29
Jul
2022
El Gobierno quiere cambiar la mitad de los exámenes de Selectividad por una “prueba de madurez” Imprimir
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Foto cedida por Ministerio de Educación Tendrán que responder a preguntas abiertas, cerradas y semiconstruidas a partir de una serie de documentos que se les entregarán en una prueba que supondrá el 75% de la nota final

La ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, ha presentado la propuesta en una reunión extraordinaria con los consejeros de Educación para abordar la reforma de la prueba de acceso a la universidad.

La ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, ha presentado hoy a los consejeros de Educación de las comunidades autónomas la propuesta del Ministerio para actualizar la prueba de acceso a la Universidad y avanzar hacia un modelo más competencial, de acuerdo con los nuevos currículos de la Ley de Educación. El documento de trabajo ha sido enviado también a la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas y la ministra y su equipo se reunirán esta tarde con su presidente, Juan Romo.

 

 

La propuesta responde a la necesidad de adaptar las pruebas al aprendizaje competencial que proponen los nuevos currículos de la Ley de Educación. Lo hace de forma gradual, con un periodo transitorio de tres años, para favorecer la adaptación del alumnado y del profesorado y hacerlo con las debidas garantías. Además, este progresivo enfoque competencial permitirá avanzar hacia una línea de mayor homologación entre los territorios.

 

 

El Ministerio propone así un modelo transitorio durante los cursos 2023-2024, 2024-2025 y 2025-2026, en los que la prueba se dividirá en cuatro ejercicios, todos ellos con una ponderación del 25%. Un ejercicio será sobre la materia de modalidad de prueba elegida por el alumno o alumna y dos de ellos serán de las materias comunes de Historia de la Filosofía e Historia de España. El cuarto ejercicio tendrá carácter general y evaluará las destrezas asociadas al ámbito lingüístico. En este ejercicio se pretende evaluar principalmente la madurez académica del alumnado.

 

 

Pasado el periodo transitorio, a partir del curso 2026-2027, este ejercicio general de madurez pasará a tener una ponderación del 75% y sustituirá a los ejercicios de las materias comunes. Se mantendrá, con una ponderación del 25%, el ejercicio específico sobre la materia de modalidad elegida por el estudiante. La prueba quedará así dividida en dos ejercicios: uno más globalizado y otro de materia, ambos con un enfoque competencial.

 

 

El ejercicio general de madurez, tanto durante el periodo transitorio como a partir de 2026-2027, constará de un dossier formado por una serie de documentos como textos, imágenes, infografías o tablas, que girarán en torno a un mismo tema. Con este material, se pedirá al alumno o la alumna que realice un análisis desde diferentes perspectivas, respondiendo a diversos tipos de preguntas (cerradas, semiconstruidas y abiertas). El objetivo es valorar la capacidad del alumnado para analizar, valorar, extraer información e interrelacionar toda esa documentación.

 

 

Este ejercicio constará de preguntas en castellano, la lengua extranjera que haya estudiado el alumno y también con la lengua cooficial en las comunidades que cuenten con ella.

 

 

La nota final de acceso se obtendrá calculando la media ponderada entre la nota de la etapa del bachillerato y la nota de la prueba descrita. La propuesta del Ministerio es una ponderación del 60% para la nota del expediente y del 40% para la nota final de la prueba de acceso.

 

 

Tal y como se lleva a cabo en la actualidad, la prueba de acceso se complementará por una segunda fase específica para ayudar a determinar el orden de admisión a los estudios universitarios. En esta prueba complementaria, el alumnado realizará dos ejercicios, eligiendo de entre las materias ofertadas de 2º de Bachillerato, de modalidad o comunes. El diseño de los ejercicios que configurarán esta fase de admisión tendrán también un carácter competencial. A la calificación obtenida en la fase de admisión, se aplicará el coeficiente de ponderación que cada universidad establezca en sus grados.

 

 

Finalmente, la nota con la que el alumnado optará al proceso de admisión será la suma de la nota final de acceso y nota de la fase de admisión.

 

 

El documento presentado es una primera propuesta de trabajo elaborada por el Ministerio. El objetivo es abrir un periodo de debate y de diálogo en el que llegar a acuerdos respecto al diseño de esta nueva prueba, dentro del respeto de las competencias de las comunidades autónomas. También se crearán grupos de trabajo con los diferentes agentes implicados para elaborar criterios de corrección consensuados.

 

 

La Comunidad de Madrid ha criticado que la propuesta para acceder a la Universidad que el Gobierno de la nación ha presentado “no resuelve el problema porque no avanza hacia una prueba única en toda España”. Así lo ha señalado el vicepresidente, consejero de Educación y Universidades, Enrique Ossorio, tras participar en la Conferencia Sectorial de Educación que ha tenido lugar hoy de manera telemática y en la que también ha tomado parte representantes del Ministerio, así como del resto de comunidades autónomas.

 

Ossorio ha destacado que el documento presentado “no ofrece soluciones al sistema de acceso a la universidad que cuenta con distintas evaluaciones y con exámenes diferentes”. “Los estudiantes madrileños compiten con los de otras regiones que tienen unas pruebas más fáciles y unos criterios de evaluación distintos”, ha subrayado. “La propuesta olvida que en España un sistema educativo único que permite el acceso a todas las universidades españolas” ha declarado Ossorio, quien ha explicado que, además, “contradice a la propia LOMLOE (Artículo 38) puesto que no garantiza la igualdad de oportunidades”.

 

Asimismo, ha destacado que lo que plantea Madrid es “llevar a cabo un modelo como el de Francia, Alemania o Italia, es decir, un examen único, externo y evaluable”. Por el contrario, ha apuntado Ossorio, “nos tememos que el texto que nos han dado a conocer hoy va exactamente en la dirección contraria, en la devaluación del esfuerzo y de la calidad del sistema educativo a la que hemos asistido en los decretos de los currículos de las distintas etapas”.

 

Además, el vicepresidente del Gobierno regional ha calificado de “muy triste” haber recibido el borrador de Decreto minutos antes de empezar la Conferencia Sectorial y a la vez que salía publicado en algún medio de comunicación, “lo que ha imposibilitado analizar con mayor profundidad todos los aspectos”.

 

Por último, ha considerado “erróneo” vincular el nuevo modelo de EvAU con la prueba PISA, tal y como ha hecho la ministra, porque tienen una “finalidad absolutamente diferente”. “La primera consiste en demostrar que un alumno tiene los conocimientos necesarios para acceder a la universidad, mientras que la segunda sirve para evaluar los sistemas educativos de cada país y región con el fin mejorarlos y no se trata una evaluación del alumno”.