25
Sep
2012
Cargas policiales frente al Congreso el día en que Cataluña dio otro paso a la independencia Imprimir
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Mientras miles de personas se manifestaban a las puertas, los diputados votaban en contra de bajar los sueldos a los cargos públicos

Probablemente, la jornada de ayer entre en la Historia de España, y es que los argumentos son demasiado similares al comienzo de las grandes revoluciones del XVIII y XIX: miles de personas secundaron una gran concentración frente al Congreso que terminaba con cargas policiales, mientras, dentro, los políticos decían no a una moción para que los políticos no puedan cobrar más que el Presidente del Gobierno. Y por si fuera poco, Cataluña anunciaba un adelanto electoral que le acerca, y mucho, a la independencia.

Pero vayamos por partes. Colectivos ciudadanos, partidos de izquierda y parte del 15-M habían convocado para ayer una gran acción consistente en rodear simbólicamente el Congreso para exigir la dimisión del Gobierno y la elección de un Gobierno interino encargado de dirigir el país hasta el inicio de una Asamblea Constituyente que elaborase una nueva Carta Magna.

El símbolo asustó a los políticos que blindaron el Congreso con mil cuatrocientos policías pensando que lo de tomarlo iba en serio. La situación, cuando comenzó la concentración, empezó a tensarse poco a poco, y estalló en varias ocasiones con cargas policiales que dejaron más de 26 detenidos y a un manifestante tetrapléjico.

Como siempre, la guerra de cifras saltó a los medios y, sobre todo, a Twitter: unas seis mil personas, según el Gobierno, y cerca de 50.000, según los organizadores, participaron en una protesta que terminaba pasada la medianoche y que puede reproducirse esta tarde, ya que han vuelto a convocar concentración a las siete de la tarde.

Evidentemente, la protesta saltó con rapidez a los medios internacionales, que no dudaban en calificar a España de Estado Represor, e incluso a la Asamblea de Naciones Unidas, donde la Presidenta argentina también condenaba las cargas policiales

Y mientras esto sucedía a las puertas del edificio que representa la Voluntad Popular, dentro los políticos vetaban una polémica moción de UPyD. Los magenta pedían la garantía, por ley, de que ningún cargo público cobraría más que el Presidente del Gobierno, algo, por cierto, en consonancia con alguna de las medidas anunciadas por Rajoy en julio, y que debería incluirse en la Ley de Transparencia. Pero la propuesta no salió adelante, vetada por PSOE y PP. Los magenta también planteaban otro tema polémico, la oposición a la inmersión lingüística, que se encontraba con el rechazo de PP, PSOE, Izquierda Abierta y los nacionalistas.

Pero el Congreso no era el único foco de atención: Artur Mas decidía que los catalanes deben pronunciarse sobre el proceso anunciado, y lo harán en unas elecciones que se celebrarán el próximo 25 de noviembre.

Y con semejante panorama, las bolsas ya están temblando: Wall Street cerraba con importantes pérdidas y se teme lo que suceda en las bolsas europeas al principio de sesión.