23
Dic
2018
Piden una reunión al Ministro de Cultura para que regule la autoedición de libros Imprimir
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Foto cedida por Letrame EditorialSolicitarán que las empresas de autoedición tengan unos mínimos de calidad

Luis Muñoz, director de Letrame Grupo Editorial, preocupado por la situación del sector y de las obras literarias que publican las distintas editoriales de autoedición, ha solicitado una reunión, tanto con el ministro de Cultura como con los responsables de la Comisión de Cultura y Deportes de todos los grupos parlamentarios del Congreso, para impulsar una ley que exija a las editoriales de autoedición el cumplimiento de una serie de estándares mínimos de calidad y la obligación de llevar a cabo correcciones tipográficas, ortográficas y gramaticales de todos los manuscritos antes de que estos se conviertan en obras publicadas. Una petición que surge después de haber detectado que “es habitual que se publiquen por la vía de la autoedición obras que no ofrecen la calidad mínima deseable.” En opinión de Luis Muñoz, “estamos convencidos de que esto redundaría en el fomento de la cultura y de la calidad de las obras que se publican y que la población española lee”.

El objetivo de los encuentros es tratar el sector de la autoedición: sus carencias y sus necesidades. Y en concreto tratar como indispensable que se exija por ley a las editoriales de autoedición que todos los manuscritos que se publican se sometan a una corrección ortotipográfica.

Por todo esto, el director de Letrame Grupo Editorial explica que “en los últimos tiempos hemos atendido a muchos autores que vienen de otras editoriales y que nos han explicado que el motivo principal de cambiar de editorial ha sido por el tema de la corrección”. Algo que, tal y como confiesa, “esto no tiene que ser un incentivo, al revés, la corrección tendría que ser un servicio obligatorio en todas las editoriales de autoedición. No puedo entender cómo una editorial, que presume de tener ese nombre, se dedica a imprimir manuscritos sin revisar. No todo vale. Y haciendo eso nos estamos perjudicando todos, ensuciando el nombre de la cultura e insultando al público lector”. Aunque, según Luis Muñoz, “los grandes perjudicados son los autores, ya que hay muchas librerías que les cierran las puertas por ser autores autoeditados, por el hecho de haber tenido una mala experiencia con libros defectuosos que llegan a sus estanterías sin corregir”.

En la actualidad, el auge de escritores ha dificultado el acceso a las editoriales tradicionales. De ahí el nacimiento de las empresas de autoedición. Un motivo por el que “no podemos tolerar que no se nos considere como empresas serias de calidad solo por las malas praxis de algunas empresas privadas, más preocupadas en ganar dinero y sumar títulos a su catálogo sin tener en cuenta la calidad del trabajo publicado”.

Y, por otra parte, no podemos olvidar que el buen trabajo no se mide por el número de obras publicadas, sino por la calidad de las mismas. Y tampoco podemos obviar que si queremos fomentar la cultura y la lectura es una gran contradicción que se estén publicando obras sin corregir y llenas de faltas de ortografía. “Eso es inadmisible y no debería permitirse bajo ninguna circunstancia”, sentencia Luis Muñoz. Y es que “una autoedición bien hecha garantiza los derechos de los autores frente a grandes editoriales que tienen el monopolio del mercado”.

Por todo lo expuesto, Luis Muñoz, director de Letrame Grupo Editorial, ha registrado de forma oficial sus peticiones tanto en el Ministerio de Cultura como en el Congreso de los Diputados. Ahora solo queda esperar que desde ambas instituciones le den cita para que pueda explicar todos estos motivos personalmente. El director de Letrame Editorial confía en que estas reuniones serán productivas y conseguirán resultados favorables para fomentar la cultura y en especial a lo que el mundo editorial se refiere, ya que con la aprobación de una ley nacional que regule el sector garantizamos la competitividad y la seguridad a los autores.