03
Oct
2018
La Comunidad amplía las medidas contra el uso de veneno en cebos Imprimir
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Foto cedida por CAMCon motivo de la celebración del Día Mundial de los Animales

La Comunidad de Madrid atiende cada año a una media de más de 3.300 animales silvestres heridos en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS), un espacio de referencia que ha tratado desde su apertura, en 2010, a más de 26.400 animales. En lo que va de este año los técnicos del CRAS han prestado atención ya a 3.344 animales.

El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Carlos Izquierdo, ha visitado el centro, ubicado entre Madrid y Tres Cantos, con motivo de la conmemoración, mañana, del Día Mundial de los Animales, y ha resaltado que “el CRAS es uno de los mayores y más avanzados hospitales de animales silvestres de España y uno de los más destacados de Europa”. Su objetivo, ha explicado, es “dar una respuesta rápida y eficaz a los ciudadanos que se encuentren animales silvestres incapacitados, para su rehabilitación y posterior suelta en el medio natural”.

Los animales que llegan al centro, tanto de especies autóctonas (en torno al 70 %) como exóticas, son entregados por particulares (58 %), agentes forestales, policiales y del Seprona (22,5 %), o bien los recoge el propio personal del centro tras recibir aviso (19 %). A veces llegan enfermos o heridos tras haber colisionado con vehículos, vallados o tendidos eléctricos, y otras veces se trata de pollos que se han caído del nido o de crías que se han desorientado del nido y perdido al aprender a volar.

Las aves (vencejos, gorriones o ánades reales, principalmente), mamíferos y reptiles son las especies más recibidas en el centro, donde permanecen una estancia media de dos meses. Las especies prioritarias son, lógicamente, las protegidas, más si están en peligro de extinción: águila imperial (han ingresado 10 ejemplares este año), buitre negro (6), águila real (2), etc.

Al ingresar, cada animal es sometido a un chequeo completo para detectar lesiones y síntomas, determinar la causa de su ingreso y saber su procedencia, en qué circunstancias se ha encontrado y qué se sospecha que ha ocurrido. Durante su tratamiento, los animales están en una UCI, recibiendo los tratamientos clínicos y cuidados necesarios a la espera de su fase de rehabilitación y reintroducción, que se lleva a cabo con en torno a la mitad de los animales. Las especies exóticas no pueden ser liberadas al medio natural (constituirían una amenaza para la supervivencia de las autóctonas) y otros animales, irrecuperables, son trasladados a otros centros con fines educativos y programas de formación, investigación y seguimiento.

El consejero, que tras visitar las instalaciones del centro ha soltado un búho real, ha puesto en valor el “compromiso del Gobierno regional con la conservación de todo el territorio protegido de la Comunidad de Madrid, con su flora y su fauna”, y ha recordado el incremento del presupuesto este año para la gestión y mantenimiento de este centro en casi un 15 %, alcanzando los 422.000 euros.

Izquierdo ha ejemplificado también este compromiso regional con la aprobación, ayer por parte del Consejo de Gobierno de la Comunidad, del Plan de Actuación contra el Uso Ilegal de Veneno en el Medio Natural.

“La finalidad de esta iniciativa es la erradicación del uso ilegal de cebos envenenados como procedimiento de control no selectivo de especies animales silvestres, algunos de ellos en peligro de extinción, y por los riesgos que genera sobre la salud pública”, ha destacado. Este Plan se va a llevar a cabo a través de tres tipos de medidas: de prevención, de coordinación y de promoción.

Asimismo, Izquierdo ha resaltado que el Gobierno regional impulsa la puesta en marcha de un Plan de Recuperación del Águila Imperial Ibérica, una de las rapaces más amenazadas de Europa y que está catalogada en peligro de extinción tanto a nivel autonómico como nacional, con el objetivo principal de “promover e impulsar las acciones necesarias para que esta especie alcance un tamaño de población y un estado de conservación que permitan reducir su nivel de amenaza”.

En nuestra región ha triplicado su presencia desde 1986 y duplicado desde 2009. El pasado año se localizaron seis parejas nuevas en el este y centro de la región, por lo que el censo actual se eleva a un total de 65 parejas con 87 pollos volados. En todo caso, estas especies son muy amenazadas por diversas alteraciones y, en especial, por el uso ilegal de cebos envenenados, una de las prácticas más lesivas para la conservación de los ecosistemas en general.

La Comunidad de Madrid va a reforzar las medidas para erradicar el uso ilegal de cebos envenenados como método para dar muerte a animales silvestres, una práctica prohibida por la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad y tipificada como delito en el Código Penal.

Para ello, el Consejo de Gobierno ha aprobado hoy el Decreto por el que se aprueba el Plan de actuación contra el uso ilegal en el medio natural de la Comunidad de Madrid. Su finalidad es erradicar el uso ilegal de cebos envenenados como procedimiento de control no selectivo de especies animales silvestres, algunas de ellas en peligro de extinción, y con potenciales riesgos para la salud pública.

El Plan cuenta con medidas de prevención para disuadir el uso de esta práctica y aplicar procedimientos de actuación ante el aviso o hallazgo de fauna o cebos presuntamente envenenados; medidas de coordinación entre todos los actores involucrados en la lucha contra el uso ilegal del veneno en el medio natural, e incrementar la eficacia de las acciones dirigidas a la persecución del posible ilícito penal; y medidas de promoción para fomentar la formación y sensibilización entre los sectores implicados en la gestión del medio natural.

Los agentes forestales de la Comunidad de Madrid colaborarán con miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en la vigilancia y localización de presencia de veneno.

Estas tareas de vigilancia se llevarán a cabo en cualquier tipo de territorio, priorizando especialmente la presencia de agentes de la autoridad en zonas donde el riesgo de colocación de cebos envenenados pueda ser mayor, como terrenos con antecedentes o sobre los que exista información fiables o sospechas fundadas de su utilización, y zonas con antecedentes de conflictos generados por la existencia de daños a los intereses económicos de las personas en áreas agrícolas y ganaderas.

También será prioritaria la vigilancia en áreas de especial importancia para la reproducción, alimentación o descanso de especies necrófagas, en especial para las especies de águila imperial ibérica, águila perdicera, buitre negro, águila real, milano real, milano negro, lobo ibérico y avutarda. El impulso de esta medida se contextualiza en el marco de la política de conservación de fauna de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y refuerza otras acciones de conservación de especies protegidas aladas como el inminente Plan de Recuperación del Águila Imperial Ibérica que, entre sus medidas, exige acciones preventivas en la línea de este Decreto.

El Decreto aprobado por el Gobierno regional, establece el procedimiento de seguimiento y control de casos de envenenamiento y empleo de cebos envenenados, sistematizando el conjunto de acciones desde el momento en el que se localiza un cadáver de fauna silvestre hasta la iniciación de las diligencias en la vía penal. Todo ello con el fin de asegurar la seguridad jurídica y legalidad de todo el procedimiento (toma de muestras, investigación, etc.) y que lleguen a buen fin las acciones desplegadas.

A este respecto, cuando se tenga conocimiento del hallazgo de cebos o fauna presuntamente envenenada, los hechos se pondrán en conocimiento inmediatamente de la Sección del SEPRONA de Madrid de la Guardia Civil, la cual lo comunicará al Cuerpo de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid en caso de requerir su auxilio y colaboración, para propiciar la coordinación entre las unidades y evitar duplicidades.

Los resultados toxicológicos sobre presencia de veneno en las muestras analizadas, junto con la información recabada, serán remitidos a los juzgados o a la Fiscalía de Medio Ambiente y a la Sección del SEPRONA de Madrid.

La Comunidad promoverá actuaciones formativas para divulgar el contenido del Plan de actuación a distintos sectores sociales involucrados, como jueces y fiscales de medio ambiente, autoridades ambientales (agentes forestales y Guardia Civil, principalmente), técnicos de las Administraciones, y federaciones y representantes de los sectores agrarios y cinegéticos, y ha contado con el ofrecimiento de colaboración de las principales entidades de conservación.

Por último, se promoverá la capacitación adecuada del grupo de agentes forestales de la Comunidad de Madrid para la persecución del uso ilegal de veneno, y la divulgación del número de teléfono de los técnicos de guardia y el teléfono de emergencias 112 para comunicar los casos de envenenamiento.