La firma, que ha tenido lugar en el Palacio de Cibeles, incide en lo que ha venido siendo uno de los puntales de Madrid 2020: el respaldo, no solo de las administraciones públicas, sino de los ciudadanos y de todos los agentes sociales. Y así lo hacen constar. CC.OO y UGT “quieren con este acto ser reflejo de la participación, el apoyo y el entusiasmo del pueblo de Madrid, que sabe que estamos ante un acontecimiento que nos abre las puertas a un futuro mejor”. La alcaldesa fue rotunda: “Hoy queremos transmitir un mensaje claro a toda la sociedad. Si el 7 de septiembre Madrid es elegida sede de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020, afrontaremos esta gran responsabilidad con la colaboración imprescindible de todos los ciudadanos, deportistas, voluntarios, instituciones, empresarios y, por supuesto, de los sindicatos”.

Conseguir los juegos, reconocen en la declaración, serviría para reforzar la proyección internacional de la ciudad que se convertiría así “en uno de los lugares de encuentro a nivel global por excelencia”. De ahí que los firmantes asuman “la responsabilidad que supone su organización en estos tiempos de cambio”. Valoran, además, el “factor de crecimiento y de generación de empleo para todo el país”. Ana Botella lo ilustró con cifras: “Entre los efectos ya generados y los previstos por la preparación y celebración de los Juegos en 2020 podríamos crear más de 168.000 empleos a tiempo completo. Y eso sólo en Madrid”.

Sectores como la hostelería, el comercio minorista y la construcción estarían entre los más beneficiados. “Tres sectores, además, con una gran capacidad de arrastre sobre el resto de la economía española”.

Fernández Toxo señaló que “en un país como España que necesita impulsos positivos, el mundo del deporte puede brindarle una grandísima oportunidad que estará en condiciones de aprovechar. En términos económicos creo que es soportable, la gran mayoría de las infraestructuras ya están terminadas y queda un impulso último si se conceden los juegos que Madrid sabrá culminar con éxito”.

Para Méndez este no es sólo un proyecto Madrid, “sino un proyecto de país, global y, si se conceden los Juegos Olímpicos, esperamos que se abra una gran oportunidad. El espíritu de este convenio se basa en que, tanto en el desarrollo del proyecto y la celebración del mismo, se batan marcas a nivel medioambiental, calidad de vida, avanzar en la integración de las personas con discapacidad, además de referencia en la calidad de las relaciones laborales”.

Si Madrid gana, se crearía una mesa de trabajo con la participación activa de los agentes sociales para hacer propuestas y un seguimiento de la creación, calidad y estabilidad del empleo que se genere. Y conseguir entre todos que la seguridad y la salud en el trabajo y el desarrollo de las relaciones laborales, en este proyecto, sean dignos de ser propuestos como modelo. Se  establecerán  mecanismos  para  garantizar que las empresas  que participen  en la organización o realización de los Juegos, cumplan con su Responsabilidad Social  Empresarial.

La intención reconocida es “hacer de estos unos Juegos ejemplares; el legado de los Juegos trasciende a su desarrollo; sus valores, principios y actuaciones se integran en el acervo de la ciudad y la transforman para avanzar en el siglo XXI”. El legado olímpico incide en todo el proyecto de ciudad, tanto desde el punto de vista medioambiental, como en la implantación de las nuevas tecnologías, la mejora de las instalaciones, el fomento de la participación ciudadana o el reequilibrio urbano. Todo girando en torno al deporte como “un eje de modernización, integración y desarrollo”.

De ahí que las dos centrales junto con el Ayuntamiento asuman el compromiso de unir esfuerzos para que “la integración de todas las personas, y especialmente las que sufren algún grado de discapacidad; el cuidado del medio ambiente; la seguridad y la salud en el trabajo y el desarrollo de las relaciones laborales en este proyecto sean dignos de ser propuestos como modelo”. “Quieren –prosigue el texto suscrito– unirse, compartir y transmitir tanto los valores propiamente deportivos como los de formación y los educativos, todo ello fundamentalmente a través de la comunidad educativa”.

Todas las actuaciones han de formar parte, para los firmantes, de “una estrategia para extender al conjunto de los distritos la actividad económica, social y cultural”. Botella abundó en cuatro conceptos: responsabilidad, profesionalidad, ambición de triunfos deportivos y legado olímpico. Todos sumados permitirán abrir “las puertas a un futuro mejor para Madrid y para España”, concluyó.