falta de documentación básica, escasa formación laboral y poco dominio del idioma español.

El convenio de colaboración entre la Comunidad y el Ayuntamiento señala que el Consistorio gestionará un primer alojamiento provisional de los habitantes de ‘El Gallinero’ que permita derribar las chabolas y comenzar los trabajos para la restauración del territorio al medio natural. En una segunda fase, la Comunidad, a través de la Agencia de Vivienda Social, adquirirá las viviendas necesarias para realojar a las familias que se le asignen en régimen de alquiler.

Teniendo en cuenta las circunstancias de sus 85 habitantes, el proceso de realojo de cada familia dependerá de sus características socio-familiares, capacidad económica, arraigo y proceso de inclusión social. En función de estas variables, una de las opciones será la de proporcionar una vivienda independiente para la familia, que tendrá que responsabilizarse de su cuidado y del pago de la renta fijada o de otros gastos habituales.

Por otra parte, en los casos en los que se detecte una mayor necesidad de acompañamiento, se garantizará a estas personas el acceso a una prestación de alojamiento alternativo, temporal y supervisado por los servicios sociales, que colaborarán a su integración en el nuevo entorno. Una vez se constate que este proceso de integración se desarrolla positivamente, se facilitará el acceso de estas familias a una vivienda pública.

Gonzalo ha destacado la importancia del acuerdo entre ambas administraciones, “que hoy se pone en marcha sobre el terreno y nos va a permitir trabajar de la mano con el Ayuntamiento, cada uno dentro de sus respectivas competencias, para eliminar definitivamente este asentamiento y mejorar drásticamente las condiciones de vida de sus habitantes”.

La consejera también ha querido poner en valor el trabajo de los técnicos de la Comunidad de Madrid, que trabajan desde 2009 en la zona en actuaciones de acompañamiento social que han permitido recopilar y elaborar la información sobre el censo de sus habitantes, “que ha sido la base imprescindible para que hoy podamos empezar a escribir el epílogo de uno de los últimos poblados chabolistas de la capital”.

La delegada de Equidad, Derechos Sociales y Empleo, Marta Higueras, acompañada por la consejera de Vivienda de la Comunidad de Madrid, Rosalía Gonzalo, y el secretario de Interior de la Embajada de Rumania, Eliodor Tanislav, han asistido hoy a la primera fase del desmantelamiento del poblado chabolista de ‘El Gallinero’. Un total de 85 personas, de las cuales 43 son menores, se integrarán en diferentes distritos de la ciudad de Madrid.

En este acto, Higueras ha señalado que hoy es un día para celebrar los derechos humanos, y en concreto los de estas personas que por fin van a poder vivir en mejores condiciones en otras zonas de Madrid. Un hecho que ha sido posible, ha continuado Higueras, gracias a la labor de los profesionales tanto del Ayuntamiento como la Comunidad, como Samur Social, Samur-PC, servicios de limpieza, de urbanismo, agencia social, etc...

El desmantelamiento de este poblado de infraviviendas se desarrollará en tres fases que se llevarán a cabo hoy martes 25 de septiembre, mañana miércoles 26 y el jueves 27. De este modo, termina una operación que empezó hace un año y que ha sido posible tras la firma de un convenio con la Comunidad de Madrid en el que ambas administraciones asumen la financiación de esta actuación al 50%.

Los habitantes de este poblado chabolista son personas migrantes que circulan por Europa, España y Madrid sin planes claramente definidos. No obstante, los gitanos rumanos que han venido sin hijos, o sin pareja han acabado optando por regresar a su país de origen.

Tras el desmantelamiento del poblado se van a realojar 25 unidades familiares, lo que supone un total de 85 personas. Distribuidas por sexos, 39 son hombres y 46 mujeres. Según la edad de estas 85 personas, cabe destacar que 43 son menores.

“El realojo ha sido consensuado con las familias y la inmensa mayoría de ellos están muy contentos porque venían pidiéndolo desde hace mucho tiempo” ha destacado Higueras. La delegada, además, ha anunciado cómo será el citado realojo señalando que “algunas familias van a recursos compartidos, y otras familias irán a pisos”. “Es una dispersión por la ciudad y se trata de viviendas adaptadas al tipo de familia, así las familias que tengan siete miembros necesitan una casa grande y las familias con menos miembros necesitarán casas más pequeñas, por tanto hemos adecuado las viviendas o los recursos a la tipología de familia con la que nos hemos encontrado”, ha concluido Higueras.

Los tipos de alojamiento de estas familias distribuyen de la siguiente manera:

  • Alojamiento en viviendas sociales de alquiler: 13 familias pagarán un alquiler en una vivienda de la EMVS. Estas personas cuentan con experiencia anterior en vivienda y una previsión de empleabilidad alta a corto plazo. Además, algunas ya tienen ingresos estables por trabajo, subsidios por desempleo o Renta Mínima de Inserción. Estas familias van a contar con acompañamiento social en su proceso de inserción en la ciudad.

  • Alojamiento alternativo en viviendas compartidas: Once familias se trasladarán a estas viviendas y estarán supervisadas por la entidad ACCEM. Estas familias aún necesitan apoyos para mejorar la relación entre sus miembros; regularizar su situación administrativa; realizar una inserción formativa y laboral y adquirir habilidades que favorezcan en un futuro su salida a una vivienda social en alquiler.

  • Dispositivo Municipal: Una unidad familiar ha sido alojada en un recurso municipal de personas sin hogar.

Las unidades familiares a realojar, respecto de las censadas en el pasado mes de julio, que eran 35, se han reducido en este operativo porque se ha procedido a la reagrupación familiar cuando uno de los miembros de la pareja es menor de edad con hijos, o bien se encuentra en prisión.

Además, otros residentes de este poblado chabolista han optado por regresar a su país de origen, por lo que se ha realizado una coordinación con los servicios sociales de Rumanía para apoyar el proceso de retorno. Y, en otros casos, varias familias siguen en proceso de valoración ya que se desconoce algunas de sus circunstancias como falta de documentación administrativa básica, ingresos económicos, y datos familiares.

El área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo, que dirige Marta Higueras, comenzó hace un año a preparar esta operación en colaboración con las áreas municipales de Salud, Seguridad y Emergencias; Medio Ambiente y Movilidad; Desarrollo Urbano Sostenible; y la concejalía del distrito Villa Vallecas.

También han participado entidades sociales como la Asociación Barró, ACCEM, Cáritas Madrid, Cruz Roja Madrid, Fundación Real Madrid, Médicos del Mundo, Parroquia San Carlos Borromeo y Coordinadora de Barrios.

El poblado de ‘El Gallinero’ se constituyó en 1999 tras el desalojo del primer poblado de rumanos en Madrid, el Malmea, en el distrito de Fuencarral. En el actual asentamiento han llegado a residir hasta 500 personas en unas condiciones infrahumanas.

 

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