31
Oct
2025
Sánchez reconoce en sede parlamentaria haber cobrado en metálico del PSOE Imprimir
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Foto cedida por Senado

La confesión puede provocar la apertura de nuevas diligencias de investigación

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha comparecido ante la ‘comisión Koldo’ del Senado, convocado por el Partido Popular (PP). Su comparecencia se centra en responder a las acusaciones sobre irregularidades financieras relacionadas con exdirigentes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y un exasesor.

Sánchez ha reconocido que, en “alguna ocasión”, ha cobrado gastos en efectivo en su rol como secretario general del PSOE. Sin embargo, ha subrayado que estas cantidades nunca han superado los mil euros. Este reconocimiento se presenta en un contexto donde se investigan presuntas irregularidades en la gestión financiera del partido.

El presidente ha defendido la legalidad de las transacciones, afirmando que siempre ha liquidado gastos “contra factura”. Esta afirmación es crucial, ya que busca demostrar que las prácticas financieras del PSOE están dentro de legalidad y son transparentes.

Cuando se le preguntó si había recibido algún pago en metálico que excediera la cifra mencionada, Sánchez fue categórico en su respuesta: “en absoluto”. Esta declaración refuerza su postura de que no ha participado en prácticas irregulares relacionadas con el manejo de efectivo.

Sánchez también hizo hincapié en que el uso de efectivo es una práctica común y legal dentro de la organización del PSOE. Esta defensa busca normalizar la utilización de efectivo en las operaciones del partido, sugiriendo que no es un indicativo de irregularidades.

El presidente del Gobierno aseguró que el PSOE cuenta con un sistema de financiación “absolutamente limpio y regular”, enfatizando la trazabilidad de las transacciones. Este punto es fundamental para contrarrestar las acusaciones de mala gestión y falta de transparencia en el partido.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, compareció ante la comisión de investigación del Senado relacionada con el ‘caso Koldo’. Esta sesión tuvo lugar en la Sala Clara Campoamor y se extendió por más de cinco horas, finalizando pasadas las 14:05 horas. Durante este tiempo, Sánchez fue interrogado por diversos grupos parlamentarios, a excepción del Partido Nacionalista Vasco (PNV).

La sesión se caracterizó por ser intensa y sin recesos, lo que permitió un flujo continuo de preguntas y respuestas. Eloy Suárez Lamata, presidente de la comisión, tuvo que en varias ocasiones para mantener el orden ante los rifirrafes que surgieron entre él y el presidente del Gobierno. Sánchez no dudó en criticar la naturaleza de la comisión, describiéndola como una “comisión de la difamación” y calificando el evento como “un circo”. Esta afirmación refleja su descontento con el enfoque de la investigación y la forma en que se estaba llevando a cabo.

Respecto a su relación con José Luis Ábalos, Sánchez reconoció que este exministro fue de su “máxima confianza”. Sin embargo, también expresó su desagrado por los “hábitos personales” de Ábalos, lo que sugiere una ruptura o desacuerdo en su relación personal a raíz de las circunstancias que rodean el caso en cuestión.

Al final del interrogatorio, el senador del PP, Alejo Joaquín Miranda, propuso un careo entre Sánchez, Ábalos y Víctor de Aldama, quien está vinculado a la trama Koldo. Sin embargo, esta propuesta fue ignorada por Sánchez, lo que podría interpretarse como una falta de interés en confrontar directamente las acusaciones o en participar en debate más profundo sobre las implicaciones del caso.

Durante una rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno en la Junta Municipal de Chamberí, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, realizó declaraciones contundentes respecto a la actuación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el contexto de una comisión de investigación en el Senado. Este evento ha captado la atención mediática debido a las acusaciones de corrupción que se han planteado.

Martínez-Almeida acusó a Sánchez de comportarse como un "corrupto" debido a su actitud evasiva y sus respuestas durante la comisión de investigación. El alcalde argumentó que la evasión de respuestas y la falta de claridad en las explicaciones son características típicas de alguien involucrado en prácticas corruptas.

El alcalde criticó las "evasivas" y "sonrisitas" de Sánchez, sugiriendo que estas actitudes trivializan la gravedad de las acusaciones que enfrenta. Almeida mencionó el incidente en el que el fiscal general del Estado destruyó su móvil y otros documentos, lo que, según él, impide la recuperación de información crucial. Aunque aclaró que no acusaba al fiscal de ser un delincuente, sí insinuó que su comportamiento era sospechoso.

El alcalde fue más allá al afirmar que el comportamiento de Sánchez en la comisión es similar al de un delincuente. Según él, la falta de respuestas claras y la tendencia a desviar la atención de las preguntas son indicativos de culpabilidad.

Referencia a la "Banda del Peugeot": Martínez-Almeida hizo referencia a lo que ha denominado "la banda del Peugeot", que incluye a figuras como Koldo García, José Luis Ábalos y Santos Cerdán. Afirmó que la conexión de Sánchez con estas personas es problemática y que su intento de minimizar la importancia de estos vínculos es inaceptable.

Uno de los momentos que Almeida destacó como "surrealista" fue cuando se le preguntó a Sánchez sobre el uso del Peugeot. La respuesta de Sánchez, que se centró en la solicitud de un listado de viajes, fue interpretada por Almeida como un intento de desviar la atención de la pregunta principal.

Implicaciones de Viajar con una Organización Criminal: El alcalde enfatizó que si alguien viaja en un vehículo asociado con una organización criminal, debe ser consciente de con quién está viajando y de las conversaciones que podrían tener lugar. Esto, según él, pone en duda la integridad de Sánchez.

Almeida acusó a Sánchez de intentar "banalizar" la situación, sugiriendo que no se puede restar importancia a la conexión con individuos imputados por organización criminal. Según el alcalde, es difícil creer que el presidente no comparta intereses con estas personas.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, compareció ante la comisión de investigación del Senado sobre el 'caso Koldo' este jueves. Durante más de cinco horas de interrogatorio, Sánchez evitó responder a preguntas clave, utilizando repetidamente la frase "no me consta" como defensa. Su comparecencia fue marcada por tensiones y descalificaciones hacia el proceso.

Sánchez calificó el interrogatorio como una "caza de brujas", "un circo" y "una comisión de difamación". A lo largo de su comparecencia, fue amonestado en varias ocasiones por el presidente de la comisión, Eloy Suárez Lamata, lo que refleja la tensión en la sala.

Sánchez admitió haber recibido dinero en efectivo, pero siempre con factura y nunca por montos superiores a 1.000 euros. Reconoció que José Luis Ábalos fue una figura de confianza en su carrera política, pero describió su relación con Koldo García como "absolutamente anecdótica". También negó tener cualquier relación con Víctor de Aldama. Afirmó no haberse beneficiado de los negocios de saunas de su suegro, Sabiniano Gómez, aunque no pudo confirmar si este había donado dinero al PSOE o si su esposa estaba implicada en el rescate de Air Europa.

Sánchez afirmó no tener conocimiento sobre varias figuras y situaciones:

Leire Díez: Negó que la exmilitante trabajara para el PSOE.

Antxon Alonso: Dijo no conocerlo.

María Chivite: Desconocía que el tío de la presidenta socialista de Navarra fuera consejero de Cohesión Territorial y Obras Públicas.

El Partido Popular (PP) calculó que Sánchez esquivó un total de 52 preguntas, utilizando diversas frases evasivas como "no me consta" (18 veces), "no lo sé" (11), "no tengo constancia" (7), "no recuerdo" (6), "desconozco" (5), "no sabría decirle" (3) y "no tengo conocimiento" (2). Este patrón de evasión fue objeto de críticas tanto de los opositores como de los miembros de la comisión.

Varios senadores expresaron su descontento con las respuestas de Sánchez:

Eduard Pujol (Junts): Le reprochó su capacidad para evadir preguntas, comparándolo con un "Houdini" o un "trilero".

Joan Queralt (ERC): Hizo una analogía sobre la relación de Sánchez con Ábalos, sugiriendo que si se comporta como un pato, probablemente sea un pato.

María Mar Caballero (UPN): Concluyó su interrogatorio pidiendo a Sánchez que se retirara, señalando que él es el responsable último de la trama de corrupción.

Ángel Pelayo Gordillo (Vox): Criticó a Sánchez por las víctimas de la dana ocurrida un año atrás.

Las gafas de Sánchez se convirtieron en un tema de conversación tanto dentro como fuera de la comisión. Un diputado del Congreso cuestionó la autenticidad de su presbicia, sugiriendo que las gafas podrían ser "de pega".

Este interrogatorio ha sido calificado por los dirigentes del Partido Popular (PP) como “atropellado” y ha suscitado críticas hacia la forma en que Sánchez respondió a las preguntas formuladas.

Dirigentes del PP han manifestado su descontento con el interrogatorio, señalando que Pedro Sánchez incurrió en “excesivas evasivas” e “inconcreciones”. Tras cinco horas de comparecencia, se ha planteado la posibilidad de volver a citar a Sánchez en el Senado, ya que consideran que no se han despejado las dudas sobre la contabilidad B del PSOE.

A pesar de las críticas, no todos los miembros del PP son optimistas. Algunos consideran que las altas expectativas que se habían generado en torno a esta comparecencia no se han cumplido. Palabras como “acelerado”, “invasivo” y “atropellado” han sido utilizadas para describir el estilo del interrogatorio de Alejo Miranda.

Los dirigentes del PP han expresado que Miranda interrumpió demasiado a Sánchez, lo que impidió que este pudiera responder adecuadamente a las preguntas. Un parlamentario del PP ha señalado que si Miranda no permite que Sánchez responda, no puede luego reprocharle que no conteste. Esta falta de fluidez en el interrogatorio ha sido vista como un fallo estratégico.

Durante su comparecencia, Pedro Sánchez admitió que, en algunas ocasiones, cobró gastos en efectivo del PSOE en su calidad de secretario general, aunque aseguró que nunca fueron superiores a mil euros y que eran “anecdóticos”. Además, negó la existencia de sobresueldos en el PSOE y reconoció que el exministro José Luis Ábalos fue de su “máxima confianza”, aunque expresó que sus “hábitos personales” le repugnan.

Sánchez utilizó en más de 40 ocasiones frases como “no me acuerdo” o “no me consta”, lo que, según los dirigentes del PP, podría ser una estrategia para evitar ser denunciado por falso testimonio. Esta táctica ha llevado a algunos en el PP a creer que Sánchez podría ser llamado nuevamente a la comisión, dado que aún quedan muchas cuestiones por aclarar sobre su supuesta corrupción.

Los miembros del PP han subrayado que hay varias investigaciones abiertas que afectan tanto al Gobierno como al PSOE y a la familia de Sánchez. Un senador del PP ha indicado que el propio Alejo Miranda debería haber dejado claro que Sánchez será llamado nuevamente, ya que no ha superado la prueba. Se ha mencionado que la “estocada final” podría venir de un juez, lo que sugiere que las implicaciones legales para Sánchez y su partido podrían ser significativas en el futuro.