16
May
2019
Los fuegos artificiales cerraron las Fiestas de San Isidro de Madrid Imprimir
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Foto cedida por Ayuntamiento de MadridVinila Von Bismarck y Asier Etxeandía, actuaciones de la última noche

En la tarde noche del gran día de San Isidro, las actividades siguieron sucediéndose, congregando a miles de madrileños y madrileñas y visitantes en sus diferentes escenarios. La andaluza Vinila Von Bismark llenaba la Plaza Mayor con sus ritmos urbanos de raíces latinoamericanas para dar paso, a las diez y media, al nuevo espectáculo de Asier Etxeandía Mastodonte, una experiencia sensorial en la que Etxeandía estuvo acompañado del músico napolitano Enrico Bárbaro.

La poesía en Conde de Barajas y dos espectáculos de danza se despedían de madrileñas y madrileños en la Plaza de Oriente. Mientras, una Pradera abarrotada ofrecía tres conciertos seguidos para, a la media noche, decir adiós con un espectáculo de fuegos artificiales, broche de oro a seis días de intensa actividad cultural.

Arpa y cuplé en la noche de San Isidro

Quienes optaron por ver el ocaso en el Templo de Debod tuvieron la oportunidad de disfrutar de la clásica música del arpa, en el último de los conciertos del ciclo Atardeceres con música clásica.

Sara Águeda, una de las mejores ejecutantes españolas de arpa histórica, instrumento que aparece en España a mediados del siglo XVI, evocó en su concierto los rincones más ricos de nuestro repertorio.

Mientras, en Las Vistillas, tras las actuaciones de Livianas Provincianas y Pía Tedesco, el cuplé de Mari Pepa de Chamberí acompañó a un público entregado que quiso celebrar las fiestas hasta el último minuto.

La famosa cantante interpretó De la Mancha a Hollywood un concierto homenaje a la gran Sara Montiel. Acompañada al piano por Miguel Tubía, la artista madrileña amenizó las Vistillas con temas tan clásicos e inolvidables como El Relicario o La violetera.

Un broche a seis días de fiesta

El broche de oro de las fiestas de San Isidro lo pusieron los fuegos artificiales.

A las diez y media de la noche, en el Parque Tierno Galván, la pirotecnia de Ricardo Caballé ofreció un espectáculo piromusical que ponía fin a los eventos del entorno próximo al Planetario.

Un poco más tarde, al otro lado del río, a las doce, un espectáculo de fuegos artificiales cerraba las fiestas desde la Pradera de San Isidro. Fuego, luces y colores iluminaron Madrid dando fin a seis intensos días de fiesta.