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22
Dic
2019
El 40% de los jóvenes madrileños viven en casa de sus padres al no poder pagar un alquiler PDF Imprimir E-mail
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Además, son los jóvenes que más pagan por su vivienda de toda España

CENTURY21 España, la mayor red de intermediación inmobiliaria del mundo presenta el “II Observatorio de la Vivienda en la Comunidad de Madrid”, derivado del observatorio a nivel nacional y centrado, en esta edición, en las dificultades de los jóvenes españoles para acceder a la vivienda. El objetivo de la realización de este segundo informe es comprender las necesidades, expectativas y posibilidades de los jóvenes entre los 18 y 34 años con respecto a la vivienda a las que el sector inmobiliario debe dar alternativas que les permitan desarrollar su propio proyecto de vida.

En la Comunidad de Madrid, 4 de cada 10 jóvenes de 18 a 34 años sigue viviendo con sus padres por la falta de recursos económicos. Aunque el grado de satisfacción de estos jóvenes con su vivienda actual es elevado, independientemente de estar emancipados o no, lo cierto es que el 80% de los jóvenes encuestados afirma que no viven donde les gustaría. El motivo principal es la falta de oferta de viviendas con precios ajustados a su capacidad económica, y es que para casi la mitad de estos jóvenes (49,25%) sus ingresos no son suficientes para vivir de forma independiente, lo que supone casi 10 puntos más que en la media nacional que se sitúa en el 40,4%.

El II Observatorio de la Vivienda en la Comunidad de Madrid confirma la idea de arraigo de la vivienda en propiedad. Así, esta forma de vida ha sido la opción preferida por 7 de cada 10 jóvenes encuestados, frente a un 23% que elegirían vivir de alquiler. El deseo para toda esta generación es la casa en propiedad donde vivir en pareja, ya que representa la seguridad y estabilidad tan deseadas, reproduciendo el modelo de sus progenitores. Esto demuestra que el alquiler es una alternativa durante la primera etapa del proceso de emancipación, pero se plantea como una opción temporal.

A pesar de que más de la mitad de los jóvenes no son independientes económicamente, y de que cerca del 40% no cuenta con ingresos propios, más del 72% debe afrontar algún gasto por la casa en la que vive, ya sea como colaboración en el alquiler o la compra.

El gasto medio de los jóvenes españoles que tienen algún gasto de vivienda es de 370 € al mes, pero los jóvenes madrileños pagan una media de 442 € al mes, 72€ por encima (en Cataluña la media es de 415 € al mes), convirtiendo a los jóvenes de esta comunidad en los que tienen que realizar el mayor esfuerzo por disfrutar de su vivienda.

Dos tercios de los jóvenes madrileños quieren que la primera vivienda al emanciparse sea en la misma ciudad donde habitualmente viven. Casi la mitad (46,8%) afirma que les gustaría que su primera vivienda estuviera en zonas periféricas del centro de su ciudad (zonas cercanas al centro, bien comunicadas y con todo tipo de servicios), mientras que un 27% preferirían vivir en el centro. (*) Tan sólo un 12,6% de los jóvenes han señalado el extrarradio de las urbes como su lugar ideal para vivir.

En cuanto al tipo de vivienda, 7 de cada 10 optan por un piso o apartamento en un edificio como la opción preferida en el momento de emanciparse, algo más que en el resto de España que es del 65%. Para la mitad de los jóvenes madrileños no es un dato relevante el hecho de que su vivienda sea nueva o de segunda mano, siempre que se encuentre en buenas condiciones.

La primera vivienda a la que aspiran los jóvenes al independizarse debería tener al menos una superficie de 71m2. Además, todos coinciden en que les gustaría tener 3 habitaciones y 2 baños. En cuanto a la distribución de su primera vivienda en el momento de emanciparse, el 65,1% de los jóvenes preferirían tener un salón grande y habitaciones pequeñas y no al contrario. Además, a más de un 77% de los jóvenes les gustaría que la cocina y el salón estuvieran en zonas independientes. Por otro lado, cabe destacar que al 58% les parece muy importante la proximidad al transporte público, la calidad de la construcción (52,2%) y la eficiencia energética de la casa (39,9%), lo que demuestra la concienciación de la población juvenil con el medio ambiente.

En el caso de que encontraran una vivienda que se ajuste a su presupuesto, 3 de cada 10 renunciaría a que la vivienda se encuentre en el centro. Otros aspectos a los que se muestran dispuestos a renunciar son o a extras de la vivienda como la terraza, el garaje o el trastero (18,6%) o a la proximidad a zonas deportivas o de ocio (17,9%).

Ante el hipotético escenario de 5 a 8 años vista, en el cual la totalidad de estos jóvenes disponen de un salario razonable y una situación laboral y personal estable, se les ha preguntado por el tipo de casa en la que les gustaría vivir. En este sentido, se mantiene la preferencia de la casa en propiedad con una amplia mayoría (84,2%), en la misma ciudad (67,7%), dentro de la cual prefieren la periferia del centro, en un 41,3% de los casos. En segundo lugar, se encontraría el centro de la ciudad con un 26,4%, y en tercera posición es notable el 15,3% de los encuestados que han optado por el extrarradio. En cuanto al tipo de vivienda del futuro, para el 52% se mantiene en primer lugar la idea de vivir en un piso o apartamento en un edificio (mientras que en el resto de España baja al 45%) y aparece en segundo lugar, la opción del chalé independiente (29,6%).

Los jóvenes de la Comunidad de Madrid aspiran a tener una vivienda con una superficie por encima de los 104m2 con 3 habitaciones y 2 baños. A la hora de la distribución del inmueble, 7 de cada 10 jóvenes prefiere tener un salón grande y habitaciones pequeñas, en vez de a la inversa. También les gustaría, de forma unánime, que su casa del futuro tuviese una cocina y salón independientes. Por otro lado, la calidad de la construcción se convierte en el factor más importante de un inmueble para el 52% de los encuestados, seguido del transporte público (48,2%) y de la eficiencia energética (45,3%). Según Ricardo Sousa, CEO de la red de CENTURY21 España, “faltan soluciones de bajo coste, con viviendas ajustadas a la realidad económica de los jóvenes para que dejen de vivir dependiendo económicamente de sus familias”.

 

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