18
Sep
2011
El 30% de las reclamaciones de consumidores en Madrid es por telefonía Imprimir
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La Comunidad afirma que la mayoría de reclamaciones tienen que ver con la telefoníaLa mayoría, por facturación incorrecta e incumplimientos de contrato

La Comunidad de Madrid registró en el primer semestre del año un total de 10.250 reclamaciones, de las cuales el 18% corresponden a la telefonía móvil. Así se desprende del balance de reclamaciones de la Consejería de Economía que revela que tres de cada diez reclamaciones presentadas entre enero y junio de 2011 se refieren a la telefonía, tanto móvil como fija y al acceso a Internet.

Como viene sucediendo en los últimos años, el sector de la electricidad y del gas natural sigue acumulando un porcentaje muy elevado, y acumula una de cada diez reclamaciones. Los otros sectores más reclamados este semestre han sido los talleres de reparación de automóviles (4,7% del total) el transporte de viajeros (4,5%), los servicios de asistencia técnica (4,2 %) y espectáculos y ocio (3,79%).

En cuanto a los motivos más frecuentes que llevan a los madrileños a presentar una reclamación se encuentra la facturación incorrecta o el gasto injustificado (en el 23% de los casos), el incumplimiento de contrato (en el 13% de los casos), el servicio defectuoso (6,5%), la venta de objeto defectuoso (5,6%) y la reparación defectuosa (4,2%). Tan sólo 4 de cada 100 reclamaciones están relacionadas con los cambios y las devoluciones.

En la Comunidad de Madrid se suelen resolver seis de cada diez casos mediados, por acuerdo entre el consumidor y la empresa. Los casos de mediación más generalizados se refieren a las reclamaciones en el sector de las telecomunicaciones, ya que las principales empresas han firmado con la Dirección General de Consumo sendos convenios en los que se comprometen a resolver las quejas en un plazo no superior a 20 días.

Una reclamación en materia de consumo es una comunicación que el consumidor dirige a la administración competente cuando se presenta un conflicto o desacuerdo entre él y la empresa o el profesional que le ha vendido el producto o prestado el servicio, poniendo de manifiesto los hechos y solicitando una solución o una compensación.

Como primera medida, la Consejería de Economía recomienda hablar con la empresa o el prestador del servicio para intentar solucionar el problema amistosamente. En este caso, hay que intentar que todas las comunicaciones que se mantengan con la empresa sean a través de correo electrónico, burofax, telegrama u otro mecanismo que deje constancia del envío. Si no se llega a un acuerdo, debemos pedir la hoja de reclamaciones.

Todos los establecimientos tienen obligación de disponer de hojas de reclamaciones. Si la empresa o el profesional no las quiere facilitar, el consumidor puede solicitar la asistencia de la policía para que levante acta del hecho. También es posible poner la reclamación ante los organismos competentes en la materia, como la Dirección General de Consumo, las oficinas municipales de información al consumidor o en las asociaciones de consumidores. El impreso está, asimismo, disponible en el Portal del Consumidor, al que se accede a través de www.madrid.org El consumidor debe rellenar la hoja de reclamaciones antes de abandonar el establecimiento, e incluir sus datos personales, los datos de la empresa, una descripción breve de los hechos, y lo que se solicita o se pretende con la presentación reclamación. Las hojas de reclamaciones están compuestas de tres folios autocalcables de colores distintos. El consumidor debe dejar la copia de color rosa al responsable del establecimiento o al profesional y enviar lo antes posible la copia blanca, junto con cualquier documento que justifique nuestra queja, a la Dirección General de Consumo o a la dirección que figure en el encabezamiento de la hoja. La copia verde debe ser conservada por el consumidor como comprobante.

El proceso continúa con la resolución del problema mediante acuerdo con la empresa, o bien mediante mediación de la administración. Si no estamos conformes con el resultado de la reclamación, podemos iniciar un procedimiento de arbitraje de consumo, o podemos acudir a los tribunales de justicia.