24
Jun
2021
Una sola dosis de vacuna reduce a la mitad la posibilidad de contagiarse Imprimir
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Foto cedida por CAMSegún un estudio del Carlos III

La investigación del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad y la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) se ha realizado en el marco del grupo de trabajo sobre vacunación en España contra la COVID-19. Concluye que la efectividad de las vacunas basadas en ARN mensajero (Pfizer y Moderna) utilizadas en residentes de centros de mayores ha sido del 71% frente a la infección sintomática y asintomática por SARS-CoV-2, del 88% en la prevención de hospitalizaciones, y del 97% en evitar fallecimientos. Los resultados acaban de publicarse en Eurosurveillance.

Los residentes en centros de mayores han sido un colectivo especialmente afectado por la COVID-19 desde el inicio de la pandemia. Se trata de un grupo de población con una especial vulnerabilidad debido a su edad, presencia de condiciones crónicas y por su situación de fragilidad, entre otros factores. Desde el inicio de la pandemia hasta el 4 de abril de 2021 se notificaron 30.176 muertes relacionadas con COVID-19 en residentes de centro de mayores. Debido a la elevada morbimortalidad causada por la enfermedad, este grupo de población fue, junto con los profesionales sanitarios, el primero en el que se priorizó la administración de la vacunación frente a COVID-19 en España, que comenzó el pasado 27 de diciembre.

El estudio incluye datos obtenidos entre el 27 de diciembre de 2020 y el 4 de abril de 2021, fecha en la que 300.133 residentes de centros de mayores con 65 o más años (88.8% del total) habían completado la pauta de vacunación frente a la COVID-19. En ese periodo se estimaron, a partir de la información notificada de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE), que coordina el CNE-ISCIII, un total de 8.370 casos de COVID-19 en personas con 65 o más años residentes en centros de mayores, que fueron incluidos en el estudio.

Para estimar la efectividad de la vacuna contra la COVID-19 se llevó a cabo un estudio observacional retrospectivo mediante el método de screening, en el que se comparó la proporción de personas vacunadas entre los casos y controles poblacionales. Los datos sobre casos de COVID-19 en residentes de centros de mayores se obtuvieron a partir de la información de la vigilancia universal notificada a la RENAVE, mientras que la información sobre residentes en centros de mayores vacunados se obtuvo a partir del Registro nacional de vacunación frente a la COVID-19 (REGVACU) y de la gestión integral de la vacunación de COVID-19 realizada por las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad.

Los beneficios de la vacunación se observan ya desde la primera dosis, ya que con sólo la primera pauta se reduce a la mitad la probabilidad de contraer la enfermedad. Con la pauta completa de vacunación, la efectividad frente a la infección sintomática y asintomática por SARS-CoV-2 alcanza el 71%. Además, la vacuna protege no sólo frente a la posibilidad de contraer la infección, sino también frente a la gravedad de la enfermedad, con una efectividad del 88% en la prevención de hospitalizaciones y del 97% frente a las defunciones.

De igual manera, la protección contra las infecciones asintomáticas por SARS- CoV-2 fue similar a la observada para las infecciones sintomáticas (70%). Al respecto, los investigadores destacan que este hecho aporta una evidencia indirecta de la contribución de las vacunas a la reducción de la transmisión viral en la comunidad.

El equipo señala que estos resultados están en consonancia con investigaciones similares realizadas en países como Reino Unido e Israel, entre otros; también coinciden con otros estudios que han realizado en España sobre el impacto directo e indirecto de la vacunación, y con estimaciones a nivel regional que han analizado la prevención de hospitalizaciones y muertes en residentes de centros de mayores y trabajadores de la salud o frente a infecciones sintomáticas en personas mayores de 60 años.

En todo caso, se trata del primer estudio a nivel nacional que demuestra una alta efectividad de la vacunación con COVID-19 en España, con las vacunas de ARN mensajero, en la prevención de infecciones por SARS-CoV-2, y hospitalizaciones y muertes por COVID-19 en residentes de 65 o más años de centros de mayores. Tras esta publicación, el grupo de trabajo sobre vacunación en España contra la COVID-19 se plantea continuar su labor con nuevos estudios sobre la efectividad de las vacunas frente a COVID-19 en la protección de otros grupos poblacionales o bien otras variantes de SARS- CoV-2 circulantes, con el objetivo de apoyar las respuestas de salud pública en el control de la pandemia de COVID-19 en España.

• Referencia del estudio: Mazagatos Clara, Monge Susana, Olmedo Carmen, Vega Lorena, Gallego Pilar, Martín-Merino Elisa, Sierra María José, Limia Aurora, Larrauri Amparo, Working Group for the surveillance and control of COVID-19 in Spain. Effectiveness of mRNA COVID-19 vaccines in preventing SARS-CoV-2 infections and COVID-19 hospitalisations and deaths in elderly long-term care facility residents, Spain, weeks 53 2020 to 13 2021. Euro Surveill. 2021;26(24):pii=2100452. https://doi.org/10.2807/1560-7917.ES.2021.26.24.2100452.

El 61% de las personas que ingresan en los Servicios de Medicina Interna de los hospitales presentan un perfil clínico de Paciente Crónico Complejo (PCC), según los datos del Estudio CRONICOM presentados durante la XII Reunión Virtual del Grupo de Paciente Pluripatológico y Edad Avanzada de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), que congregó online a 360 internistas hasta el pasado viernes y abordó novedades en el manejo del paciente crónico, complejo, pluripatológico y/o frágil y cómo impactó la pandemia en estos pacientes.

La Reunión virtual ha sido inaugurada por el presidente de la SEMI, el Dr. Jesús Díez Manglano, quien ha hecho mención a la “relevancia que tiene la pluripatología y la cronicidad en la actividad asistencial de los internistas”, y también por el Dr. Ignacio Vallejo Maroto, coordinador del Grupo de Paciente Pluripatológico y Edad Avanzada de SEMI, quien recordó que fruto del creciente envejecimiento poblacional “los pacientes presentan, cada vez más, altas necesidades de atención y que ésta sea multidisciplinar, integral y adecuada”.

Precisamente, la cronicidad y la pluripatología constituyen, hoy en día, uno de los principales retos sanitarios a nivel global a los que es preciso dar respuesta. La coordinación entre diferentes profesionales, niveles asistenciales y especialidades de ámbito generalista es fundamental para la atención de estos pacientes. El papel del internista, en el hospital, como especialista con visión global del paciente, es clave para valorar de forma integral a estos pacientes con el fin de preservar su funcionalidad, situación cognitiva y evitar complicaciones.

El estudio CRONICOM, uno de los proyectos de investigación que lidera el Grupo, ha analizado el perfil clínico de 1.171 pacientes con participación de 52 investigadores de 17 centros. Tiene como objetivo describir las características de las personas con enfermedades crónicas y problemas complejos de salud. Muestra que las principales características de estos pacientes son: edad avanzada, alta carga de enfermedad crónica, deterioro funcional o polifarmacia. Los datos del estudio fueron presentados por el Dr. Máximo Bernabeu Wittel, de Medicina Interna del Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla).

En palabras del Dr. Wittel: “el perfil de la multimorbilidad ha cambiado, debido al mayor envejecimiento poblacional, la mayor exposición a hábitos de vida no saludables, los cambios en las intervenciones y procesos de asistencia sociosanitaria o la polifarmacia, elementos que generan complejidad”. Ha reiterado, además, que “el seguimiento de los patrones de multimorbilidad a lo largo del tiempo es útil para detectar poblaciones vulnerables emergentes y cambios en las formas de enfermar”.

La Dra. Isabel Torrente, de Medicina Interna del Hospital Universitario Parc Taulí de Sabadell (Barcelona), presentó las novedades del Estudio DESPRESCRIPCIÓN. Por desprescripción se entiende la “revisión de los planes terapéuticos a largo plazo, con el fin de detener, sustituir o modificar la dosis de medicamentos (prescritas apropiadamente) y que bajo ciertas circunstancias clínicas pueden ser considerados innecesarios o con una relación riesgo-beneficio desfavorable”. Recordó que “los pacientes pluripatológicos, de edad avanzada, frágiles, con deterioro cognitivo y en situación de final de vida son poblaciones diana para la desprescripción” y que, para que sea exitosa, “la toma de decisiones compartida es esencial”.

El Dr. Manuel Méndez Bailón, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínico San Carlos (Madrid), expuso datos del Estudio PROFUND-IC, elaborado en colaboración con el Grupo de Insuficiencia Cardíaca y Fibrilación Auricular de SEMI. Recordó que dicho estudio “brinda información de relevancia en relación a la estratificación pronóstica de los pacientes con insuficiencia cardíaca y pluripatología”. “La edad avanzada y la fragilidad son marcadores del perfil clínico del paciente con insuficiencia cardíaca que ingresa actualmente en Medicina Interna”, sostuvo. Apuntó también que el paciente pluripatológico (con más de 2 enfermedades crónicas, elevada complejidad, fragilidad, descompensaciones, dependencia y polifarmacia) es un paciente “con necesidad de recursos sanitarios importante” e indicó que el “gasto sanitario se incrementa en función del grado de comorbilidad; en pacientes con 5 o más enfermedades crónicas, se multiplica por 17”.

El Dr. Alberto Ruiz Cantero, del Servicio de Medicina Interna del Hospital de La Serranía (Málaga), ahondó en su ponencia  en la importancia de medir los resultados de salud en las personas con enfermedades crónicas y afirmó que “ es necesario estandarizar la medición de los resultados en salud transformando los cuidados sanitarios en cuidados de valor”. Por otro lado, el Dr. Jordi Amblás-Novellas, del Grupo de Investigación en Cronicidad de la Catalunya Central, disertó sobre “Fragilidad y hospitalización, ¿qué experiencia estamos teniendo durante la pandemia?”. Tras recordar que la pandemia COVID-19 afectó de forma especial a las personas de mayor edad (el 70% de defunciones se produjo en mayores de 75 años), indicó que “la valoración del grado de fragilidad ha emergido como un elemento clave en el proceso de individualización en la toma de decisiones complejas en los pacientes”.

Por su parte, la Dra. Pilar Cubo, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Infanta Cristina (Madrid), recordó que “la hospitalización a domicilio es una alternativa a la hospitalización convencional para el manejo de procesos agudos o subagudos, con seguimiento clínico y de posibles complicaciones” y, entre sus beneficios, la Dra. Cubo destacó que “es segura, evita el sobrediagnóstico y sobretratamiento, disminuye la iatrogenia, las infecciones asociadas a los cuidados y el deterioro funcional y facilita una recuperación funcional más temprana”.

En relación a la hospitalización a domicilio del paciente crónico complejo, la Dra. Cubo remarcó que es importante “realizar una valoración integral, identificando a cuidador y explorando la situación social, que se debe potenciar el autocuidado, identificar necesidades de soporte social y establecer un plan de cuidados, abogando por una atención centrada en la persona y sus valores”.

Asimismo, durante la segunda jornada de la reunión, la Dra. Pilar Román, expresidenta de SEMI e internista en el Hospital de Requena de Valencia, desgranó la estrategia marco de Cronicidad del SNS (2012) e indicó que “no está obsoleta, pero el problema es que se ha avanzado poco en la tarea que se había previsto en las diferentes líneas y áreas”. Es necesario “avanzar a mayor ritmo en estrategias de prevención y promoción de la salud” y “garantizar la continuidad asistencial y reorientar el sistema hacia la equidad, innovación e investigación”.

Por otro lado, en relación a “¿Qué debemos esperar de la telemedicina en la atención de las personas con pluripatología, cronicidad compleja o edad avanzada?”, el Dr. Ismael Said, internista en el Hospital Álvaro Cunqueiro (Vigo), explicó que “la telemedicina y la salud digital abren nuevas posibilidades que se deben explorar en el abordaje y seguimiento de los pacientes crónicos” y que “contribuyen a empoderar al paciente”. Asimismo, hizo mención a distintos proyectos en marcha, como el Cuestionario Cambados, “para estratificar a los pacientes crónicos según sus competencias digitales”.

La Dra. Lourdes Moreno, internista en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, ha recordado que “el 40% de los fallecimientos por COVID-19 en España ha tenido lugar en residencias” y que es una realidad que debe hacer reflexionar a todo el mundo. Ha expuesto, además, la “experiencia de la medicalización” en las residencias en la área sanitaria dependiente del hospital en el que desarrolla su labor y el trabajo de colaboración entre diferentes profesionales y niveles asistenciales.

El Dr. Miguel Ángel García, director de Medicina Interna del Hospital de Antequera, expuso la experiencia que supuso en el hospital la puesta en marcha de la “Unidad de Alta Complejidad de Cuidados” y apuntó que este tipo de unidades de atención a pacientes crónicos complejos “favorecen la asistencia coordinada multidisciplinar” y deben “derivar en mejores indicadores de gestión clínica y de resultados en salud”. Asimismo, el Dr. Andrés Fontalba, subdirector Médico del Área Sanitaria Norte de Málaga, expuso en relación a la Unidad de Alta Complejidad de Antequera que los primeros 104 pacientes atendidos en la misma tenían una edad de 89,23, con una estancia media bruta de 9,93 días y con un número de principios activos prescritos al alta de 10,8, frente a los 11,6 del ingreso, efectuándose adecuadamente procesos de desprescripción. Tanto Carlos Núñez Ortiz, del Hospital de la Línea (Cádiz), como Andoni Carrión, que también desarrolla su labor en el Servicio Andaluz de Salud, expusieron la visión enfermera desde las Unidades de Crónicos y Servicios de Medicina Interna.

Durante la mesa “Casos clínicos: Atención a los pacientes con pluripatología y edad avanzada”, la Dra. Ana L. Blanco, internista en el Hospital San Juan de Dios de Aljarafe, hizo mención a que “en el paciente con múltiples enfermedades crónicas puede ser complejo averiguar la causa inicial de descompensación” y que es “importante discernir cuál es para focalizar esfuerzos terapéuticos con una visión multidisciplinar”. Por su parte, la Dra. Elena Hellín, del Hospital Vega Baja de Orihuela, disertó sobre el “Paciente con pluripatología: ¿Cuándo introducir “la mirada paliativa?”. Incidió en que es preciso “introducir la mirada paliativa precoz en el paciente crónico complejo, junto a un Plan de Decisiones Anticipadas (PDA) que permita al paciente definir preferencias de tratamiento y atenciones médicas futuras respetando sus deseos”.

A su vez, la Dra. Julia Ollero, del Hospital Infanta Elena de Huelva, habló sobre el “Hospital de Día médico: una herramienta frente al ingreso en pacientes crónicos complejos”. Reiteró el “papel importante que pueden desempeñar los hospitales de día y recordó que hasta el 50% de los ingresos pueden ser consecuencia de descompensaciones de pacientes con enfermedades crónicas. Asimismo, el Dr. João Rodrigo, del Hospital do Espírito Santo de Évora (Portugal), indicó que “el diagnóstico diferencial supone, en ocasiones, un reto para el clínico” y que “a veces pueden coincidir varias patologías al mismo tiempo y con presentaciones similares y que el médico debe estar alerta ante esa posibilidad”.

Por último, la Dra. Lorea García, del Hospital Infanta Cristina de Parla concluyó que se precisa un modelo asistencial centrado en el paciente crónico complejo, con vigilancia proactiva, garantizando la continuidad asistencial, gestionando los recursos sanitarios y planificando intervenciones y prestando apoyo a cuidadores principales”.

El Hospital Universitario de Fuenlabrada ha recibido estos días un cuadro de agradecimiento por su labor y esfuerzo durante toda la pandemia generada por la Covid-19. “Es un detalle para agradecer a todos sus profesionales todo lo que hacen por nosotros, que sepan que no están solos”, explica Araceli Gil Díaz, paciente y autora del cuadro que desinteresadamente ha donado al centro. Esta es una muestra más que todos los profesionales que componen el hospital (personal asistencial y no asistencial) reciben de manos de la población local para poner en valor su dedicación y profesionalidad en el último año. Precisamente, este cuadro está ubicado en el ‘Espacio solidario covid’ una zona que recoge otras expresiones artísticas realizadas por la población y algunos profesionales del propio hospital para conmemorar el esfuerzo conjunto para hacer frente a la pandemia.

Los profesionales del SUMMA 112 han sido reconocidos con la Medalla de la Policía Local del Ayuntamiento de Las Rozas correspondiente al año 2020, que no se pudo entregar entonces por la situación epidemiológica, una condecoración honorífica destinada a reconocer la labor ejemplar y la solidaridad demostrada en la labor asistencial del Servicio de Urgencia Médica de la Comunidad de Madrid frente al Covid-19, al igual que su colaboración con el cuerpo policial. La subdirectora médico asistencial, Alicia Villar; la subdirectora de Enfermería, Carmen Migueles, y el Coordinador de Medios Técnicos y Logísticos, Julián Sánchez Perea, han recogido la Medalla, en una ceremonia presidida por el alcalde, José de la Uz. El Hospital Puerta de Hierro también ha recibido otro galardón.

Este reconocimiento se suma a otros recibidos por el SUMMA 112 durante este mes de junio. El pasado día 3, en la base aérea de Getafe, el Supervisor de Guardia Javier Hernández recogió la Medalla de Oro de la Ciudad de Getafe, otorgada al Servicio por su dedicación y profesionalidad al frente de la urgencia y la emergencia sanitaria en la región. La entregó la alcadesa de la localidad, Sara Hernández.

Y el pasado miércoles, 16 de junio, la coordinadora de Calidad, Asunción Colomer, recibió de manos del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, el reconocimiento al SUMMA 112 como Centro Socialmente Responsable en la categoría de Avanzado por los resultados obtenidos durante este año y su compromiso social.

El Comité Científico del Ilustre Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM), ante algunas preguntas planteadas por sus colegiados, ha realizado este documento utilizando la evidencia científica, cuando existe, pero también la experiencia y la opinión de sus miembros.

La vacunación masiva y mundial frente a la infección por SARS-CoV-2 es un hito de dimensión histórica que está siendo posible gracias a un desarrollo de vacunas eficientes en un tiempo récord. El proceso, llevado a cabo con un orden que prioriza a las personas de mayor edad o con riesgo elevado, está planteando, sin embargo, algunas preguntas derivadas de la convivencia de dos poblaciones en nuestra sociedad.

Por un lado, la de los pacientes vacunados y con un grado de riesgo bajo de contraer la enfermedad de forma inmediata y, por otro, la de la población que espera la vacuna y en la que persisten los riesgos conocidos de contraer COVID-19.

La aparición de infecciones por SARS-CoV-2 tanto en vacunados como en previamente infectados, es muy escasa, en el tiempo de observación del que ya disponemos. Cuando ocurren infecciones de brecha, suelen ser asintomáticas o paucisintomáticas y, en principio, tendrían una menor capacidad de transmisión a otras personas.

Los sujetos vacunados que tienen contacto con un paciente infectado por SARS-CoV-2 pueden evitar la cuarentena, mientras se encuentren asintomáticos, si bien esta decisión depende de la edad, la profesión, las variantes circulantes, el grado de contacto y el tiempo pasado desde la vacunación. En países con una alta proporción de la población vacunada se sugiere ya la posibilidad de que las personas plenamente vacunadas prescindan del uso de las mascarillas y el distanciamiento social en la mayoría de las circunstancias.

Hay que seguir el problema de las reinfecciones a lo largo del tiempo ya que cabe esperar que estos vayan aumentando como consecuencia del declinar de la respuesta inmune y también por el impacto que puedan tener las nuevas variantes, aunque esto también debe ser confirmado.

Conclusiones:

  1. Como consecuencia de la activación de la respuesta inmunitaria en pacientes vacunados o infectados por SARS-CoV-2, la aparición de reinfecciones en el tiempo de observación del que disponemos hasta el presente (6 a 15 meses) es muy escasa. Así lo demuestran los datos de países con tasas ya muy elevadas de población vacunada.

  2. Las infecciones de brecha en pacientes con infección previa, vacunados, o ambas cosas, son, por lo general, asintomáticas o paucisintomáticas y potencialmente tienen una menor capacidad de trasmisión a personas no inmunizadas, como consecuencia de presentar un inoculo menor.

  3. No hay estudios comparativos entre vacunas que permitan demostrar diferencias en la duración de la protección entre unas y otras.

  4. Se desaconseja la utilización de pruebas serológicas con carácter indiscriminado para el seguimiento de pacientes tras la infección natural o la vacunación, dado que en este momento se ignora su significado clínico y sus consecuencias prácticas.

  5. Los datos procedentes de países con una alta proporción de la población vacunada, sugieren la posibilidad de que las personas plenamente vacunados pueden prescindir del uso de las mascarillas y el distanciamiento social en la mayoría de las circunstancias. Pueden también evitar la cuarentena tras contacto con pacientes infectados con excepciones determinadas por el tipo de trabajo, la edad avanzada o la inmunodepresión, entre otras.

  6. La necesidad de revacunación con la misma o nuevas vacunas es, en este momento, meramente especulativa ya que la información existente, impide hacer cualquier precisión sobre este tema.

  7. El cribado con PCR de los pacientes que van a ser hospitalizados debería mantenerse por el momento en aras de evitar brotes nosocomiales, hasta que las tasas de transmisión comunitaria en nuestro entorno desciendan más. Por el contrario, este Comité considera que podrían evitarse las pruebas de cribado en la actividad ambulatoria donde el contacto del paciente vacunado se restringe a personal sanitario, también vacunado.

Una nueva investigación de cohorte retrospectiva basada en datos del Registro SEMI-COVID-19 de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) determina que pueden establecerse tres niveles distintos de riesgo (bajo, medio y alto) en COVID-19 en función de distintos parámetros inflamatorios en el momento del ingreso hospitalario del paciente por infección por SARS-CoV-2.

Los hallazgos de esta nueva investigación han sido publicados en un reciente artículo en el Journal of Clinical Medicine (JCM) que lleva por título “Risk categories in COVID-19 based on degrees of inflammation: data on more than 17,000 patients from the Spanish SEMI-COVID-19 Registry”.

 

En dicho estudio se han analizado un total de 17.122 pacientes con infección confirmada por COVID-19 y las categorías de riesgo se han determinado teniendo en cuenta los terciles del recuento de linfocitos y de los valores de  proteína C reactiva, lactato deshidrogenasa, ferritina y dímero D tomados en el momento del ingreso hospitalario de los pacientes. La categoría de bajo riesgo se definió cuando todos los parámetros se hallaban en el primer tercil, la de alto riesgo cuando alguno de los parámetros se encontraba en el tercer tercil, y la de riesgo intermedio cuando no se cumplieron las condiciones de riesgo bajo o alto.

En palabras del Dr. Manuel Rubio-Rivas, primer firmante del artículo y quien lideró la investigación desde la Unidad de Enfermedades Autoinmunes de Medicina Interna del Hospital Universitario de Bellvitge, indica que “creemos que la utilidad de esta estrategia de estratificación del riesgo radica en que no solo es pronóstica sino que puede servir como generador de hipótesis sobre qué régimen farmacológico puede ser mejor según el grado de respuesta inflamatoria”.

Esta misma idea sostiene el Dr. Xavier Corbella, co-primer firmante y jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital de Bellvitge, quien añade que “la identificación temprana y el manejo clínico apropiado del estado inflamatorio basado en esta estrategia de estratificación del riesgo es crucial para mejorar el pronóstico de los pacientes con COVID-19 que requieren hospitalización”

Según recuerdan los investigadores, desde el comienzo de la pandemia, “la inflamación ha sido sinónimo de complicaciones clínicas durante el ingreso y, en última instancia, ha aumentado la probabilidad de muerte”. Este estudio -inciden- “no solo confirma esta observación, sino que también define tres grupos pronósticos claramente diferenciados, tanto en términos de uso de recursos (necesidad de cánula nasal de alto flujo, ventilación mecánica no invasiva o ventilación mecánica invasiva) como en términos de ingreso en UCI o muerte intrahospitalaria”.

Asimismo, según sostiene el Dr. Rubio-Rivas: "los hallazgos de inflamación analítica preceden al deterioro respiratorio. Basar la estrategia terapéutica en el estado respiratorio del paciente es un error y no sacar partido de esa información analítica de la que disponemos unos días antes de ese deterioro se traduce en un aumento de mortalidad. Hay muchos pacientes ingresados con criterios analíticos inflamatorios que traducen una mortalidad de hasta un 20% y no están bajo ningún tratamiento inmunosupresor/antiinflamatorio porque su estado respiratorio todavía es correcto. Hay que ir por delante de la enfermedad y no por detrás".

La categoría de alto riesgo presenta características sociodemográficas y de comorbilidad ya reconocidas como factores de mal pronóstico. Hasta la fecha no hay una respuesta definitiva sobre por qué los pacientes de edad avanzada, especialmente los hombres y aquellos con ciertas comorbilidades, se inflaman más, pero lo que está claro, reiteran los investigadores, es que “la respuesta inflamatoria de estos pacientes es ciertamente mayor”.

Con base en las cifras de los resultados por categoría, se debe “considerar cuidadosamente la necesidad de mantener el ingreso hospitalario de los pacientes en la categoría de bajo riesgo”. Los investigadores creen que un seguimiento ambulatorio estrecho sería más apropiado para estos pacientes. Aunque los resultados en todos los desenlaces son peores para la categoría de riesgo intermedio con respecto a la categoría de bajo riesgo, los cambios más sustanciales ocurren en la categoría de alto riesgo. Creemos que es fundamental detectar los pacientes que pertenecen a esta categoría desde el principio y “tomar medidas de manejo terapéutico más intensivas”. De los resultados obtenidos se desprende que “no solo es importante si los pacientes pertenecen o no a la categoría de alto riesgo”, sino también cuántos parámetros de alto riesgo se cumplen. Al respecto, “aún no está claro si alguno de los parámetros analizados tiene mayor importancia que los demás”.

 

Los pacientes del grupo de alto riesgo eran mayores (57,9 es la media de edad en el grupo de bajo riesgo vs. 64,2 en el de riesgo intermedio vs. 70,4 años en el de riesgo alto) y predominantemente varones (37,5% frente a 46,9% y a 60,1%). Tuvieron un mayor grado de dependencia en las tareas diarias antes del ingreso (dependencia moderada-severa en 10,8% frente a 14,1% y a 17%), hipertensión arterial (36,9% vs 45,2% vs 52,8%), dislipidemia (28,4% frente a 37% y a 40,6%), diabetes mellitus (11,9% frente a 17,1% y a 20,5%), cardiopatía isquémica (3,7% frente a 6,5% y a 8,4%), insuficiencia cardíaca (3,4% frente a 5,2% y a 7,6%, enfermedad hepática (1,1% frente a 3% y a 3,9%), insuficiencia renal crónica (2,3% frente a 3,6% y al 6,7%), cáncer (6,5% frente a 7,2% y a 11,1%) y EPOC (5,7% frente a 5,4% y a 7,1%).

 

Además, los pacientes del grupo de alto riesgo presentaban con mayor frecuencia fiebre, disnea, y vómitos. También requirieron con mayor frecuencia cánula nasal de alto flujo (3,1% vs. 4,4% vs. 9,7%), ventilación mecánica no invasiva (0,9% frente a 3% frente a 6,3%), ventilación mecánica invasiva (0,6% frente a 2,7% frente a 8,7%) e ingreso en UCI (0,9% frente a 3,6% y a 10,6%), y tuvieron un mayor porcentaje de mortalidad intrahospitalaria (2,3% vs. 6,2% vs. 23,9%).

Los odontólogos de Sermade, clínica odontológica móvil especializada en la atención bucodental de las personas mayores que viven en residencias, valoran la sedación consciente endovenosa como la mejor opción para realizar determinados tratamientos bucodentales en personas con deterioro cognitivo u otras alteraciones neurológicas. En este sentido, el coordinador de Centros Residenciales de Sermade, Luciano Bermejo, señala que, aproximadamente, el proceso de sedación puede ser necesario en un 25-30 % de los residentes, personas que no siempre están familiarizadas con los tratamientos odontológicos y, menos aún, si son complejos.

“La sedación consciente mediante la técnica endovenosa es el proceso mediante el cual se produce una depresión de la conciencia inducida por la aplicación de fármacos, pero el paciente mantiene la capacidad de responder a órdenes verbales o estimulaciones táctiles ligeras. Por tanto, no es sinónimo de sedación profunda ni de anestesia general”, explica el doctor Bermejo.

La sedación consciente también aumenta la confianza del paciente en el odontólogo, porque alivia el estrés o la ansiedad, muchas veces derivados del miedo, que algunos pacientes presentan ante ciertos tratamientos o procedimientos quirúrgicos. De esta manera, la sedación consciente permite al odontólogo realizar su trabajo en las mejores condiciones y facilita la práctica de futuros tratamientos.

Limpieza de la cavidad oral, extracciones, cirugías… Todo tipo de tratamiento bucodental es susceptible de realizarse bajo el proceso de sedación consciente, siempre que el estado del paciente lo requiera y, además, lo permita. Concretamente, el doctor Bermejo señala que el perfil de pacientes con los que Sermade pone en práctica este procedimiento son aquellos “que no colaboran cuando acudimos a las residencias a solucionar los problemas que presentan en la cavidad oral”. Se trata de personas con deterioro cognitivo, sobre todo, alzhéimer. Los pacientes con párkinson son también unos excelentes candidatos, ya que los movimientos involuntarios que, en ocasiones, desarrollan con la enfermedad pueden provocar lesiones e impiden a los odontólogos realizar el tratamiento con seguridad.

Y, aunque las personas mayores no padezcan ningún problema neurológico, el doctor Bermejo también recomienda la sedación consciente si se trata de procesos odontológicos prolongados y que pueden considerarse más agresivos o complejos, como las intervenciones quirúrgicas. La sedación consciente también es un proceso recomendado para personas con discapacidad física o psíquica y que tampoco colaboran durante el tratamiento.

Los odontólogos de Sermade se ponen en contacto con el equipo médico de la residencia donde se encuentra el paciente a tratar, con el fin de conocer la medicación que está tomando, el historial clínico y el estado de salud o enfermedad actual para valorar los riesgos que pudieran influir en el proceso de sedación consciente. “Trabajamos en colaboración con la empresa Indolora, especialista en anestesiología, que estudia cada caso por separado. Es decir, siempre se valora el riesgo anestésico antes de someter al paciente al proceso de sedación”, señala Bermejo. En cualquier caso, los odontólogos de Sermade siempre valoran todas las opciones terapéuticas para un mejor manejo de sus pacientes.

Principales beneficios

La sedación consciente aporta los siguientes beneficios:

·         Facilita la labor de los odontólogos, sobre todo con pacientes que padecen enfermedades neurodegenerativas.

·         Reduce el estrés y el miedo que provoca en algunas personas determinados tratamientos odontológicos.

·         Disminuye el dolor y el malestar del paciente, porque la sedación consciente proporciona un estado de relajación.

·         Permite agrupar varios tratamientos en una misma sesión, aliviando a los pacientes que no soportan tratamientos de larga duración. Asimismo, disminuye el número de visitas del paciente al odontólogo.

Aunque Sermade cuenta con dos unidades móviles totalmente equipadas, que se trasladan a las residencias de la Comunidad de Madrid y alrededores para prestar atención odontológica profesional y personalizada, lleva a cabo los procesos de sedación consciente en las dos clínicas odontológicas convencionales que tiene en Madrid y Villanueva de la Cañada. "Debemos disponer de una superficie mínima y contar con la presencia obligatoria de, como mínimo, un especialista en anestesiología y reanimación. Además, siempre existe la posibilidad de una monitorización de las constantes vitales del paciente”, subraya el coordinador de Centros Residenciales.

El Hospital Universitario Infanta Leonor ha celebrado el octavo curso de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas (EAS) que congregó a alrededor de 300 dermatólogos y residentes en la especialidad, así como médicos de Atención Primaria que ofrecieron una visión global e integradora sobre el manejo clínico y terapéutico de los pacientes afectados por estas enfermedades.

Las enfermedades autoinmunes sistémicas son un grupo de patologías de causa desconocida, caracterizadas por una disfunción del sistema inmunitario y cuya afectación cutánea es la primera señal de alarma, por lo que el dermatólogo se convierte en un elemento clave para poder ofrecer a los pacientes la correcta asistencia especializada. No obstante, la posible afectación de cualquier órgano o sistema conlleva que su estudio y manejo sea llevado a cabo por equipos multidisciplinares.

El curso fue inaugurado por la directora gerente del Hospital Universitario Infanta Leonor, Dra. Carmen Pantoja Zarza, junto con el jefe del Servicio de Dermatología, Dr. Pablo de la Cueva Dobao, y fue coordinado por la Dra. Eva Chavarría Mur, médico adjunta del servicio.

La directora gerente del Hospital Universitario Infanta Leonor, Dra. Carmen Pantoja Zarza, reiteró el agradecimiento al Dr. Pablo de la Cueva Dobao y a la Dra. Eva Chavarría Mur y destacó que es un reto seguir avanzado en este tipo de enfermedades que necesitan nuevos abordajes de forma multidisciplinar apostando por una medicina personalizada y mucho más específica.

En el curso, se impartió un programa completo de ponencias a cargo de médicos de diferentes especialidades (reumatología, inmunología, y dermatología) del Hospital Universitario Son Espases, Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, Clínica Universidad de Navarra, Hospital Vall d’Hebron, Hospital Clinic, Hospital Universitario La Princesa, Hospital Universitario Infanta Sofía, Hospital Universitario de Torrejón, Hospital del Mar y del Hospital Universitario Infanta Leonor, organizador del evento.

Se abordaron las últimas novedades terapéuticas y evidencias clínicas sobre la enfermedad de Degos, lupus cutáneo, dermatomiositis, vitíligo, entre otras enfermedades autoinmunes sistémicas.

El curso se celebró junto con la Reunión anual del Grupo Español de Enfermedades Autoinmunes y Sistémicas (GEDEAS) de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), que tuvo lugar el mismo día en horario de tarde.

Ofrecer una guía práctica sobre cómo funciona el hospital para facilitar el conocimiento de las funciones que hay que realizar en cada uno de los servicios, asistenciales, administrativos y de apoyo, es decir, en todo el centro sanitario. Este es el objetivo del “Asistente Virtual" impulsado por los celadores del Hospital Universitario de Móstoles a raíz de la pandemia por SARS-COV2 y que ha recibido el Primer Premio en la XX Jornada Nacional de Celadores, que este año se ha organizado desde el Hospital Clínic de Barcelona y en la que se han presentado más de 50 trabajos. Aunque la idea era previa, y se estaba trabajando en la estrategia y desarrollo del proyecto de un manual de acogida, la pandemia aceleró su desarrollo por la necesidad de dar una respuesta eficaz en un momento de intensa actividad asistencial y complejidad de gestión de todos los aspectos relacionados con la pandemia.

El menú de la aplicación recoge el directorio de todos los servicios del Hospital, de las unidades asistenciales, con una breve descripción de las tareas del celador, la ubicación física de todas ellas con un total de más de 50 mapas en 3D, el organigrama de la jefatura de los celadores con todos los datos de contacto, además de un espacio concreto desde donde el trabajador puede acceder a su correo electrónico o a la información de cursos de formación.

Desde su creación en marzo de 2020, se han verificado más de 100 descargas y 600 accesos, y 130 celadores han manifestado que el asistente les ha sido de gran utilidad. La inmediatez en el acceso, la facilidad de uso y la utilización de elementos gráficos ha resultado ser una herramienta formativa muy útiles para los trabajadores noveles.

Una de las áreas que se prevé más útil a largo plazo es la de "My Space" , el lugar virtual de comunicación y contacto con el correo electrónico, el área de formación, la web del hospital, Su existencia y poder manejarlo desde el teléfono móvil ha facilitado el acceso de los celadores a información del hospital, creando un nuevo canal que les permite acceder e intercambiar información labroal diaria muy útil.

Ángel Fernando Gómez Córdoba y Luis Miguel Llorente Sevilla son los autores de una iniciativa respaldada por el jefe de Celadores, Andrés García de Benito, y que se ha realizado en colaboración con muchos otros resposanbles y celadores del retén. Este nueva aplicación va en la misma estrategia que el manual virtual de quirófano elaborado también por estos profesionales, en el que se recoge toda la información relativa a la preparación postural, los accesorios necesarios  y movilidad de los pacientes en cada una de las intervenciones quirúrgicas de las diferentes especialidades.

El Hospital Universitario de La Princesa organizará la II Jornada de Incontinencia Anal en versión "on line", liderada por la Unidad de Coloproctología del Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo. A lo largo de la misma importantes expertos a nivel nacional realizarán una actualización de los diversos tratamientos avanzados que existen para el abordaje de esta enfermedad. La incontinencia anal es una patología prevalente y sin embargo muy desconocida debido al tabú que existe en torno a ella que hace, por un lado, que el paciente no cuente su problema ni siquiera a su médico y por otro, que socialmente no se conozca y por tanto no se se empatice con los terribles condicionantes de las personas que la sufren. Pese a lo que pudiera parecer, afecta tanto a hombres como a mujeres y en cualquier rango de edad, lo que condiciona las esferas personal, familiar, laboral y social.

La Unidad de Coloproctología del Hospital Universitario de La Princesa está especialmente sensibilizada con esta enfermedad y a lo largo de los últimos años ha abierto una consulta monográfica específica para incontinencia anal y ha estrechado los lazos con otras especialidades implicadas para conseguir el abordaje integral que estos pacientes necesitan.

Además, hace dos años inició, junto con Asia (Asociación de Pacientes con Incontinencia Anal), la campaña “Deja de Escapar” en el marco de la Semana Mundial de la Continencia (WCW, World Continence Week), que tiene lugar cada año a finales de junio, como un alegato a la necesidad de afrontar el problema y buscar una solución para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Esta iniciativa contó con gran aceptación y difusión a través de las redes sociales y logró que muchos hospitales a lo largo de toda España se unieran a la misma para dar visibilidad a un problema cuya prevalencia es mayor por ejemplo que la de la diabetes tipo 2 y, sin embargo, es mucho más desconocido para la opinión pública.

Durante  el año 2019, la Unidad de Coloproctología del Hospital Universitario de La Princesa, integrada por los doctores. Javier García Septiem, Elena Bermejo Marcos y Carlos Cerdán Santacruz. ya organizó un encuentro multidisciplinar entre profesionales y pacientes con el fin de simbolizar el acercamiento entre ambas partes. El objetivo de la jornada que se celebrará mañana no se limita a labor “formativa”, que es fundamental, sino que además pretende poner en valor dentro del campo de la Coloproctología la existencia de unidades especializadas con profesionales implicados con esta enfermedad.

Bajo el título La salud laboral en Sanidad: la prioridad se ha llevado a cabo en el Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo (IRSST) una jornada virtual que estaba enmarcada dentro de las acciones formativas del Catálogo de Formación 2021. Este evento se ha convertido en uno de los más multitudinarios que ha realizado el IRSST no solo por el número de oyentes, llegando a ser 150 los que estuvieron conectados durante su emisión digital, sino por el número de participantes en el mismo.

La salud laboral en Sanidad: la prioridad quería poner el acento en la salud de los que cuidan la salud de todos. La aparición de la Covid-19 llenó de enfermos los hospitales y los centros de salud. Los profesionales de la sanidad vieron como su trabajo se fue multiplicando, sufriendo en su persona la falta de descanso y viviendo situaciones límites que afrontaron con su esfuerzo, dedicación y entrega.

La repercusión de todo lo vivido conlleva unas consecuencias que más tarde o más temprano han ido aflorando. Los profesionales sanitarios también contrajeran la enfermedad y aún hoy son numerosos los que sufren un covid persistente, pero a esta situación hay que sumar  los problemas psicológicos y las complicaciones musculo-esqueléticas que han padecido o van a padecer.

El IRRST eligió para este evento un formato especial dando mucho peso a entrevistas a los expertos que han vivido en primera persona la pandemia. Así, Rosa Menchén, jefe de Área de Conocimiento y Cultura Preventiva, fue la persona encargada de entrevistar al doctor José Eugenio Guerrero Sanz, Titular-Jefe de la UCI del Hospital Gregorio Marañón, quién habló de la afectación psicológica: “Todos creíamos que psicológicamente estábamos bien, pero todas nuestras familias sabían que no nos encontrábamos como éramos…”

La entrevista dio pie a una mesa de debate que se desarrolló bajo el lema Estrategia, Misión y Visión de los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales tras la pandemia. Entre los invitados se destacó la importancia de las alianzas; alianzas que resultaron fundamentales para lograr la integración entre todos los servicios. Para los participantes “la pandemia puso de manifiesto la relevancia de la salud mental”

Para entrevistar a Ángela Hernández Puente, vicesecretaria General de AMYTS  (Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid) y D. Ángel Luis Rodríguez Domingo,  delegado de Prevención de Riesgos Laborales, se contó con el apoyo del exdirector General de Trabajo y Gerente del IRSST, Álvaro Rodríguez de la Calle. Los entrevistados destacaron la necesidad de protección para unas secuelas que pueden ser muy graves e incapacitantes. “No es de recibo tener que seguir un periplo judicial de forma individual para conseguir una sentencia que ponga de relieve la causalidad con la actividad profesional desarrollada.”

Bajo el título ‘Propuestas de Intervención de los representantes de salud laboral del personal sanitario’ se desarrolló la segunda de las mesas redondas. Este debate contó con la presencia de representantes de salud laboral de los principales sindicatos. Teresa Moreno, técnico de apoyo en PRL y moderadora, planteó a los participantes si era aconsejable un cambio en la cultura preventiva como consecuencia de la pandemia. Los invitados destacaron la transcendencia de que las evaluaciones de los riesgos sean reales, de que los recursos preventivos funcionen, de que se invierta en la vigilancia de la salud y de que funcionen correctamente los Comités de Seguridad y Salud.

El IRSST con este acto ha querido reconocer y agradecer la labor incondicional que todo el personal sanitario ha desarrollado desde que comenzara la pandemia.

El Consejo de Gobierno ha sido informado de la celebración de distintos contratos para la adquisición de material y mantenimiento de instalaciones, enmarcados en las necesidades generadas por la pandemia por COVID-19, y que suman un total de 55.233.847,29 euros. Así, se han realizado varios contratos dentro del Acuerdo Marco de Suministro de material necesario para hacer frente al COVID-19 con miras al Sistema Nacional de Salud, al que se adhirió el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) el pasado mes de agosto.

El Consejo ha sido informado de una inversión de 51.462.500 euros para la compra de equipos de protección individual (EPIs) para profesionales sanitarios en 2021 y 2022. Así, este año se adquirirán 9,1 millones de elementos (batas quirúrgicas con protección estándar, de protección alta, de protección contra agentes biológicos y gafas estancas) por un total de 19.975.000 euros, mientras que en 2022 se comprarán 16,1 millones de EPIs por 31.487.500 euros.

Por su parte, el Hospital público Enfermera Isabel Zendal ha precisado adquirir gases medicinales, oxígeno líquido y botellas de gas comprimido, para los próximos meses por valor de 592.168,75 euros. También ha necesitado distinto equipamiento, como monitores de control, biombos o equipamiento para el descanso del personal, con una inversión de 332.985,35 euros y la contratación del servicio de mantenimiento del equipamiento electromédico y la ampliación del de mantenimiento del edificio, ambos hasta final de año, por 2.147.917,98 euros.

También se ha informado de la celebración de contratos para la compra por 698.275,21 euros de dos tipos de kits para el diagnóstico del Sars-Cov-2, un primer lote de test de amplificación de ácido nucleico mediada por transcripción para la detección del virus en sangre y vías respiratorias, y un segundo lote de reactivos para el diagnóstico diferencial de las variantes del virus.