04
Ago
2021
El superjueves deja dos oros, tres medallas y siete diplomas en Tokio Imprimir
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Foto cedida por COESandra Sánchez y Alberto Ginés, campeones olímpicos

Era un día marcado en rojo en el calendario de la delegación española en Tokio, y se cumplieron las expectativas. Tres medallas, dos de ellas de oro, y siete diplomas es el balance del “superjueves” olímpico de España. Eso sí, a pesar de los buenos resultados, que maquillan en buena medida los discretos datos de días anteriores, este jueves podría haber sido aún más glorioso si el piragüismo no se hubiese estrenado con cuatro barcos en finales, y ninguna medalla; o si los skaters hubiesen conseguido el par de décimas que les separaron de entrar en la final. Este jueves debería haber sido también el día de José Quiles en Boxeo, eliminado por una más que polémica decisión arbitral en cuartos; y de Orlando Ortega, lesionado a pocas horas de competir.

La mañana, en la que se consiguieron tres medallas en menos de dos horas, comenzaba con la confirmación como estrella olímpica de una chica de Talavera. Cinco veces campeona del mundo, mejor karateka en katas de la Historia, y ahora también campeona olímpica. Sandra Sánchez estrenaba el karate olímpico a lo grande, con un oro tremendamente emocionante en una final de katas cargada de tensión.

Así terminaba una larga final que comenzaba a primera hora de la madrugada con una primera fase en la que las cartas se pusieron enseguida sobre la mesa: tanto Sandra como su rival japonesa, y número dos del mundo, sacaban más de dos puntos al resto de participantes pasando ambas a la final por el oro. Pero la japonesa, tal vez por estar en casa, daba la sorpresa, con una puntuación ligeramente superior a la de la de Talavera.

Con las espadas en alto llegaba la final, muy tensa e intensa, pues ambas contendientes, que se conocen muy bien, escogían el mismo kata para enfrentarse. Y ahí estuvo la clave. La japonesa cometió un ligerísimo error en la parte más complicada del ejercicio, un salto, que le costaba el oro.

Sandra, así, se convierte en la primera campeona olímpica de karate, sumando a su palmarés el único título que le faltaba. Mejor karateka de la historia en la modalidad de kata y ahora primera campeona olímpica. Sandra Sánchez llegaba a Tokio con un sueño y el sueño se hizo realidad. La de Talavera de la Reina ya puede presumir de ser campeona olímpica, campeona mundial y campeona de Europa. Una triple corona al alcance de muy pocos.

Tras meterse en la final con una nota de 27.86 después de ejecutar el kata “Papuren” en la segunda ronda eliminatoria, la deportista española escogió el "Chatanyara Kushanku" para buscar la primera medalla de oro del karate en unos Juegos Olímpicos. Su grandísima ejecución le sirvió para obtener una puntuación de 28.06, por los 27.88 puntos que obtuvo su rival Kiyou Shimizu, y subirse a lo más alto del podio.

Previamente, Sandra Sánchez había terminado la primera ronda de clasificación en cabeza del grupo A, con 27.43 puntos, gracias a la media de los 27.26 puntos que logró con el kata “Kururunfa” y los 27.60 del "Suparinpei".

Una hora después de que Sandra se colgase el oro, salía al rocódromo instalado en el parque urbano de Tokio un aún más joven Alberto Ginés, que se convertía, con 18 años, en el primer campeón olímpico de Escalada.

En estos Juegos de Tokio se estrenaban varios deportes que buscaban acercarse a una audiencia televisiva que en las últimas ediciones estaban abandonando el olimpismo televisivo. Y uno de ellos lo ha conseguido a lo grande, batiendo records de audiencia. La Escalada llegaba para quedarse a los Juegos con pruebas muy visuales en que los escaladores se enfrentaban a rocódromos cambiantes en tres categorías diferentes. Y, para poner el broche de oro, la Escalada se despedía de los Juegos con una final emocionante en la que el podium cambió, literalmente, en el último segundo, y dejando, además, el primer oro olímpico en manos de un español.

Alberto Ginés llegaba a los Juegos sin excesivas aspiraciones, como un “tapado” que iba a aprender de cara a las Olimpiadas de París. Pero el extremeño de 18 años no pensaba esperar, y desde el primer día dejó muy claro que no estaba en las Olimpiadas para pasar el rato. Sorprendió a propios y extraños al colarse en una final en la que nadie le esperaba; y, tras una espectacular prueba de velocidad que le convertía en líder de la final, se perfilaba como el rival a batir.

Y así fue: a pesar de quedar último en la prueba de bloques, Alberto llegaba a la prueba de dificultad con renta suficiente como para luchar por las medallas, pero una caída demasiado pronto ponía emoción a la final. Sus dos principales rivales no conseguían superarle, lo que no evitaba que Alberto rezase por conseguir algo más que un bronce, pues el sistema de puntuación mantuvo la emoción hasta el último segundo. El último participante conseguía llegar a la cima, consiguiendo el máximo multiplicador y convirtiendo en oro olímpico al español, que no se lo creía. Y es que, tan sólo segundos antes de que Jacob Schubert coronase, el cacereño era bronce.

El escalador español Alberto Ginés se convierte en el primer campeón olímpico de escalada de la historia. El joven extremeño de 18 años ha realizado una espectacular competición, logrando la medalla de oro en el debut de dicha disciplina en unos Juegos Olímpicos.

Alberto ha arrancado la final con un grandísimo primer puesto en la prueba de escalada. Sin embargo, en la fase de bloques, modalidad que más se le resiste al español, no consiguió completar ninguno de los tres obstáculos, finalizando en séptima posición.

De esta manera, se colocaba con siete puntos en la general, pero llegaba su especialidad: la dificultad. En esta última prueba, Ginés concluyó en cuarta posición, sumando un total de 28 puntos y logrando así subirse al primer escalón del podio.

Al escalador Alberto Ginés, de 18 años, le ha costado asimilar que es campeón olímpico. El extremeño se ha llevado el oro en escalada en Tokio 2020, donde ha debutado el deporte como disciplina olímpica. "Estoy intentando asimilarlo. Estoy en una nube ahora mismo, muy contento y con muchas ganas de volver a casa y de ver a mi familia", ha señalado nada más colgarse el oro el joven atleta. "Es fruto de todo el trabajo que hemos hecho estos años, el trabajo bien hecho. Todo suma y todo cuenta. Estamos en una buena trayectoria, voy a ir a más Juegos y quiero ampliar mi palmarés", ha añadido.

Ginés ha terminado las tres pruebas, velocidad, bloques y dificultad, con una puntación de 14 puntos. La plata ha sido para el estadounidense Nathaniel Coleman (30 puntos) y el bronce para el austríaco Jakob Schubert (35 puntos). En la última subida, la de la dificultad, ha habido un poco de confusión a la hora de contar los puntos -porque se van multiplicando los de cada prueba- y Ginés no sabía que tenía la medalla asegurada cuando descendía por la cuerda. "Estaba haciendo números, estaba esperando a que algo cambias en el marcador, pero al final no ha cambiado nada".

Y, como no hay dos sin tres, minutos antes de que Ginés consiguiese el oro, la selección de Waterpolo femenino ganaba la semifinal garantizándose otra medalla. La selección española femenina de waterpolo venció a Hungría por 8-6 y se mete en su segunda final olímpica. Una final en la que, como ya sucediera en Londres 2012, se medirá a Estados Unidos, vigente campeona olímpica y su verdugo en los Juegos de la capital inglesa.

El conjunto de Miki Oca hizo una semifinal modélica en el aspecto defensivo. Fue la clave para imponerse al combinado magiar que no fue capaz de encontrar huecos y que cuando lo hizo se topo con una gran Laura Ester, providencial, una vez más. De esta forma, el combinado nacional se clasifica para una nueva final olímpica y asegura una nueva medalla para la delegación española. En la pelea por el oro, que tendrá lugar el sábado, 7 de agosto, a las 16.30 (hora Tokio), deberán sacar su mejor versión para superar a la todopoderosa selección de Estados Unidos.

En piragüismo se esperaban buenos resultados, máxime cuando cuatro barcos habían conseguido meterse en las finales, pero todos ellos tuvieron que conformarse con diploma. La mañana prometía alegrías para el equipo español de piragüismo en los Juegos Olímpicos de Tokio, pero ha terminado con cuatro diplomas y ninguna medalla. Antía Jácome y Carlos Arévalo han sido los que más cerca han terminado del podio, con sendos quintos puestos en las pruebas de C1-200 y K1-200, respectivamente. Con apenas 21 años y en sus primeros Juegos, Antía ha llegado a meta con un cronómetro de 47,226 segundos, muy cerca de las medallas. El oro ha sido para la estadounidense Nevin Harrison (45,932), mientras que la canadiense Laurence Vincent-Lapointe se ha colgado la plata (46,786) y la ucraniana Liudmyla Luzan el bronce (47,034).

En el K1-200 España llegaba con dos opciones, pero Arévalo ha finalizado quinto con una marca de 35,391 segundos y Saúl Craviotto ha llegado dos puestos por detrás (35,568). El húngaro Sandor Totka ha ganado la prueba con un tiempo de 35,035 segundos, seguido por el italiano Manfredi Rizza (35,080) y el británico Liam Heath (35,202). También había esperanzas en el K2-1000 con Paco Cubelos e Iñigo Peña, pero la pareja ha arrancado lenta y le ha costado remontar en la segunda mitad de la prueba. Han terminado sextos con un tiempo de 3:17,327 minutos, a más de un segundo del bronce, que ha sido para República Checa (3:16,535). El oro se lo ha llevado Australia (3:15,280) y la plata se ha ido hacia Alemania (3:15,584). Por su parte, Isabel Contreras no ha superado su semifinal del C1-500 y ha terminado tercera en la final C. La última bala del piragüismo español en Tokio será la del K4-500 masculino. Maialen Chourraut y Teresa Portela han conseguido ya sendas platas para el piragüismo en Japón.

Y como esto del deporte tiene mucho que ver con las expectativas, pocos minutos después del fiasco del Piragüismo otro diploma llenaba de alegría a los españoles. Asier Martínez conseguía el sexto puesto en la final de 110 vallas. El navarro Asier Martínez ha vuelto a sorprender a propios y extraños en la final del 110 metros vallas de los Juegos Olímpicos. Se ha quedado fuera de las medallas, sexto, pero ha vuelto a batir su marca personal para dejarla en 13,22 segundos.

Martínez se va de Tokio 2020 con la cabeza muy alta, habiendo puesto unos cimientos más que sólidos para el futuro. Con apenas 21 años, tiene toda la carrera por delante. El vallista ha tenido el peor tiempo de reacción en los tacos de salida (0,155 segundos) y eso le ha lastrado en la primera mitad de la prueba. Pero ha ido recuperando terreno y ha cruzado la meta en sexta posición en un final muy apretado. El oro ha sido para el jamaicano Hansle Parchment (13,04), la plata para el estadounidense Grant Holloway (13,09) y el bronce para otro jamaicano, Ronald Levy (13,10).

Asier ha sido el quinto español en disputar una final olímpica de 110m vallas, tras Javier Moracho (séptimo en 1980), Carlos Sala (séptimo en 1984), Jackson Quiñónez (octavo en 2012) y Orlando Ortega (subcampeón olímpico en 2016). Además, con su presencia entre los ocho mejores en la final de 110 m vallas, se ha convertido en el segundo finalista español más joven de nuestra historia olímpica, tras Antonio Corgos (20 años en Moscú 1980).

En pruebas combinadas, buena mañana de Jorge Ureña para mantenerse cerca del diploma olímpico. Aunque el alicantino no comenzó del todo bien, tirando la primera valla y tocando varias más, logró terminar el 110 m vallas en 14.13 (958 puntos), y ascender a la séptima posición general. Si en su primera matinal en Tokyo afirmó “no encontrar las sensaciones”, la segunda fue lo contrario. Después de las vallas llegó le momento del disco, una de las pruebas que siempre le han costado más al alicantino. Pero en el estadio olímpico, Jorge Ureña realizó el mejor disco de su vida: dos marcas personales, en el primer y segundo lanzamiento, de 41.95 y 43.70, para sumar un total de 740 y afianzarse en la séptima plaza. En la pértiga, Jorge fue el último atleta en arrancar su competición, sin problemas en 4.60. Renunció al 4.70 y pasó el 4.80 a la segunda, lo que en ese momento fue marca de la temporada. No tuvo problemas en el 4.90 (880 puntos), pero en el 5.00, tres nulos le dejaron sin posibilidades de avanzar. De este modo, Ureña terminó la jornada matinal con 6.888 puntos, en novena posición.

En heptatlón, María Vicente tuvo su mañana más aciaga, lejos de sus marcas en longitud y jabalina y alejándose del top10 final. Comenzaba la jornada duodécima, con la esperanza de realizar una buena longitud, una de sus pruebas estrella, que le mantuviese por encima de su récord de España. Sin embargo, no logró enganchar un salto largo. Se dejó varios centímetros en la tabla en los dos primeros saltos, con 6.18 (905 puntos) y 6.06, lejos de los 6.41 que tiene como mejor marca dentro de un heptatlón. El tercero fue nulo, pero María se mantenía en décima posición, dos puntos por encima del récord de España. Sin embargo, la jabalina fue su prueba negra en Tokyo 2020. En los dos primeros lanzamientos, a la catalana le falló el gesto técnico y no logró hacer volar la jabalina, que casi en vertical, caía sobre los 30 metros. 30.77 el primero, nulo en el segundo, a María se le caían las lágrimas viendo cómo se le escapaba la competición. El tercer lanzamiento fue de 37.04 (611 puntos), diez metros por debajo de su mejor marca en un heptatlón, que le hacían caer hasta la decimoséptima posición en la general, antes de afrontar esta tarde el último 800 m. Dos mediofondistas españoles estarán en la final olímpica de 1.500 metros con dos grandes carreras de Ignacio Fontes y Adel Mechaal.

En la primera semifinal, el granadino Ignacio Fontes, que llegaba hasta aquí en su primera participación olímpica, ha realizado una carrera sencillamente soberbia, maniobrando desde el pistoletazo de salida en las primeras, siempre pegado al keniano Cheruiyot, al que tenía decidido seguir de antemano y sobre todo viendo que la carrera salió rapidísima desde el inicio; en una carrera limpia, el español fue moviéndose entre el segundo y tercer puesto, siempre bien colocado por dentro y sin recorrer metro innecesarios, muy atento a la progresión de la carrera que ya en su última vuelta desató la lucha por los cinco puestos que daban el pase directo a la final donde Fontes no se descompuso en ningún y con un arrojo final sacando energías extras se metía quinto que le daba el pase directo y además con una marca extraordinaria de 3:34.49 (su cuarta mejor marca de siempre).

Con este alegrón y casi sin respiro, llegaba la segunda semifinal con doble presencia española; tanto Jesús Gómez (que fue recalificado en su serie eliminatoria hace dos días) como Adel Mechaal sabían que la carrera saldría muy rápida teniendo en cuenta que además de poner su objetivo en los cinco primeros puestos de pase directo habría que andar finos en cuanto a las marcas pues habría que bajar de 3:34.61 para optar al pase por tiempos; en efecto, así salió esta segunda semifinal, a ritmo de meeting con Jesús Gómez por fuera colocado en las primeras posiciones y Adel Mechaal más conservador por detrás; al paso del 800m el australiano McSwein pone una sexta marcha y en un golpe de efecto rompe la carrera y se marcha como poseso por delante tomando unos metros con el grupo que se estira en un ritmo ya frenético; en ese cambio, el burgalés se quedó sin energías y comienza a ceder metros rápidamente a la vez que Mechaal asciende a los primeros puestos en una progresión constante en la que se ve peleando de lleno por la plazas directas a la final en una última vuelta de locura donde el australiano sigue haciendo un esfuerzo descomunal aunque en ya en la curva comienza a ceder metros y ve como le van pasando los rivales que en una recta igualadísima donde sólo el keniano Kipsang y el noruego Ingebritsen parecen con un punto más alto, el resto luchan apretando los dientes por entrar en los puestos como Mechaal que adelantando por el centro a sus rivales ve la puerta abierta para meterse finalmente cuarto con una marca fabulosa de 3:32.19, que mejora su plusmarca personal que tenía con 3:33.91 de 2019 y le coloca ahora noveno español de todos los tiempos y es la mejor de un español en esta prueba en la historia de los Juegos, superando los 3:33.12 que realizó el campeón olímpico Fermín Cacho en las semifinales de Atlanta 1996. Jesús Gómez ya descolgado llegaba 12º con 3:44.46 en una carrera donde se quedó vacío muy pronto, una lástima.

Por su parte, el burgalés Jesús Gómez sentencia "Ya en las primeras vueltas me han pasado como han querido, hoy los rivales han sido mejores que yo y me he vaciado, me he dicho que no podía aguantar este ritmo, a las piernas ya no me iban; lo del otro día no me ha condicionado pues me he encontrado bien pero el ritmo hoy ha sido altísimo y una lástima que no esté en la final, no me la he merecido".

Broche final con marca personal incluida la que ha realizadoo Jorge Ureña en el decatlón donde ha mejorado su plusmarca personal en 113 puntos para totalizar 8.322 puntos que le asciende a la tercera posición de todos los tiempos tras el plusmarquista Francisco Javier Benet y el que fuera subcampeón olímpico en Barcelona Antonio Peñalver, colocándose tras el el ránking olímpico de marcas. El alicantino, que se ha mostrado muy sólido en casi todas las pruebas, comenzó la jornada de tarde de la ciudad nipona lanzando 55.82 metros en jabalina, marca lejos de su mejores prestaciones (tiene de marca personal 64.02) que le sacaba de puestos de finalistas, y encaraba la prueba final, los 1.500 metros con ganas de dar un buen mordisco a su marca final; salió decidido y fue avanzando metros y metros, sin vaciarse pero con mucha decisión, tanto que se vio encarando la última vuelta en primera posición y cuando parecía que lograría una victoria olímpica parcial, se vio superado en la línea de meta por el estadounidense Bastien que venía como una moto; al final segundo con 4:27.82 que certificaban su ya nueva plusmarca personal y novena plaza, y todo esto debutando en unos Juegos Olímpicos. SUPER-DIEZ para el combinero español.

No fue el mejor final para la plusmarquista nacional María Vicente en el heptatlón; llegaba a los 800m, última prueba tocada por su "resbalón" en la jabalina donde se dejó muchos puntos esfumándose un casi seguro récord de España y además bajando muchas plazas en la clasificación; aún así, la discípula de Ramón Cid salió con arrojo a la pista decidida a completar también su debut olímpico realizando una gran carrera, en tierra de nadie finalizando en 2:16.99 (su segunda mejor marca en esta prueba a 70 centésimas de su mejor marca) totalizando finalmente 6.117 (su tercera mejor marca) y 18ª plaza.

Alberto Martínez, decimoctavo en la prueba de aguas abiertas. El nadador español ha concluido su prueba en Tokio 2020 con un tiempo de 1:53:16.4, finalizando en decimoctava posición su participación en los Juegos Olímpicos. Los skaters españoles se quedan a las puertas de la final de Tokio. Danny León ha terminado noveno en la clasificatoria de la modalidad de park con una puntuación de 72,24, mientras que Jaime Mateu ha sido décimo con 69,18. Solo los ocho primeros han avanzado a la final

Día duro para la delegación española de golf en la prueba femenina de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Tras una alentadora primera ronda, Carlota Ciganda (T30 con -1 al total) y Azahara Muñoz (T46 con +3) han perdido el paso en la clasificación en la segunda con sendas vueltas sobre par en Kasumigaseki Country Club, marcadas por inicios complicados. El intenso calor, nuevamente por encima de los 40 grados, y la elevada humedad volvieron a condicionar una jornada que será recordada por la exhibición, una más esta temporada, de la número uno del mundo, la estadounidense Nelly Korda, que se ha puesto al frente del torneo con una autoridad imponente.

Carlota Ciganda ha concluido en el día con una vuelta de 73 golpes (+2) que le deja con -1 al total, lejos de la zona de las medallas que ahora está en -9. Su ronda fue una montaña rusa de emociones en toda regla con dos momentos especialmente duros que acabarían por marcar su día, sendos doble bogeys al inicio de cada vuelta. Empezó con un 6 al primer hoyo del que se recuperó con un buen birdie al 2 para volver a caer en el 3. En solo tres hoyos, la navarra ya había cosechado tres resultados distintos, y ninguno era el par. Después llegaron otro par de bogeys al 7 y 9 con un gran eagle intercalado en el 8. Lo dicho, una montaña rusa de la que debía intentar salir airosa. Esta tendencia prosiguió en los segundos nueve hoyos; birdies al 10, 12 y 14, doble bogey al 11 y un doloroso bogey al 18 con el que se certificó ese +2 en el día que aleja a la luchadora golfista de Ulzama del objetivo marcado.

También en el caso de Azahara Muñoz la ronda nació ya torcida y así se quedó. En su caso fue un bogey al hoyo 3 el que marcó el devenir de una jornada en la que la andaluza no encontró nunca la forma de cortar la hemorragia: no consiguió aprovechar ninguna de las opciones de birdie que se dejó. Cerró los primeros nueve hoyos con +2, lo que le obligó a arriesgar más de lo que hubiese deseado en los segundos nueve. El final, igual que le ocurrió a Carlota Ciganda, resultó especialmente duro, con bogeys al 16 y 18 que le han hecho caer con fuerza en la clasificación, casi cuarenta puestos.

En Ciclismo en Pista, Albert Torres concluye la prueba de omnium en décima posición. El ciclista ha finalizado su primera participación en Tokio 2020 con un décimo puesto, tras lograr 84 puntos. El español ha conseguido coger vuelta en el tramo final junto a Stewart y Larsen. El sábado competirá junto a Sebastián Mora en la prueba de madison. Aleix Heredia comienza su participación en el puesto 23. Tras la primera prueba del pentatlón moderno, el ranking round de esgrima, el deportista español ocupa la vigesimotercera posición con 196 puntos. La selección masculina de balonmano ha perdido 27-23 con Dinamarca en las semifinales, pero todavía puede irse de Tokio con una medalla. El sábado a las 10:00 se enfrentarán a Egipto por el bronce

Y tras una jornada para soñar, otra que tampoco pinta mal. De momento, un español va a entrar en la Historia haga lo que haga en el 50 km marcha. Jesús Ángel García Bragado se va a convertir esta noche en el único deportista en competir en ocho ediciones distintas de los Juegos Olímpicos, y además busca irse por la puerta grande, en la despedida de la prueba que le ha convertido en una leyenda. Esta madrugada también habrá que estar muy pendientes del karate, pues Damián Quintero busca seguir la senda de su compañera Sandra colgándose una medalla. Y es posible, porque el karateka es el actual campeón del mundo de katas.

Ya por la mañana, más marcha, la de las chicas de los 20 km; y a las dos de la tarde, pendientes del Estadio porque Mo Katir busca ampliar su leyenda en la final de 5.000. También este viernes se disputa el último partido de semifinales, con un Waterpolo masculino que busca también luchar por las medallas.

Como era de esperar, el “superjueves” ha movido mucho el medallero, y España pega un salto hasta el puesto 18, con tres oros, cuatro platas y cinco bronces. Arriba siguen China, con 34 oros; Estados Unidos con 29; y Japón con 22.